¿Mejores Amigos? [Mikayuu]

Capítulo 10

Shinoa POV

En esto momento mi objetivo es Mikaela Shindou.

Lo veo caminar hacia su locker, y una vez que lo abre me acerco a él

—Hola Mika-san —digo.

Él brinca del susto y cierra la puerta de su locker para poder verme.

—Hola Shinoa —dice.

—Qué tal, cómo te va —digo.

—Pues bien —dice con duda.

—¿Qué te parece la amistad de Yuu-san y Narumi-san? —interrogo.

—No es de tu incumbencia —dice y toma sus cosas.

Está apunto de irse pero susurro algo.

—¿Te molesta que Yuu se enamore de Narumi?

Mika para su andar cuando me escucha, veo su cuerpo tensarse, y aunque otras personas se hubieran alejado por el temor a que Mika les haga algo, yo me quedo en mi lugar con una sonrisa.

Voltea hacia mí y en su rostro se ve la furia.

—No me importa si Yuu quiere salir con Narumi, con tal de que sea feliz.

Miro mis uñas con desinterés, sonriendo.

—¿En verdad te crees eso Mika-san?

De repente todo el rojo de la cara de Mika ya no es de enojo, sino de vergüenza o tal vez de miedo. Alguien ha descubierto su secreto.

Pongo mis manos por detrás de mi espalda, y como siempre hago para intimidar a las personas, camino alrededor de él.

—¿En verdad estás enamorado de Akane? —susurro.

Que bueno que ya no hay nadie en los pasillos.

—¿Te pones celoso cuando alguien está cerca de ella?

Mika ahora parece confundido.

—¿Crees que entre Yuu y tú solo hay amistad?

Levanta su rostro y me mira.

—¿Te molesta que otros chicos se acerquen a Yuu?

Enrollo mi cabello en uno de mis dedos.

Mi caminar alrededor de él es lento.

—Y sobre todo —me acerco a él y levanto su rostro para que me mire—. ¿Te gustaría ver a Yuu besando a Narumi?

Él se aleja de mí y me empuja, por lo que caigo sentada al suelo.

Lo logré, Mika está muy enfadado, pero está aceptando lo que siente por Yuu.

—No es fácil Shinoa —dice con enojo dando vueltas y jalando su cabello—. No aguanto más ver a ese imbécil cerca de mi Yuu-chan.

—Ya lo aceptaste —sonrío mientras me levanto.

—Sí, no me gusta Akane, no sé ni en que pensaba cuando le dije eso a Yuu-chan —suelta un grito—. Me gusta Yuu-chan. No, no me gusta —dice—. Estoy enamorado de él.

—Hasta que al fin te das cuenta —digo—. ¿Y ahora que harás?

—Acabar con esta confusión.

Solo una semana bastó para que Mika-san se diera cuenta de que ama Yuu-san.

Esto lo quiero ver.