8. Una vida como la tuya

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No había una sola palabra que podría utilizar Hinata Hyuga para describir su primera semana en Cox's Bazar. Podía empezar con el hecho que su mejor amiga Ino Yamanaka había mandado a sus hijos Boruto y Himawari al encuentro de su padre, todo a espaldas de la misma. Y no podía evitar sentir en cada segundo del día un fuerte impulso por dejar abandonada su misión médica para regresar a Japón y volver con sus hijos.

Sin duda alguna, si existiera algún comité que regulara la conducta de todas las madres del mundo, Hinata habría sido expulsada del mismo al mostrar una actitud positiva ante el hecho de no haber vuelto por sus hijos... ¡Si alguien supiera la angustia que vivía la pobre chica de ojos violeta!

No había recibido noticia de sus hijos en esta semana a lo que Ino respondía que eso era buena señal y que no había nada de qué preocuparse, Sakura Haruno ya se habría comunicado en caso de algún inoportuno. Si tan solo la Hyuga pudiera tener aquella misma tranquilidad de su rubia amiga Ino.

Si tan solo pudiera tener una vida como la de Ino Yamanaka. A los ojos de Hinata, Ino tenía una vida increíble: siempre contó con el apoyo de sus padres, nunca tuvo que sufrir por algún hombre, tenía un increíble novio que la amaba con toda su alma. Hinata Hyuga no podía evitar más que sentir una gran felicidad al ver a su mejor amiga viviendo una vida plena y feliz desde que conoció a Sai.

Todo había comenzado unos cuatro años atrás, justo en el comienzo de su internado médico. Ino Yamanaka juraba soñar siempre con aquél chico pálido y cabello con un profundo color negro, nunca lograba verle la cara, pero por alguna extraña razón sabía que debía ayudarlo ¿cómo, si no lo conocía? Solo le veía en sus sueños.

"Ayúdame" Gritaba aquél chico de rostro desconocido, el cual siempre portaba con un chaleco de cuero y guantes de estilo como de motociclista.

Una noche, mientras ambas amigas se encontraban cubriendo el turno de la noche en el Hospital Universitario, Ino juraba sentir una gran presión en su pecho "como si algo le hubiera pasado a alguien" sabía que los mellizos no eran porque Hinata recién había confirmado que se encontraban en casa de la vecina.

-Mamá dice que está bien, ¿pero por qué me siento así? –Era la primera vez que Ino sufría este pequeño episodio de ansiedad.

La llegada de la doctora Tsunade, encargada de ambas chicas, no ayudó para nada a la rubia -Tenemos una emergencia –anunció de golpe

Ino Yamanaka, una de las mejores estudiantes de medicinas y alumna interna en aquél hospital sentía una gran punzada en el corazón. No quería entrar a aquél cuarto y vaya que su desempeño apoyando a la doctora Tsunade no fue nada favorable. Hinata tuvo que intervenir varias veces en el auxilio de Ino para que la operación de aquél joven se realizara con éxito.

-Teníamos un paciente a punto de morir y usted me sale con negligencias –regañó Tsunade a su alumna rubia- Yamanaka, es de mis mejores estudiantes y el desempeño que mostró en el cuarto de emergencia no fue lo que yo esperaba ver.

Lamentablemente aquél chico cayó en coma.

Durante tres meses, que fue lo que duró aquél joven en estado vegetativo, Ino Yamanaka fue la encargada de atenderlo; sentía una enorme responsabilidad al creer que por ella, él había caído en coma. Sin contar el hecho de que juraba que aquél chico de nombre Sai Ne era el mismo de sus sueños.

-Te lo juro Hinata, es él... Sai es el chico que aparece en mis sueños

-Pero... me dijiste que nunca le has visto la cara al chico de tus sueños

Ambas amigas se encontraban ya en el departamento que compartían, era muy tarde en la noche y se disponían a cenar un poco del pollo frito que había sobrado del almuerzo de los mellizos.

Los mellizos de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora