Los mellizos de papá

11. Algo más que correr tras un balón

-Papá, Hi-Himawari se hizo muy fuerte

-Te encontré, Onii-chan

-¡Himawari!

¿Qué diablos le había pasado? Naruto Uzumaki solo recordaba los gritos de sus hijos peleando en la cocina, de ahí vio a Boruto siendo ligeramente empujado hasta topar con la pared del pasillo, Himawari con un sartén en la mano dispuesta a atacar a su hermano mayor y finalmente se recordaba a él mismo auxiliando a Boruto.

Todo se volvió negro por un segundo pero ¿qué había pasado con él exactamente? Poco a poco la negrura se hizo a un lado, siendo remplazada por la brillante luz de la lámpara que colgaba del techo; sintió un leve apretón en ambas manos y fue cuando los vio a ellos: sus hijos. Toda preocupación se esfumó.

-Himawari... Boruto

-¡Papá! –Gritaron los mellizos de alegría- ¡Tía Sakura, papá despertó!

Sakura Haruno se hizo presente en la habitación –Naruto, ¿estás bien?

-El bello durmiente finalmente despertó –bromeó Shikamaru Nara

-¿Qué pasó? –preguntó Naruto

-Fue mi culpa –comenzó Himawari

-No es cierto, fui yo –interrumpió Boruto- yo rompí el peluche de mi hermana e hice que se enojara.

-Pero yo golpeé a papá –y de nuevo, una pequeña discusión quería comenzar entre los hermanos.

Sakura los tranquilizó y de inmediato se fueron a la sala para continuar viendo sus caricaturas en compañía de su nuevo tío favorito: Sasuke Uchiha. De vuelta en la habitación de Naruto, él seguía preguntando qué había pasado exactamente con él

-Tu hija de ocho años te metió una paliza con el sartén –resumió Shikamaru- prácticamente ese golpe te dejó fuera.

Y sí, esa era la única verdad, no había nada más que agregar más que ahora Himawari se quedaba sin peluche

-¿El partido? –preguntó después de un rato el futbolista.

-Terminó hace dos horas: Konoha Club ganó. Fueron a penalti y Kiba logró meter el único gol del partido.

-Es decir que... me perdí el partido

Sakura solo guardaba silencio sabía lo importante que era para Naruto el participar en la final de la liguilla. Él tuvo que haber sido el que metiera ese gol, él tuvo que haber estado presente: él debió haber llevado a Konoha Club a la victoria.

-¿Pero estoy bien verdad? –Continuó Naruto- Es decir, ¿no sufriré otra amnesia?

-Según Kabuto solo fue un golpe en el estómago sin importancia –respondió Sakura- sabes que tienes el estómago sensible...

-Le avisaré a Kakashi y Gai que estás bien –anunció el representante del futbolista- Y no te preocupes que no están enojados, saben que eran tus vacaciones además fue un accidente lo que te ocurrió

Shikamaru salió de la habitación para hacer las llamadas correspondientes dejando a Naruto y Sakura solos en aquella habitación.

-¿Estás bien?

-Mientras no me haya olvidado de alguien más creo que sí, estaré bien –contestó distraído el rubio

-Me refiero... -la chica de cabellos rosados meditó un poco antes de hablar- te perdiste el partido Naruto: la final.

-Lo sé –respondió cortante-

-Con ese partido te pudieron haber llamado para el equipo nacional y además...