-¿Ves? No dices nada, porque sabes que tengo razón.-Digo.
-Mira ________. Lo mejor esque lo dejemos. Yo te quiero, pero siento que esto no va ha ninguna parte.-Dice.
-Si quedas con chicas que van detrás tuyo desde que te comías los mocos, pues normal que no vaya a ninguna parte.-Le reprocho, enfadada.
-Pero entiende que es una amiga.-Dice.
Yo me quedo callada, porque no me apetece discutir más por este tema.
-Entonces...-Empiezo a decir.
-Si ________. Y cuando dejes los celos, a lo mejor somos hasta amigos.-Dice resentido.
Se levanta, y me deja allí, sentada en el cesped.
-¿Qué haces aquí?-Pregunta unos mimutos después alguien desde atrás.
Me giro, y veo a Miguel.
-Miguel.-Saludo de mala gana.
-Preciosa.-Dice sentándose a mi lado.-¿Qué haces aquí, tan sola?
-Pues nada, acabo de discutir con tu primo.-Digo.
-Mi primo es tonto.-Dice Miguel.
-¿Por qué?-Pregunto.
-Teniendote a ti, yo no se que hace tonteando con todas.-Dice.
Yo me quedo callada, porque no se que decir. Una cosa tengo clara, se está declarando.
-_________, me gustas, me gustas mucho. Desde el día que llegué siento algo muy especial por ti, algo que no había sentido por nadie más.-Dice.
-Miguel, yo... yo quiero a tu primo.-Digo incómoda.
Sin decir nada más, me besa, pero yo me aparto.
-Miguel, te acabo de decir que quiero a Jesús.-Digo apartandome.
-¡MIGUEL!-Grita Jesús mientras viene corriendo.
Sin decir palabra, pega a Miguel.
-¡Jesús!-Grito.-¿Qué haces? Que es tu primo, imbécil.
-Para que la próxima vez se lo piense antes de besar a mi novia.