Capítulo 34: Nadie Juega Limpio

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“Por favor, que no le pase nada” recé en mi interior. Recé en silencio sabiendo que no podría forcejear con Justin. Lágrimas calientes corrieron por mis mejillas. Agradecí que Justin no pudiera verme ya que estaba boca abajo en su espalda.

Cuando llegamos a mi coche me bajó. Puso una mano en mi cara y otra en mi cadera.

-Tienes que irte – deslizó su mano a mi trasero y sacó la navaja del bolsillo – Parece que me has escuchado – sonrió observando la pequeña arma – No te deshagas de ella – me la devolvió – tengo que volver para ocuparme de unos asuntos.

-¿Vas a ayudar a Zayn? – me sorprendí. Era inimaginable.

-Lo necesito vivo para el plan que tengo pensado – sonrió mordazmente – Conduce a tu casa.

-Pero …

-____, este no es tu sitio, ¡maldita sea! ¡Haz caso por una jodida vez!

-Bueno, entonces … – pasé mis brazos por su cuello aproximándome a él – Llámame cuando hayas llegado a tu casa – susurré.

-Estaré bien – besó mi frente – ahora vete.

* * *

Había conducido todo el camino a casa sumida en mis pensamientos. Ni siquiera la música a todo volumen había podido evitar que las voces de mi mente sonaran más alto.

Estaba en coche. Apoyada en el volante y con mi cabeza escondida en mis manos. No tenía fuerzas para levantarme y salir a la calle para entrar a casa.

Zayn y Justin juntos … era imposible imaginarlo. No paraba de comprobar mi móvil. Esto era mucha presión. Zayn en aquel tugurio jugándose un montón de dinero estando herido, Justin siguiéndome hasta el jodido infierno para cuidarme, la partida de billar, el disparo … maldita sea, ¿alcanzó a alguien ese disparo? ¿Y si nadie disparó a Zayn? ¿y si Zayn también llevaba una pistola?

¿Y que demonios quería planear Justin con Zayn? ¿Era posible que trabajaran juntos? ¿Para qué? ¿Contra MF en todo caso? ¿O negocios retorcidos? Oh, mierda … ¿y si Justin iba a torturar a Zayn?

El móvil empezó a sonar. Estaba tan nerviosa que se me cayó entre los dedos. Cuando lo recuperé acepté la llamada torpemente.

-¡Justin!

-Nena, estoy en el coche …

-Oh, Dios, ¿estáis bien?

-Nada a lo que no estemos acostumbrados – contestó. Deduje que habían peleado.

-¿Quién contra quién? ¿A quién dispararon? Dime que no estás muy herido – rogué.

-Yo estoy bien, tan solo me di de puñetazos en el bar con unos imbéciles. El disparo lo hizo Zayn, pregúntale tú que pasó, va a tu casa … armado – agregó.

-¿Habéis hablado? – pregunté dudosa.

-Cruzamos unas palabras – dijo sin darle la menor importancia – ¿Cómo estás tú?

-Bien … impactada, pero bien – admití – ¿Qué vas a hacer ahora?

-Tengo asuntos pendientes. Te llamaré mañana – musitó – Ten cuidado con Zayn.

Colgó. ¿Qué tuviera cuidado? ¿Qué se creía? ¿Qué Zayn iba a pegarme un tiro a mí? O … “Quizás esté preocupado por lo que hagas con Zayn, idiota. Recuerda que es un celoso nato” Me dice la diablesa interna. Me encogí de hombros. Ya estaba más relajada. Yo jamás me tendría que cuidar de Zayn … Con todo lo que había pasado me di cuenta de que él, aparte de mi novio, había sido un amigo en quién confiar que me apoyó en todo momento. Lo echaba de menos …

Behind My Steps (Justin Bieber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora