Largo viaje, eterna espera.

142 12 0
                                    

*Capítulo sin corregir, perdón por las faltas de ortografía*

CAPÍTULO 26

«Te necesito ahora mismo, me necesitas más que yo a ti, corremos peligro»

Leo y releo el mensaje de Ian. ¿Por qué me necesita? ¿Por qué corre peligro? ¿Por qué corro peligro? No lo puedo llamar, no me puede llamar, no me contesta a más mensajes y ¡Tengo frío!

Salgo corriendo al apartamento, deshaciendo las vueltas que he dado hasta llegar al banco en el que estaba estancada.

—¡Creí que no vendrías! —me grita mi madre nada más entrar en casa.

—Mamá, ahora no puedo —le digo mientras voy hasta mi habitación y me siento en el escritorio y enciendo el ordenador que usaba cuando vivía aquí.

Busco compañías de tren Madrid-Milán pero no encuentro. Cambio de compañías de tren en cuanto veo que no hay viajes hasta Milán.

‘No encontramos resultados que se ajusten a su búsqueda’ —Mierda.

Solo se me ocurre buscar vuelos. ¿Por qué estoy actuando así? ¿Por qué me importa tanto Ian?

Vuelo más económico: 363€*

No puedo gastarme tanto dinero para eso, tengo reservado mi vuelo para dentro de tres días, pero no me deja cambiar la fecha si no quiero pagar de más.

Recibo un mensaje y agarro el móvil rápidamente.

Ian: Iré yo para allí y volverás conmigo.

¿Cómo piensa venir este chico hasta España?

Que yo sepa, el que esté en mi misma universidad es porque él también se presentó a una beca y se la aceptaron, dudo que le sobre el dinero como para gastarse 363 euritos.

Contesto su mensaje con un no rotundo y automáticamente recibo otro mensaje.

Ian: Iré en moto.

¿En moto? ¡¿En moto?! ¡Hay unos 1.580 kilómetros! Piensa viajar casi 15 horas… Piensa llevarme de vuelta otras 15.

—Este chico está loco.

Es invierno, las carreteras están cubiertas de una fina capa de hielo, no puede viajar en moto, así que respondo a su mensaje.

Yo: Ni se te ocurra venir, es invierno, llueve, es peligroso.

Ian: Estoy en un área de descanso echando gasolina por segunda vez en el dichoso viaje, estoy en Francia, nos vemos.

Casi me imagino su sonrisa y sus manos tecleando el mensaje para justo después guardar su móvil en una pequeña mochila, y digo casi porque mi madre interrumpe mis bonitos pensamientos.

—Shanon ¡Cómo se te ocurre tener esa falta de respeto conmigo! ¡Soy tu madre!

—Peor falta es abandonar y olvidarse de personas que realmente te quieren, así que habla de respeto con tu hijo, no conmigo —le contesto a mi madre mientras echo a la cama mi bolso y tiro mis botas a un lado de la habitación.

—De nuevo, lo haces continuamente. Has abierto el cajón… —deja la oración a medias, por lo que me veo en la gloriosa labor de completarla.

—De mierda, sí, he abierto el cajón de mierda, y de nuevo.

—¿Desde cuando eres tan malhablada?

—Desde que mi vida se convirtió en un sufrimiento, mamá.

—¿Sufrimiento? ¡Tú no sabes lo que es sufrir!

—¡Qué no lo sé! ¡Pasaste de mí después de que… —me atraganto con mis propias palabras, pero al final las escupo— te intentaran matar!

Su rostro cambia de enfado a dolor en una facción de segundo.

—¡Estaba destrozada! ¡Tú padre pasó de mí justo después de eso! Nunca me apoyó —dice las últimas palabras en un susurro que es apenas perceptible. Pero no soy una insensible, estoy con ella en esto y, joe, es mi madre, así que la abrazo fuertemente mientras noto como su rostro se apoya en mi hombro.

—Lo siento —le digo mientras acaricio su cabello—, lo siento.

Después de unos minutos, levanta su rostro y me da una media sonrisa triste que me hace sentir más culpable si cabe.

 —Sabes que me duele volver aquí, mamá. Él sigue por aquí. —Mi madre intenta sonreír de nuevo para yo sentirme más protegida, como si no tuviera importancia que ese asqueroso asesino siga por las calles creando pánico y haciendo dios-sabe-qué, pero en vez de eso, mi madre hace una mueca y me hace sentir totalmente desprotegida, en sus ojos veo miedo y angustia, odiosos acompañantes que no se separan de ella ni en sus momentos más felices desde aquel odioso día, cuando aún teníamos una bonita familia unida, pero todo acaba, ya sea bueno o malo. Es difícil asimilar que todo tiene fecha de caducidad.

—Lo sé, hija, pero no olvides que por mucho que lo pases mal, por mucho que haya momentos malos, el amor sigue allí, el amor por alguien no termina de repente, normalmente dura y perdura, pero si no lo cuidas, se marchita y muere con el tiempo y el abandono. Ese amor no es el mismo que el que una madre le tiene a su hija. Por muchos enfados que haya, discusiones y gritos, una madre siempre ama a su niño, al niño que fue, es y será. Ella verá al mismo pequeño de siempre. Nos tenemos la una a la otra, cariño.

—Mamá, nos tenemos por épocas, ahora vivo en Milán. Eso no es fácil de llevar.

—Peor lo es para mí. Cuando tengas una hija, sabrás el sufrimiento que conlleva que se vaya de casa a otro país.

Las palabras no parecen bailar al ritmo que mis cuerdas vocales, lo que hace no emitir sonido alguno, tampoco sé qué decir. Tal vez otro abrazo sea lo más adecuado.

Miro mi reloj después de pasar un rato hablando con mi madre y me doy cuenta de que dentro de poco Ian estará aquí, pero me preocupan varias cosas; mi maleta perdida y el cómo se tomará que haya perdido su ‘regalo’ y, qué es lo que tanto le preocupa para venir hasta España en moto.

Mi teléfono suena, esta vez en modo de tono de llamada.

—Ya estoy en España, échale tres horitas, no te duermas, prométemelo.

—Prometido.

Tras eso, el teléfono emite un sonido indicando que la línea ha sido interrumpida.

ACLARACIÓN:

Como podréis ver, he tenido en cuenta que como es verdad, no todas mis lectoras sois españolas, así que he puesto algunas equivalencias que os pueden servir de guia, de todas formas podéis buscar en internet 'medida de conversión de monedas' y buscais para haceros una idea de cuando hablo de euros a lo que me refiero.

*363€ es equivalente a:

6.332,81 pesos mexicanos.

488,69 dólares.

3.992,36 pesos argentinos.

|NOTA DE AUTORA|

Hola, lectores;

Sí, son las 2:15 a.m. y aquí estoy, terminando el capítulo.

Espero que os haya dejado con la suficiente intriga porque es un poco tonto ese capítulo, solo quiero tener tiempo para escribir el siguiente y que os vaya gustando cada día un poquito más la novela.

VOTE AND COMMENT, PLEASE.

Besos,

Antía.

Appassionata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora