STILES

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Los focos de la casa explotaron ante la energía expulsada por Stiles, quien cerro sus ojos para calmarse, ese omega que estaba obsesionado con Derek le estaba colmando la paciencia.

Subió escaleras arriba, entro a la habitación de su hija y la arropo.

- Buenas noches cariño – dijo quedito para no despertar a la niña.

Entro a su habitación y tomo un viejo libro de su estante, "Bestiario" decía la portada, abrió la antología a la mitad y saco una vieja foto de la manada, mucho antes de que él y Derek se hicieran amantes.

Sonrio al ver las duras facciones del moreno y rio al ver lo desgarbado que era a los quince años.

POV STILES

Conocí a Derek a mis tiernos quince años, cuando este recluto a Scott como su beta, he de decir que fue gracias a mí que mi latino amigo obtuvo el regalo de la mordida, si yo no lo hubiera arrastrado hasta la vieja y quemada mansión de los Hale y hecho perder su inhalador, nunca hubiéramos sido participes de esta sobrenatural vida.

Recuerdo que nuestra relación inicio a bases de amenazas y constantes arrimadas por parte de Derek.

Cada noche recurría a mí para que lo ayudase a resolver los diversos misterios y peligros que acechaban a Beacon.

Luego no sé cómo, me beso, fue mi primer beso, tan intenso y salvaje, sino fuera que mi padre llego, habría tenido mi primera vez esa noche.

A nuestro alrededor se había formado una tensión sexual, tan palpable que el aroma de Derek se alteraba a tal grado que nadie se me acercaba por días.

Después de acabar con nuestro enemigo esa noche de abril, la manada decidió festejar en el bosque, Derek y yo nos fuimos a un pequeño riachuelo que descubrí semanas atrás y arrastre a Derek hasta ahí.

- Te quiero – le dije mirándolo a los ojos, Derek solo se limitó a hundir su nariz en mi cuello y gruñirme

- Mio Stiles, eres mío – me sorprendí al escucharlo, Derek siempre fue tan seco conmigo, pero perdí la noción del tiempo-espacio cuando delicadamente me acostó en la hierva

- Si Derek, tuyo siempre tuyo – me beso, no un beso salvaje, más bien un beso suave, que sentí lleno de amor, abrí mis piernas para que se acomodara entre ellas, los besos se tornaron asfixiantes y necesitados, había esperado un largo año para este momento, ciertamente éramos novios secretos, que nunca pasamos de la segunda base, esta noche sería la primera de muchas, pero que equivocado estaba.

Derek quito mi camisa azul a cuadros y luego mi básica blanca de un solo golpe, bajo sus besos húmedos hasta mi pecho, donde se distrajo chupando, mordiendo y pellizcando mis pezones, de mi boca solo salían gemidos y quejidos poco masculinos, ya estaba desnudo de cintura para arriba y Derek todavía estaba vestido me sentía en desventaja, así que con mi limitada fuerza empuje a mi moreno, y saque su camisa negra por su cabeza y me senté a horcajadas sobre él, moviendo mi cuerpo buscado la deliciosa fricción entre nuestros miembros, me comí a besos a Derek, hasta que este gruño y se separó de mí y se quitó sus pantalones dejando libre su monstruosa erección, yo hice los mismo con los míos, mi pene es del tamaño promedio, Derek era grande, muy grande, trague saliva, no estaba seguro que "eso" entrara en mí. De pronto la luna se alzó sobre nosotros y sentí un calor recorrerme y algo húmedo en mi parte trasera, que escurría entre mis piernas, literal el lobo gruñón.

- Omega – gruño, no entendía a qué se refería con eso, pero cuando sentí todo su peso sobre mí, dejé de pensar.

Derek me beso nuevamente, sentía las pequeñas piedrecitas en mi espalda, deje de ver esos ojos jade para contemplar rubíes, Sourwolf estaba siendo dominado por su lobo, lo había visto una vez así, y fue la primera vez que le temí. Su lengua era rasposa cual lija, me gustaba la sensación, bajo hasta llegar a mi valle, donde metió mi miembro completo a su boca mientras jugaba con mis testículos, abrí mis ojos cuando sentí como bajaba por mi perineo hasta mi entrada, ahí fui consciente que algo salía de ahí, quise detener a Derek pero llevo mis manos sobre mi cabeza, y me penetro con su ahora larga lengua, vi estrellas dentro de mi cabeza, cuando me solté de su agarre, lo cogí de su cabello y lo incite a que siguiera

La Hija SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora