HERMANOS,EN LAS MALAS Y PEORES (parte 1)

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Nota: Lo siento por el retraso,el problema ha sido arreglado

Aun no era oficial, pero era más que seguro, Quilava no podía creer lo que escuchaba, era algo tan genial, al menos para él. Quilava estaba detrás de la puerta de sus padres, normalmente no ponía atención a conversaciones entre adultos, pues solían ser cosas sin importancia hasta que sus orejas se levantaron al escuchar entre murmullos "dejarlo solo en casa".

Quilava desconocía los detalles sobrantes, pero al parecer sus padres habían sido invitados a la boda del jefe de su papá, y tendría que pasar el fin de semana fuera de la ciudad, y no podía llevarlo a él por su compromiso con el teatro, todos los viernes, sábados y domingos tenía presentación así que, tenía que quedarse. Y ya que Cyndaquil aun era pequeño, Quilava asumía que se lo llevarían con ellos. Entonces tendría la casa sola para él al menos 24 horas, sin padres, ni hermanito, sin duda Quilava con es sonrisita de satisfacción en la cara ya fantaseaba que podría hacer, desde imaginar cierta escena clásica de baile en camisa, bóxers, calcetines y gafas de sol de una película de los 80, hasta la posibilidad de organizar una fiesta, claro que la fiesta era una posibilidad poco realista, sí igual tendría que ir al teatro, pero aun así, las posibilidades era tentativas, que mejor forma de terminar ese receso de una semana antes de reiniciar clases que estar solo en casa, y lo que era mejor, sin su familia.

Desde que el asunto del teatro comenzó, bueno, su padre se mostro desde un inicio disconforme, al parecer consideraba que el teatro, el canto, y en general cualquier forma de arte era una pérdida de tiempo y que los pokemons jóvenes, debían entrenar, hacer deporte o estudiar, no perder el tiempo en nada más. Su madre en cambio parecía feliz, no compartía las mismas ideas de su marido, por eso apoyaba a Quilava, pero tampoco era agradable, pues hablaba demasiado sobre un futuro en el que Quilava iría a prestigiosas escuelas de drama, y además no se reprimía ni un poco a la hora de presumir a su primogénito, lo cual no dejaba de ser vergonzoso.

Por otra parte estaba Cyndaquil, que no tomo como nada importante que su hermano mayor se hiciera cantante y actor de un día para el otro. De hecho le convino, ahora era el hijo favorito de su padre, y ahora él ya no tenía que cargar con toda la atención de su mamá, y eso lo tenía aliviado. Aun era pequeño a penas estaba en su segundo año de primaria, era algo latoso, y mucho más hiperactivo de que un Cyndaquil pequeño debería ser.

Quilava estaba en su cuarto, aquel jueves por la noche, repasando un par de líneas de la obra que se le hacían complicadas de pronunciar. Cuando escucho que su mamá los llamaba a él y a su hermano. Una vez en la sala, esa pareja de Typhlosion dieron el anuncio tan esperado por Quilava.

- Quilava, Cyndaquil, escuchen, nos invitaron a la boda del jefe de su padre, y es importante que vayamos - anuncio su mamá.

- ¿cuándo es la boda? - se adelanto a preguntar Cyndaquil.

- Es este fin de semana - respondió su padre.

- Yo no puedo ir, tengo que quedarme aquí, soy el protagonista de obra, tengo responsabilidades - dijo Quilava adelantando un poco la conversación.

- cierto, por te quedaras a cargo - dijo su mamá, Quilava se preparaba para festejar cuando su mamá completo la frase - tendrás que cuidar la casa ya tu hermano - sentencio en un tono muy dulce, lo cual solo lo hizo más cruel.

- Pero mamá, yo no puedo cuidar al enano, deberían llevarlo con ustedes - reclamo Quilava.

- Cyndaquil es pequeño, se aburriría en la boda, muestra algo de responsabilidad - le dijo su padre algo severo.

- pero yo quiero comer pastel - reclamo Cyndaquil.

- descuida, te atraeremos un poco - dijo su mamá.

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