Encontrándome.

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-¿Ese cabrón fue tu novio? No me lo creo.

Hice una mueca.

-Y que lo digas. Salimos por mucho tiempo. Fue el único chico con él que estado. formalmente, quiero decir.

Soltó una carcajada.

-¿Por que terminaron?

Upa, mala pregunta. muchos recuerdos, ninguno feliz.

-No nos entendíamos. No dió para más.

-¿Y si ese fue el único chico con el que haz estado, Quién es este de atrás?

Me reí de verdad por primera vez en el día.

-¡Nial no es mi novio! ¡Es mi hermano! -Le respondí entre carcajadas.

-Bueno, eso explica mucho.

*** *** *** *** *** *** ~0~ *** *** *** *** *** ***

Caminé silenciosamente para no despertarlo. La maderas crujían con mis pies, a pesar de estar sin zapatos. Cerré las puertas a mi espalda con un sonido sordo.

Jey estaba jugueteando con el control remoto, sin observar nada en realidad. En cuanto entre al cuarto levanto la vista en mi dirección. Vacilé sobre si acercarme o no.

-Ya está dormido -Murmuré -Creo que mañana se va a despertar con resaca. Quiero hablar con él, así que me quedaré.

No pretendía hacerlo parecer como si lo estuviera corriendo de la casa, pero fue así como sonó exactamente.

-Bueno, entonces creo que debería irme. -Me respondió inseguro.

Se levantó vacilante del sofá y se encamino hacia la puerta. Justo antes de poder abrirla decidí arriesgarme.

-¿Quieres quedarte un poco más? -Pregunté sin tartamudear, llegando directo al grano.

Se dio la vuelta y me miro extrañado.

-¿Qué? -Le pregunté, ofendida por su mirada.

Negó con la cabeza.

-Me desarmas, Katie. No quiero parecer como el típico tío que le dice a su novia que es la única mujer que no entiende, pero un segundo me hechas, y al otro quieres que me quede. No se como esperas que reaccione.

Me encogí de hombros.

-La verdad, suenas exactamente así Jey. Solo unos minutos, para no sentirme tan sola.

Sonó como una excusa patética, pero era la verdad. Iba a estar sola toda la noche, en el departamento de mi hermano, quien seguramente dormiría hasta medio día, luego de haber visto a mi ex-novio entrando en un bar de mala muerte. Y eso que me sentía mejor que en la mañana.

Se quedo mirando en mi dirección por un segundos. hizo una mueca graciosa antes de volver a tirarse en el sofá. Palmeó suavemente a su lado y yo lo imité. Nos quedamos sin decir palabra por unos segundos.

-¿Puedo preguntarte algo? -Me dijo, rompiendo el silencio.

Como un acto de reflejo, me puse a la defensiva.

-Eso depende. ¿Qué quieres saber?

-Bueno...No te lo tomes a mal ¿Vale? Pero creí que tu novio era ese tío con el que hablaste ayer por teléfono. Además te echaste a llorar cuando terminaron de hablar entonces yo supuse que...

Me reí.

-Entonces, ¿Te confunde mi situación sentimental?

Me reí aún más fuerte cuando movió la cabeza enérgica y positivamente.

Libertad al amanecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora