-¡_______, levántate ya! Acuérdate de que has quedado con Elena y Blanca.-Dice mi madre entrando en mi habitación.
Hace exactamente un mes que llegué a Sevilla, y ya estoy completamente integrada. Yo pensaba que me costaría más, sinceramente. Aunque con esta gente, cualquiera se integra enseguida.
-Vamos _______.-Repite mi madre.
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-Mamá, me voy para casa de Blanca, que hemos quedado allí, luego te veo.-Me despido de mi madre dándole un beso en la mejilla.
-Vale cariño.
Mientras estoy de camino a casa de mi amiga, sigo pensándo en las cosas que me han ocurrido este último mes.
-¡Hola!-Dice mi amiga abrazándome.-Vamos para el parque, que Elena ha dicho que nos espera allí.
-¿Y cómo así nos espera allí?-Pregunto mientras andamos.
-Ha quedado con Dani, ya sabes.
-Esos dos tienen algo, eh.-Digo riéndo.
-Hacen buena pareja, la verdad.
-Pues sí.-Admito.
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-¿Qué tal con Dani?-Interrogo a mi amiga, mientras estamos sentadas en la mesa de una cafetería.
-¿A qué te refieres?-Dice incómoda.
-Elena, que a nosotras no nos engañas.-Me ayuda Blanca.
-Bueno, algo hay por ahí, pero no me quiero hacer ilusiones...
-¿Por qué no?-Pregunto confundida.
-Tu no conoces a Dani. El es más de líos, y a mí eso no me va.-Dice mi amiga.
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-¡Ya estoy aquí mamá!-Grito cuando entro en casa.
-_______, cariño, ven a la cocina un momento.
-Dime.-Le digo cuando entro.
-Ha llamado Dani. Y ha dicho que le llames, que necesita hablar contigo.-Me informa mi madre.
-Bueno, pues ahora lo llamo.
-¿Y qué tal todo? Hace tiempo que no hablamos. ¿Ya te has ligado a alguno del pueblo?
-¡Mamá! ¡Claro que no!
-Bueno, pero a alguno le habrás echado el ojo.-Dice riéndo.
-Que va.-Digo con disimulo.
-Oye, que soy tu madre. ¡A mí no me engañas! Yo se quien te gusta...-Dice giñándome el ojo.
-¿Y quién “me gusta“?-Pregunto haciéndo comillas con los dedos.
-Dani.
-No, mamá. Te equivocas de gemelo.-Digo confesando que me gusta Jesús, y ella se lleva la mano a la boca.
