CAPITULO 4

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Salió algo cortito, pero con amor para todos ustedes... Feliz Navidad atrasada y Feliz Año Nuevo

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DEREK

No era posible fue lo primero que se me vino a la cabeza. Si la niña hubiera sido mía seguramente Stiles me hubiera dicho, yo era el adulto y él el niño, me lo habría dicho, pero eso significa que mi Stiles se involucro con otro macho cuando me marche. Lo hizo para olvidarme. No tiene caso pensar en eso, yo soy su pasado, tal vez ese hombre sea su presente.

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En aquel tiempo Derek había insistido tanto en su diferencia de edad y experiencia, pero Stiles cabezota se había empeñado en estar a su lado, que el moreno mando su raciocinio al diablo. El castaño era tan obstinado que no aceptaba sus negativas, aparte él era arcilla en las manos del humano omega y este se valía de su encanto y porque no ser sinceros de su atractivo.

Derek se sintió por así decirlo animado al notar que nada había cambiado en él. Stiles era un cumulo de carácter, atractivo sexual y una mente hábil y portador de una frescura que lo encandilaba; pero, algo no cuadraba aquí, le parecía extraño que el humano bocazas derrochara amor eterno y miel en sus cartas y se hubiera involucrado con otro hombre tan rápido.

Era tarde para arrepentirse de su marcha de Beacon Hills, ya había pagado las consecuencias de sus acciones pasadas, además el no entraba en el mismo cuadro familiar de Stiles y Deborah.

Que equivocado estaba

Con todo esto en su cabeza su lobo no pudo evitar preguntar por el padre de la cachorra humana de Stiles.

No es una cachorra humana, es manada, nuestra manada, el lobo de Derek hablaba mas en la superficie, sus ojos rojos empañando los verdes.

- Nueve años – dijo Derek para distraer a su lobo – se parecen

- ¿De verdad? – Stiles enarco su ceja, entre alivio y decepción, Debbie era una mini Sourwolf - ¿En qué?

- Tiene carácter y es bella – Derek se hincho de orgullo ¿Por qué? Ni el lo sabía, Stiles lo descolocaba

- ¿Tú crees que soy bello?

- Bello no es la palabra, hermoso, precioso, sin comparación – Stiles se sonrojo hasta las orejas, sentía su entrada abrirse y cerrarse de anticipación, se acerco a Derek y acaricio su rostro el aliento de ambos mezclándose "si tu supieras Derek" fue el pensamiento del hiperactivo hijo del Sheriff – no sabia que estabas casado – con esas palabras Stiles volvió a la realidad

- No me lo has preguntado – se defendió el humano bañado en lunares

- No llevas anillo – siguió Derek

- Tal vez porque no lo estoy

- ¿Te divorciaste?, es normal en las parejas jóvenes, divorciarse – opino el moreno

- No – Derek frunció el ceño con su marca registrada

- ¿No te casaste?

- Exactamente – afirmo Stiles con una cínica risilla

El ex alpha de Beacon Hills no pudo evitar imaginar a un joven adolescente criando a una pequeña niña

- ¿Conozco al padre? – pregunto, provocando que un sutil aroma a nervios llegara a su sensible nariz, Stiles había palidecido

- Nadie conoce a su padre

- Pues tu si, debes conocerlo – riño Derek

- Si claro, por supuesto. Me refiero es que no le he dicho a nadie quien es el padre – Stiles hablo tan rápido que al moreno le costó entenderle

- ¿A nadie? ¿Ni siquiera Scott? – interrogo el lobo

- A nadie – respondió seco Stiles

- Bueno, tus razones tendrás para ...

Mientras estaban hablando, por el megáfono del pueblo se escuchó una voz femenina

- Te amo, Stiles – dijo la voz cantarina de Sue

- Vaya, esa es Sue – comento alegremente Stiles

- Ahora te van las mujeres – dijo gruñendo Derek, mientras tomaba firmemente la cintura de Stiles, el castaño rio por dentro, Derek estaba celoso.

Al lado de Sue estaba Mitch, su marido y los ahí presentes reían de la broma de Sue y su despampanante rubio marido la beso a petición de Solach su hijo de cuatro años, Derek miro por breves segundos a Debb que estaba ahí y luego miro a Stiles con intenciones de hacer lo mismo que aquel rubio, besarlo.

Stiles se humedeció inconscientemente los labios, atrapando entre sus dientes su labio inferior, provocando inconscientemente la libido de Derek, y por primera vez en diez años, sintió el dominio del deseo. Llevaba diez años viviendo en autocontrol, pero ahora le era imposible, solo unos minutos con ese hombre y lo tenia tonto.

Mandando a la mierda su control, no dudo y se inclinó sobre él, subió su brazo de la cintura a los hombros de Stiles, lo atrajo hacia si y lo beso con desespero, solo basta ese dulce contacto con sus labios para saber que su omega aun lo deseaba y su lobo y él se sintieron satisfechos. Pero cuando abrió los ojos al ver una insistente mirada hacia ellos, supo que la bribona había desobedecido nuevamente.

Un silbido llego a los oídos de Stiles.

- Vaya, que forma de darle las gracias por haberme salvado la vida...- dijo la niña con mirada picara

- Debb...- fue lo único que el atrofiado cerebro de Stiles pudo decir – no te dije que fueras con Sue

- Y lo hice, pero se marchó con Mitch y Parrish. Parece que el nuevo Sheriff estaba molesto por algo

- ¿Por qué? – la niña se encogió de hombros ante la pregunta de su "madre"

- No lo sé

- ¿Menciono algo de documentos legales? – Stiles pregunto

- Si – respondió la niña

- ¿Y tu como sabes eso? – cuestiono Derek a Stiles

- Dah, soy el abogado del pueblo – dijo obviando el castaño. Ha Debb no le paso desapercibida las miradas que se daban los adultos

- Mami, quiero irme a casa – dijo bostezando la menor

- De acuerdo, vámonos – dijo Stiles

- Supongo que es un adiós – Derek se despidió.

Derek que lo mejor era decir adiós. Stiles le había demostrado que seguía teniendo poder para dominarlo, a pesar del paso del tiempo. Por eso mismo había cortado todo lazo con Beacon Hills, de pronto una pesadez se poso en su corazón, soledad, seria un error quedarse más del tiempo programado.

- Eh...Derek ¿Dónde piensas quedarte? – pregunto el castaño

- En casa de mi hermana

- Entonces, no es un adiós, después de todo ...

- ¿Qué quieres decir?

- Debb y yo vivimos en la casa de al lado. Así que seremos vecinos, Sourwolf – escuchar su viejo mote hizo que Derek gruñera por lo bajo, imaginándose ese esbelto cuerpo bajo el suyo.

Habían pasado tres días desde su encuentro con Derek, cansado se froto la nuca, necesitaba cambiar el ordenador, se tallo el puente de la nariz al quitarse las gafas.

Se recostó en su escritorio y fue entonces que pensó en ese beso de hace días, Derek se iba y regresaba diez años después y lo besaba sin más, tenia muchas cosas que decirle y una de ellas: que Debb era su hija.


La Hija SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora