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Somos criaturas tontas é impredecible, capaces de sorprender al más sublime demonio.

Capaces de avanzar a pasos agigantados con nuestra joven é inexperta inteligencia, pero de la misma forma en que avanzamos, retrocedemos por un simple detalle.

Emociones.

Incluso el hombre mas sabio, puede cometer errores por enojo o por amor, las emociones pueden volver bruto al más inteligente, y cobarde al más valiente.

Los demonios no pueden sentir, o al menos no como nosotros.

El demonio del cual me enamore, al principio de su castigo estaba dormido, sus sentidos no reaccionaba pero fingía entenderlos.

Cuando su castigo termino, también termino ese estado dormido, lo cual trajo consigo un problema que se convino con los míos.

Él no sabía que surgió en él y porque lo abrumada tanto. Mientras estuvo dormido, los pequeños cristales del amor salieron de ese estado adormilado.

Pero no todo era rosa pastel, con los nuevos sentimientos despertados.

Antes era amor incondicional, ahora es amor con dudas y miedos que nunca me mostraste.

Teníamos que cambiar de cuerpo para darme cuenta que no eres el demonio confiado y bromista que dices ser.

Eres temeroso.

Inseguro.

Desconfiado.

Y todo eso lo ocultaste por no saber lo que significaba, seguiste el mismo camino que los más fuertes marcaron para ti, él demonio de los sueños que nació de los demonios mas débiles que se encontraban en el infierno.

En cambio yo, soy débil, testarudo, fácil de molestar y curioso.

Y gracias a esa curiosidad, leí sus diarios.

Y buscando ya no tener secretos entre nosotros, le conté sobre el echo de haberlos leído y se enfado.
Regresamos a Gravity Falls y nos encontramos con mi hermana, aun seguía molesto, pero a la vez triste.

Recibí el abrazo de Mabel...aun no me sentía confiado en mostrar emociones, aunque estuve mucho tiempo practicando para poder coincidir mis palabras, con mis expresiones.

Se que la lastime, y mas por la manera en que me fui, pero quería darle un espacio a Bill para que pudiera desahogarse, ya que le molesta que lo vea llorar...o tener un arranque.

No se solucionar problemas sin causar mas.

Una cualidad que no sabia que tenia y que ahora se que solo me trae mas problemas de los que ya tengo.

No podía dejar las cosas como estaban, al menos con Mabel, arreglar las cosas con Bill tendrá que esperar un poco, no quiero presionarlo y que vuelva a pasar lo mismo que nos separo de nuevo.

Espere hasta la noche, cabe presumir que he logrado tener un gran avance con los poderes de Bill, para poder ir a ver a Mabel en el Mindspace.

Tenía que disculparme.

Cuando fue el momento fui a la mente de mi hermana, y empecé a buscarla, siempre pensé que sus sueños serían un poco...color de rosa, uno muy chillante, con algún objeto amorfo, talvez un delfín con brazos o algo parecido. Pero en realidad era un poco menos colorido, de echo era algo deprimente.

Colores opacos, un arcoiris caído, los chicos ideales juntos en un árbol deshaciéndose de tristeza, es como si a una pintura recién echa con los mejores colores y con los mejores sentimientos, le hubieran rociado algún tipo de material que remueve la pintura y esta empieza a caer lentamente.

Y en una esquina te encontrabas tú.

Una pequeña nube de tormenta, o solamente de lluvia, sobre de tu cabeza, verte de esa manera hace que mi alma se estremezca y sienta como si alguien arrancará una parte de ella.

Me acerqué lentamente hacia Mabel, temía por su reacción, después de todo, ella debe estar mas que molesta conmigo.

— Ma...Mabel —toque su hombro levemente, y lo único que recibí fue un respingo, pero no alzó la cara, seguía viendo hacia la nada— Mabel por favor

Había tomado un poco mas fuerte su hombro é inmediatamente volteo para verme, un pequeño balbuceó que entendí.

Dipper...

Al principio pensó que probablemente podía ser parte de su sueño, pero cuando comprobó que era real, bueno yo esperaba algo peor que una cachetada.

¿Puedo sentir dolor a pesar de que es un sueño?

Mabel hizo que me sentara en mis rodillas y empezó a regañarme, no había manera de callarla, y no quise interrumpirla, después de todo...me lo merecía.

Caminaba en línea recta, de izquierda a derecha, en su tono de voz se escuchaba molestia y me decía lo mucho que hasta el momento la había preocupado, y que ahora le dejaba la carga de un depresivo demonio bipolar y su falta de conocimiento de emociones.

Cuando se detuvo, yo no supe que decir, no quería traer mas problemas de los que cause anteriormente por no decir o actuar como debería.

Pero ella si lo sabia.

Sentir sus brazos rodeándome, un sentimiento cálido se formó en mi pecho, lo único que debía hacer, era corresponder a ese abrazo que con tanto amor ella me brindaba.

Me sentía feliz.

Seguro.

Reconfortado.

Tal vez los demonios si sienten como nosotros, pero no existe nadie que les explique lo que significan cada uno de ellos.

— Te extrañe tanto... —escuchaba sus sollozos y el como mi hombro se sentía un poco mojado

Igual yo... — acariciaba lentamente si cabello, intentando evitar que este momento  no acabara

Sabes... no te queda para nada ser rubio, me gusta mas mi hermano castaño —no pude evitar soltar una risita por su comentario, pero me sorprendió cuando se separó de mi y me dejo ver su cara de asombro — p...pero...pero Bill dijo que tu no podías

— Bueno... eso no es del todo cierto — rasque un poco nervioso mi cabeza, a lo que ella solo puso mas atención a mis acciones, iba a empezar a explicar cuando el pequeño panorama se removió un poco, como cuando las televisiones pierden la señal.

Eso solo significaba que Mabel estaba por despertarse y ella lo noto.

Volvió a abrazarme

No quiero que te vayas

— Pienso regresar antes de lo que dije... solo...solo espérame, tal vez regrese antes de lo que crees

— Eso espero, porque no pienso hacerme cargo todo el tiempo de tu novio —me respondió burlona

Esta bien —todo se empezó a poner borroso y a tomar un color blanco

Quiero respuestas cuando regreses Mason








Despertó..

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