Los mellizos de papá

24. Yo te esperaré

Durante sus últimos días en Tokio, Ino fue la encargada de pulir los últimos detalles de la aventura en África; todo esto para que Hinata pudiera disfrutar con sus hijos los últimos momentos que le quedaban.

Naruto estuvo presente, él esperaba que Hinata soltara la bomba de un posible embarazo en cualquier momento y para que no lo tomara por desprevenido, ya había preparada un discurso sobre la importancia de que Hinata Hyuga se quedara en Tokio; pero ella simplemente no decía nada. ¿Acaso todo estaba en su mente y en la de la pequeña Himawari?

No hubo poder humano que pararan las lágrimas de Boruto y Himawari en la última noche con su madre. ¡Ella siempre los había llevado a cada una de sus misiones! ¿Por qué no hacerlo ahora?

-Saben que volveré –sin éxito alguno, Hinata trataba de consolar a sus mellizos antes de que ella explotara en lágrimas y se uniera al llanto de los infantes- se quedarán con papá y podrán hacer todas las cosas divertidas que hicieron los tres meses que estuvieron juntos sin mi

-Pero mamá –replicaba Himawari- mi primer deseo fue el de vivir los cuatro juntos ¡y no se cumplió porque tú te vas! Y mi segundo deseo está lejos de cumplirse también

Naruto y Hinata soltaron una leve risa ante lo que su hija había dicho –¿Cuál es ese deseo que dices que no se va a cumplir, Hima?

Pero Himawari estaba tratando de controlar las lágrimas, por lo que le era imposible hablar en ese momento –Himawari le pidió a la estrella que tuviéramos un nuevo hermano -contestó Boruto por su melliza

Hinata empalideció, ¿cómo es que su hija de ocho años tenía tanta imaginación? Ahora más que nunca tenía que averiguar la forma en la que sus hijos dejaran de creer en la dichosa estrella porque cada los deseos simplemente se hacían realidad.

-Puede que ese deseo se haga realidad muy pronto Himawari –respondió su madre

-¿Vamos a tener un hermanito? –preguntaron los mellizos al unísono, Hinata afirmaba levemente con la cabeza- ¿Cuándo lo vamos a conocer?

Y ahora Naruto fue el que empalideció. "Todavía falta un poco para que lo conozcan" les respondió rápidamente y así cambiar el tema; ya que sabía que Naruto tenía muchas cosas que decir al respecto.

Después de otros treinta minutos en familia, los mellizos se quedaron dormidos en los brazos de su madre. Hinata no quería llevarlos a la cama, quería quedarse otro rato así con ellos –Anda, dilo- apresuró a Naruto para que este hablara.

-¿Hace cuánto lo sabes? –preguntó todavía con el impacto de la noticia. No estaba enojado, claro que no-

-Hace como 3 semanas me di cuenta de que tenía retraso, me hice la prueba y salió positiva: tenemos casi 3 meses

-Pe-per-pero –la felicidad, disfrazada de tartamudeo, invadía al futuro nuevo padre, hasta el discurso que según él tenía preparado se había borrado de su mente- ¿por qué no me dijiste antes? ¿por qué nos lo dices un día antes de irte? Es más ¡no te vayas! Hinata es muy...

-¡No grites! Los mellizos se despertarán –pero no había poder en el mundo que despertara a los pequeños infantes- No te dije porque no quería que me impidieras ir a África; Ino también me pidió una infinidad de veces quedarme

-¿Y por qué no lo haces?

-Porque hemos planeado este centro desde hace ya varios años, ahora tiene luz verde y finalmente te tengo a ti para apoyarme con los mellizos. He pospuesto varios proyectos en mente porque no sabía qué hacer con los niños, había lugares a los que no los podía llevar o simplemente no tenía quien cuidara de ellos