Libertad al amanecer.

Avanzando.

-¿Que escribes? -Me preguntó a mis espaldas. Yo solté una risilla.

-No es asunto tuyo. -Ya casi terminaba.

-Bueno... Es mi pared. Mi obra de arte. Te meterás en un lío si la estropeas -Me amenazó con un tono extremadamente dulce.

-No  me jodas, Jey. Ya casi queda... sólo me faltaba la ultima palabra y ya está.

Me tarde mi tiempo en escribirla, preocupándome de usar mi mejor letra posible. Rayé en una esquina de su mural, calculando las medidas justas, y el tamaño perfecto de las letras. No despejaban la atención de las de abajo, ni del paisaje, pero sin duda no pasaban desapercibidas.

-Ya está -Me volteé con una sonrisa en los labios -Ahora tiene algo mío.

Se levantó de la cama, directo a mis labios. Me besó por unos segundos, antes de acercarse a la pared para leer mi huella.

-"Odio las alturas...pero estoy cayendo por ti" Me gusta. ¿Qué significa?

Prácticamente me arrojé a sus sabanas y escondí mi cara tras ellas. Era tan obvio para mi...no esperaba tener que explicárselo. Era muy vergonzoso. Muy...cursi, y esas cosas. Se metió bajo las sabanas, y me acercó a él con ambas manos en mi cintura. Pegó su frente a la mía y gimió cuando lo besé de esa manera tan cínica mía. Como cuando quería salirme con la mía. Lo había aprendido con Neon. Era una forma de besar tan persuasiva. Era mi mejor arma.

-Hagamos un trato -Propuso en mis labios -Yo te explicó que significan mis letras, y tu las tuyas.

Bueno, vale. Era un buen trato.

-Hecho. Tu partes.

-Está bien, pero debes dejar de besarme, como si quisieras comerme.

-Es que lo deseo.

Se alejó un poco de mi, sin soltar mi cintura y sin dejar de mirarme. Me observaba con exactamente la misma expresión que aquel día en el techo de la casa de papá.

-La verdad es que me da un poco de vergüenza hablar de esto contigo, consciente de que tu situación es mil veces peor que la mía. Pero aquí vamos. Mis padres siempre fueron muy protectores, conmigo y con mi hermana. Era excesivo. Nunca podía salir, no tenía privacidad. Prácticamente compartía a Lucy con papá. Nunca pude vivir mi libertad. Cuando me vine a este departamento, aquí con Sam, eso buscaba. Luego estaba ella. Lucy era perfecta para mi. Pero finalmente mi libertad es lo único que tengo. Lucy no comprendió eso. Pero mi libertad significa todo. Siempre será obscuro antes del amanecer. Alguna vez escuché eso en una canción. Eso simboliza el amanecer, y mi libertad es también mi prioridad. Se que suena superficial, pero no lo es. Siempre pensé ambos conceptos en mi mente como uno. Como mi libertad al amanecer. Y entonces decidí rayarlo en mi propia privacidad.

-No suena así, deja de preocuparte por lo que todos los demás dirán. Si eso es importante para ti, entonces lo es y ya. No debería importar tanto lo que yo piense -Opiné.

-Bueno, es tu turno. Estoy seguro que eso significa algo. Si no es así, pasame pintura porque lo quito en dos segundos.

-¡Hey! -Lo golpeé suavemente en el hombro -Es algo cursi... pero que más da. Desde Neon, jugaba seguro con los chicos. Nunca sentí nada. Los tomaba, y dejada a mi gusto. Se que suena cruel, pero o vas a querer todas las partes de mi, o no tomas ninguna. Y aún así, contigo me estoy arriesgando. Ya siento cosas por ti. Si todo esto lo hubiera sentido por Tyler, puedes apostar que ya habría cambiado mi numero para sacarlo de mi vida. Pero decidí confiar en ti. Siempre he odiado las alturas, lo peligroso, lo real. Pero estoy cayendo por ti, Jey. Te mentiría si dijiera que no tengo miedo. Jamás he tenido mas miedo en toda mi vida. Pero nunca me había sentido tan segura. Realmente, eres mi única fantasía.