Cap. 25 Obstáculos

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Mare

Llegamos a la casa de Ethan y nada más cerrar la puerta tira las llaves contra el suelo.

- Cálmate mi amor - le pido mientras lo rodeo con mis brazos.

- No puedo, maldita sea. No permito que nadie te hable así. Si fuera...

- Lo sé- le corto para que no se ponga peor - tranquilo. Todo está bien - le aseguro con una sonrisa para que me crea.

- Mare, esa arpía te ha herido - exclama acariciando mi labio pero es imposible si la chica no llegó a...

- ¡Ay! - ten cuidado. No toques bruto - le grito alejandome de su tacto para verme en el espejo.

- Perdón... - la mueca de niño pequeño que tiene sus labios hace que me olvide hasta del horrible corte que veo en mi adolorido labio.

Le doy una sonrisa a través del espejo para tranquilizarlo y a pesar del incómodo dolor que siento cuando la piel del labio se estira, no se lo hago ver. Parece que mi gesto lo calma un poco, ya que se acerca a mí y pegando su cuerpo contra el mío, me deja un suave beso en la coronilla.

- No volverá a tocarte. Lo juro.

(...)

Despierto envuelta en los brazos de Ethan. Anoche nos quedamos hasta tarde ultimando los detalles para la fiesta de inauguración del hotel. Ethan se encontraba nervioso a la par que entusiasmado mientras me contaba todo lo que pretendía hacer con el hotel. Esta oportunidad es muy importante para él, sabía todo lo que habían soportado sus padres. Desplantes, salidas de tono en diversos medios públicos... Ésta era su oportunidad para redimirse antes los ojos de sus padres y aunque ambos sabíamos que por su parte todo estaba perdonado, Ethan no quería decepcionarlos.

El orgullo emanaba de su voz con cada detalle que me contaba, lo que hacía que una enorme sonrisa se apoderase de mi gesto. Me gusta tanto verlo tan feliz, se lo merece.

Una repentina llamada corta de raíz mis pensamientos y antes de que Happy de Pharrell Williams logre sacar a Ethan de su profundo sueño, alcanzo mi móvil y salgo de la habitación haciendo el menor ruido posible.

- Mamá - susurro nada más apretar el botón verde.

- Aleluya... - una potente carcajada que sale de entre mis labios corta lo que estaba a punto de decir mi madre - si tú riete. Mientras yo aquí preocupada. Desde la cena que tuvimos con los chicos que no te veo ni me has llamado.

- Mamá solo he pasado la noche fuera. Tranquila.

- Hija si yo no te llamo tu ni si quiera te hubieses acordado de decirle a tu madre que dormías fuera-. Un pinchazo de culpabilidad llena mi pecho.

- Lo siento mamy. Te llamaré la proxima vez- le aseguro en un susurro.

- A todo esto. ¿Por qué estás susurrando? - sin darme tiempo a buscar una buena excusa, un suspiro de sorpresa se escucha desde el otro lado de la línea- estás con un chico - lo que me dice mamá pretende ser una pregunta pero le sale más como una afirmación que cualquier otra cosa.

- Mamá solo...

- No, no hija, no me lo niegues por favor. Solo presentamelo cuando estés segura. Me alegra que hayas encontrado a alguien Mare. Solo recuerda decirle a tu chico que también tienes padres-. El sonrojo engulle mi piel, me noto demasiado caliente-. Que te deje un poco de tiempo con nosotros.

- Mamá... ¿sabes qué te pondras para la inauguración? - trato de cambiar de tema pero no cuela.

Mamá chasquea la lengua unas cuantas veces antes de volver a hablar - no trates de cambiar de tema jovencita. Sabes bien que conmigo eso no funciona - y es verdad, lo sabía a la perfección. En eso mi madre era clavada a Álex, creo que por eso, además de por obvias razones, ella adora a mi amigo.

Hablamos de un par de cosas más antes de despedirme de mamá prometiendole ir a cenar esta noche. Cuelgo y vuelvo al lado de Ethan. Me siento con las piernas cruzadas bajo mi cuerpo y lo miro atentamente.

Pensar en todo lo que ha pasado estos días hace mucho más irreal este momento. Y a pesar de eso, consigue formar una enorme sonrisa en mi rostro al ver que es verdad.

Recordar la manera en la que me había defendido de la loca de Astreed, no hacía más que darme ganas de comérmelo enterito a besos.

Acuno su rostro entre mis manos y comienzo a dejar pequeños besos por cada centímetro de la cara de Ethan. Sus largas pestañas chocan contra mi mejilla cuando éste se despierta.

- Mmh... a sí si que se despierta uno a gusto... - murmura ronco.

- Eso podría decirlo yo.

- Me gustaría poder hacerlo para siempre - quedo estática ante sus palabras- despertar a tu lado estos dos días ha sido perfecto. Hacerlo toda una vida sería maravilloso... ven a vivir conmigo Mare -pide dejándome atónita. Es decir, aún no le hemos dicho a mis padres que estamos juntos... - Acéptame a tu lado de todas las maneras posibles. Por favor, dime que si.

La emoción que siento en este momento es tan indescriptible, que no sé con qué palabras expresar el torbellino de sentimientos que su propuesta crea en mi pecho.

Siento las lágrimas recorrer mi rostro. Estoy a punto de gritar que si cuando una extraña llamada me interrumpe.
Miro extrañada la pantalla de mi móvil y descubro un mensaje recibido que me deja desconcertada.

Desconocido: Deberías comprobar el correo.

¿Cómo?. Miro a Ethan quien aún espera por mi respuesta.

- ¿Qué pasa? - pregunta extrañado mientras se incorpora a mi lado.

Niego con la cabeza ya que no sé qué es lo que pasa y le pido que me espere un momento, antes de coger mi batín y salir hasta los buzones del edificio.
Abro la pequeña cajita de metal y me encuentro un sobre negro y ojalá nunca lo hubiese abierto. En el se encuentra una carta, dos frases y una clara amenaza.

"Deberías tener un ojo puesto en tus espaldas.

Será mejor que te alejes de Ethan y no le digas nada o lo mataré. "

El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora