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— Mabel, quieres dejar de buscar pantalones que me queden ajustados...me incomodan y no puedo moverme bien con esta ropa tan pegada...

Después de decir que teníamos que ir de compras, Mabel tomo mi mano y la de Bill y nos trajo al centro comercial, desde que llegamos Mabel empezó a traerme millones de pantalones de diferentes colores, al igual que playeras y camisas...pero todo era demasiado ajustado.

— Dipper, tú no sabes nada de moda, y con ese cuerpo que ahora te cargas, volverás loco a cualquiera si te pones lo que te digo... a demás de que resaltan tu enorme trasero — Mabel me dio una nalgada...¿Y se supone que es mi hermana?

Mabel!! Podrías dejar de hacer eso...ya tengo suficiente con Bill...a demás, mi trasero no es tan grande.

— Eso díselo a la talla del pantalón, costará mucho encontrar algo que no te "quede" tan ajustado, pero eso hace que resalte mas y volverás loco a Bill, créeme si aún no han tenido aquello...con esto ten por seguro que lo obtendrás pronto — mi cara empezó a sentirse caliente y mis ojos  empezaron a arder un poco, señal de que si seguía así, cambiarían a la esclerótica azul y pupila alargada

— Claro que me volverá loco — llegó Bill también con una pequeña montaña de ropa, pero está era un tanto grande...tal vez exageradamente grande — si haces que ocupe eso en público, es obvio que algunos otros se volverán locos y él único que puede ver, tocar y manosear ese templo soy yo — no se si sentirme feliz o avergonzado por sus palabras

Tú no entiendes nacho teñido, es un mal necesario

— Y tú no entiendes que es mío

Empezaron a discutir y después a alejarse, al parecer sostenían la platica de, «la ropa ajustada es la mejor y la ropa holgada me queda mejor».

Solo quiero quitarme esto de encima...ni siquiera me veo bien.

Me pare frente al espejo de cuerpo completo que había en una de las través cerca de donde estaba el probador...traía puestos unos jeans negros que gracias al entallado, dejaban ver que mis piernas ahora son delgadas y largas...resaltando mi...mi...no puedo evitar que mi cara se torne roja al ver en serio mi trasero...no es extremadamente grande, pero tampoco es el normal para un chico...aunque ahora mi cuerpo no parece el de un chico de dieciocho años...la camisa remarca la anchura de mi espalda, que ahora mis brazos ya no son hueso pegado a la piel, sino algo con músculo, al igual que mi abdomen...

Esto es algo exagerado, desearía poder regresar mi cuerpo a como estaba antes...

«Y por qué querrías eso...si esto fue lo que siempre deseaste»

Nuevamente sentí esa punzada en la cabeza, pero está vez escuche como de nuevo esa cosa me hablaba...creí que eso se acabaría cuando regresamos a nuestros cuerpos.

«Eres fuerte, alto, muy guapo...incluso me atrevería a decir que si alguien tendría que elegir entre tu y él...definitivamente te escogerían a tí...»

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, podía sentir las manos de alguien haciendo ese recorrido desde mi espalda baja hasta que llego a mi cuello y me rodeo de una manera..."protectora", la respiración de alguien en mi cuello y después sus labios rozando mi odio.

«Este es el cuerpo que siempre quisiste, siempre impulsado por los celos que le tienes a Bill...pero ahora dime, ¿Quién es quien te tiene celos?...solo debes ver la ropa que te trajo...es horrible, quiere opacar al actual tú, porque el único centro de atención...siempre debe ser él»

Cambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora