Capítulo 1. Nuevo destino.
-¿Queda mucho?-Pregunto impaciente.
-Nada, ya estámos entrando en el pueblo.-Contesta mi padre.
-Os va ha encantar todo, ya verás. Además, ya tenemos amigos aquí.-Dice mi madre.
-Si, claro. Papá y tú. Pero nosotros no.-Digo enfadada.
-Parece mentira que no te acuerdes de Jesús y Dani, con lo amigos que érais.-Dice mi hermano mayor.
-¿Tu te acuerdas, no?-Dice mi madre, ahora dirigiéndose a mi hermano.
-Para no acordarse...-Dice David.
-Genial, ahora todos tenéis amigos, menos yo.-Reprocho.
-Que no. Ya verás que en cuanto veas a los gemelos, te acuerdas de ellos.-Dice mi madre.
-Llegamos.-Dice mi padre apagándo el motor del coche.
Salgo del coche, después de mi hermano, y me estiro. Ya no me acuerdo ni del tiempo que llevo en el coche. Miro a mi alrededor, y sé que no será fácil hacerme a la idea de que este es mi nuevo hogar. Mairena. Entro en casa, arrastrándo mi maleta de mala gana, y subo las escaleras, rumbo a la que será mi nueva habitación. Entro en una habitación, que es toda azúl, por lo que supongo que esa no es la mía. Entro a la de al lado, que sí parece ser la mía. La observo, y suspiro, creo que me va ha costar más de lo que pensaba. Decido deshacer la maleta. Una vez deshecha, me tiro en la cama, con una caja, en la que guardo todos los recuerdos de mis amigos de Madrid. La abro, y aparece lo más reciente, las cartas de despedida. Las leo, en todas, más o menos, pone lo mismo. "Nunca te olvidaremos." "Acuerdate de nosotros." "Nunca cambies." Lo típico. Luego voy sacándo fotos, y ojeándolas. Y encuentro algo, que no es de mis amigos de Madrid. Más bien, no tengo ni idea de quien es. Son dos niños, muy parecidos, casi idénticos, y yo salgo en medio de los dos. Si no me equivoco, serán Jesús y Dani.
-Hija, esta noche cenaremos en casa de Eva y Carlos.-Me interrumpe mi madre, entrando en mi habitación.
-Vale. Oye mamá. ¿Estos son Jesús y Dani?-Pregunto, entragándole la foto.
-¡Si! ¿De dónde has sacado esta foto?-Pregunta ella, observándola tiernamente.
-No lo sé. Estaba en esta caja.-Digo señalándola.
-La voy a enmarcar, ¿Vale?-Dice mi madre emocionada.
-Como quieras mamá, pero la pones aquí, eh. Que te la quedas y no me entero.-Digo riéndo.
-Vale.-Dice ella riéndo también, y sale de mi habitación.