COMPLICACIONES MAYORES (parte 2)

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Aquella casa era completamente desconocida para Lucario, y los pokemons que ahí vivían, bueno, eran con suerte conocidos, a pesar de en realidad ser familia, bueno técnicamente de alguna manera política. Lo pero no dejaba de ser extraño. Frogadier y Braixen lo miraban sin dirigirle la palabra, y la madre de Braixen ni lo miraba. Y bueno, ese no era un buen primer paso a cualquier lado.

- Lucario, ven por aquí – de pronto le dijo Delphox.

Y Lucario siguió a la madre de su media hermana sin decir nada, ya era incomodo que alguien le hablara intentando no hacer contacto visual. Y la siguió escaleras arriba, y Delphox lo guio hasta la habitación de huéspedes.

- Esta será tu habitación, siéntete libre de pedírmelo si necesitas algo – dijo Delphox aun sin mirarlo, pero cuando menos fue amable.

- muchas gracias señora – dijo Lucario, dudando al final si debía llamarla por su nombre o como.

- de acuerdo – dijo Delphox y se retiró.

Lucario entonces miró esa habitación vacía, la cama tendida y todo limpio. Le iba a costar acostumbrarse a todo eso, y sin duda iba ser una de las navidades más raras que pasara. Pero en cierto modo le agrava, pues así no tendría que ver a sus padres durante las fiesta seguía resentido por todo lo que su padre había hecho.

Delphox al salir de la habitación fue interceptada por Greninja, quien había estado observando desde una distancia prudente.

- creí que ibas a esforzarte por hacer sentir bienvenido al chico – dijo Greninja, era obvio que intentaba no mirarlo.

- no puedo amor, no puedo – comenzó a lamentarse Delphox – es exactamente igual a su padre.

- para mi todos los Lucarios son iguales – dijo Greninja algo inocente.

- sabes a lo que me refiero, su voz, su mirada, todo me recuerda a Hero, no está bien – Delphox ya estaba muy mal con ese asunto – sé que él no tiene la culpa de nada, pero no puedo evitar pensar en el daño que me hizo su padre – sollozó la mujer.

Greninja entonces abrazó a su esposa, y le dio un beso en la frente.

- Ese niño no es Hero, es el hermano de tu hija, y eso es todo, démosle una oportunidad – dijo Greninja – ya no temas mirarlo, porque a decir verdad saco más la nariz y orejas de Luci – agregó sonriente.

- creí que para ti todos los Lucarios era iguales – reclamó Delphox por fin siendo capaz de sonreír.

- bueno, tenía que ser convincente – se justificó Greninja.

- iré a preparar galletas, tomaremos una merienda juntos, y hablaremos un poco – dijo Delphox – que mientras tanto vaya acomodándose.

Dijo Delphox y se separó de su esposo para ir a la cocina, pero al dar un par de pasos se sintió algo mal. Entonces volteo hacia donde había dejado a su esposo parado.

- Siempre me haces sonreír – le dijo Delphox a su esposo sonrojada.

- cuando quieras – sonrió Greninja.

Mientras tanto Braixen y Frogadier en la habitación de Braixen se despedían de una amiga. Braixen no había podido despedirse de Servine, ni tampoco Frogadier, así que antes de que tomara un vuelo para ir a ver su padre, Braixen y Frogadier la llamaron.

-… De verdad que vamos a extrañarte – decía Braixen por el altavoz.

- y yo a ustedes – decía Servine con un tono ciertamente nostálgico.

- Amiga señorita Servine, yo le debo tanto – decía Frogadier algo triste.

- No exageres Frogadier – pidió Servine, pues realmente le parecía algo un poco exagerado.

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