Ofuscación onírica

205 9 0
                                    

CAPÍTULO 22

¿Ofuscación onírica?

Veo como Derek se ríe y sonrío, pero en realidad no estoy escuchando lo que dice.

—Te veo dispersa —me dice Derek.

—Oh, no… no —digo negando con la cabeza.

—Intentando quitar algo de la cabeza ¿Verdad? —me pregunta y encojo los hombros—, o… ¿intentas mantenerlo en ella?

—No. Derek, te estaba haciendo caso —afirmo.

Se ríe y niega con la cabeza en un gesto que es de lo más adorable en él.

—¿Quieres postre o café?

—No, gracias. —Estoy a punto de decirle “no quiero café, quiero ir a casa y saber qué significa tener ofuscación onírica”. Por suerte no lo digo— Pide tú si quieres.

—No, pido la cuenta y nos vamos, que es tarde.

Tras pedir la cuenta y pelearme con Derek por pagar a medias la comida (y muy a mi pesar, no conseguirlo), me lleva a casa y veo que el coche de Rubén —el novio de Janet—, está en la plaza sobrante de aparcamiento, así que deduzco que estarán en casa.

—¡Buenas tardes! —grito nada más abrir la puerta de casa.

En cuanto veo a Janet no sé si decirle lo que me pasa últimamente, pero está claro que cuando se vaya Rubén.

—Hola —me saludan ambos.

—Rubén se iba ya —me dice Janet.

—Nos vemos —contesta Rubén dirigiéndose a mi.

—Nos vemos —le contesto lo mismo pero con tono afirmativo.

Cuando Rubén se va, decido decírselo.

—Janet —le digo llamando su atención.

—Uy, ese tono —me dice como reprochando.

—Es que Ian me ha dicho…—no me deja terminar cuando añade un comentario que me hace reír.

—Ian, es que cada vez que oigo su nombre me recuerda al buenorro de Crónicas Vampíricas —dice y estallo a carcajada limpia— Ian Somerhalder.

—Parecemos adolescentes suspirando por chicos —digo yo— ¡Tienes novio, so boba!

—Anda, anda, ¿qué me tenías que decir?

—Eso —digo volviendo al tema—, que me ha dicho que cree que tengo ofuscación onírica.

—¿Ofu… qué? —me responde.

—A ver, que no tengo ni idea, pero si analizas el tema, ofuscación quiere decir confusión ¿no? —Janet me mira y asiente—, onírico, sueños… La verdad que tiene sentido.

Appassionata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora