Stiles despertó de su micro sueño cuando escucho el insistente sonido del timbre. Miro su reloj de pared y vio que aun era temprano, Debb seguía durmiendo a pesar de despertarse temprano los sábados. Rascando perezosamente su cabeza camino hacia la puerta y se arrepintió nada mas al ver a la persona parada en la puerta, estuvo a punto de cerrar la puerta en sus narices, pero ya era demasiado tarde.
- Buenos días, Derek – reunió todo su coraje para sonreírle sinceramente, solo esperaba que su olor no llegara al sensible olfato del hombre
- Buenos días, Stiles – saludo de regreso el moreno, quien estaba extrañamente nervioso
- Te levantaste temprano... - era sorprendente ver a Derek ahí tan temprano en la mañana un sábado, cuando al moreno le gustaba dormir hasta mas tarde del medio día
- Si... yo no necesitaba dormir tanto – Derek jugaba con la manga de su abrigo, quitando polvo imaginario
- Me gustaría decir lo mismo – Stiles lo miro fijamente y se dio cuenta que el alpha le miraba el pecho, rápidamente cerro su bata, hacía tiempo que dormía solo con sus pantalones pijamas, había tomado la sobre bata solo para abrir la puerta. Derek se veía descansado para no haber dormido mucho, su aspecto era exquisito, Stiles tuvo la tentación de provocarle, pero aparto esa idea tan rápido como llego, no podía evitarlo con su cabello corto y oscuro, despeinado le daba un toque mas juvenil, no es que Derek fuera viejo, todo lo contrario, el castaño no pudo evitar imaginarlo con su implacable traje a la medida y esa mirada que inspiraba respeto, su rostro se ruborizo al imaginarse a él sometido y bajo el alpha, en su oficina, follando, se reprendió así mismo, el hecho de verlo con su cazadora de cuero y sus jeans desgastados, lo envió al pasado.
- ¿Cómo sabias que ya estaba despierto?
- Te olí cuando abriste la puerta del patio
- ¿Y que puedo hacer por ti?
- Café, Cora no sabe nada de un buen café
- Estas de suerte. Acabo de preparar, ven pasa siéntete como en tu casa
- Si, gracias
Stiles lo llevo a través del salón a la parte trasera de la casa, era consciente de la ligereza de sus prendas
- Aquí tienes – ofreció el castaño - ¿lo tomas con leche?
- No, negro está bien – dijo el moreno
- Como quieras – respondió el humano
- Bonita casa – Derek observaba todo a su alrededor
Stiles siguió el recorrido visual de Derek, desde los armarios de madera de roble, hasta las baldosas
- Si, me gusta. Lo mejor de todo es que yo mismo lo decore
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La Hija Secreta
أدب الهواةHacía diez años el buen Stiles Stilinski se había aventurado por el lado oscuro con el rebelde Derek Hale. Pero después de una noche de pasión, Derek había desaparecido y había dejado a Stiles con algo más que unos bonitos recuerdos...