Jay
-Entonces, en 15 minutos salgo... ¿te espero y vamos por ahí?-
-Ay encanto, me gustaría mucho...-
-¿Pero?-
-Pero tengo que soportar a la odiosa hermana de Chester.-
-¿Es necesario?-
-Muy... Lo siento, te lo compensaré te lo prometo.-
Chienna miró hacia los lados para comprobar que nadie nos estuviera viendo y me besó rápidamente, luego me guiñó un ojo y se fue de la oficina dejándome solo.
¿Compensarme? El sexo no siempre funcionaba como compensación para mi, bueno quizás un poco; pero últimamente estaba teniendo muchas "compensaciones" por plantones, y eso no era algo que me agradara. ¿A quién le gusta que lo planten? Pero bueno, debía aguantar, además yo no estaba siendo del todo sincero con Chienna.
Ser el amante no era nada fácil, tener que esconder mis sentimientos delante de todos, cuidarme que no me vieran con la mujer con la que salía, no poder hablar sobre lo que esperaba hacer o las metas que tenía por cumplir con nadie, esas eran las peores consecuencias. No estaba siendo yo, no me sentía como yo, no me sentía Jay Alvarrez.
La mejor parte de todas era cuando volvía al departamento, pues cuando estaba con Alexis era cuando podía ser realmente yo. Llegué a casa e hice lo que se estaba volviendo como un ritual para mí; saludé a Alexis, me solté el cabello, me quité la incómoda corbata y la ajustada camisa, busqué un yogurt de la heladera y me senté en el mesón.
-¿Qué tal el día?-
-Agotador...no es un trabajo difícil pero te juro que me saca hasta las ganas de vivir.-
-Sinceramente ¿hablas de ser empleado de papá o de ser amante de mi tía?-
-¿Sinceramente? No se cuál es peor.-
-Necesitas un descanso, de todo...-
-Tienes toda la razón.-
-Oye, hoy rendí un práctico y me fue genial... Tenía ganas de celebrar con un maratón de alguna serie y comida en la cama, ¿te sumas?-
-Cuanta conmigo. -
Eso era lo que necesitaba, olvidarme al menos por un rato de Chienna, de su marido, del trabajo, de mi familia que no paraba de llamarme y preguntarme cuándo volvería, necesitaba relajarme y distraerme.
Unas horas después, Alexis y yo nos encontrábamos en su cama mirando una serie; junto a una caja de pizza, un pote de 1kg de halado y 7 latas de cerveza, todas vacías. Aunque más que mirar la serie, conversábamos, no parábamos de reir.
-No puedes estar hablando en serio.-
-Te juro que si. Tengo fotos en mi instagram que lo demuestran.-
-Tendré que revisar tu instagram.-
-Revisa todo lo que quieras, verás que si era yo.-
-Te creo Alexis, es sólo que es tan raro. Yo en ese racial cuando te vi subir pensé "como envidio a esa loca".-
-Es increíble que hallamos estado en el mismo recital hace dos años...y en campo vip.-
-Si ¿pero sabés qué es más increible aún?-
-¿Qué?-
-Que seas esa loca, ahora todo tiene más sentido.-
-Eres un idiota, y voy a matarte.-
Luego Alexis y yo comenzamos a forcejear. No de una forma violenta, sino que parecíamos dos niños jugando, y hasta comenzó a darme con una almohada; al comienzo me reí de ella, pero luego comenzó a golpearme mas fuerte así que volvimos a forcejear y le quité la almohada. Y sin darme cuenta, me encontraba sentado a horcajadas de Alexis, riendo cómo idiota.
-Jay...-
Y ninguno dijo más nada, pues nos estábamos besando. Y juro que es ese momento, me sentí más Jay Alvarrez que nunca.
*-*
Alexis y Jay en multimedia 💕
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Concubinos
Short StoryEs verdad que a los hombre les atraen las mujeres mayores. También es verdad que las mujeres no paran hasta tener al hombre que quieren. Pero sobre todo, es verdad que las personas que conviven establecen un gran vínculo. Era un claro y sencillo a...