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Chienna

Y allí me encontraba otra vez, en ese espantoso bar, ahogando mis penas en alcohol. ¿Era posible que tuviera tanta mala suerte en el amor? ¿Acaso nadie podía amarme? Todos se cansaban de mi, y me tiraban como un viejo trapo sucio.

Primero Chester, luego Jay; estaba destinada a que nadie me amara, esos últimos días habían sido los peores de mi vida, lo estaba pasando muy mal y Chester lo había notado. Intenté disimularlo pero me era imposible.

¿Pero saben que fue lo peor?
Lo peor fue la captura de pantalla que me envió mi cuñada, escribiendo "son lo más lindo que hay".

-Descarados.-

La furia que me recorría era intensa, yo no usaba redes sociales pero sabía perfectamente que era una publicación de Instagram; una que había realizado Alexis, con una foto de ella y Jay en la playa con la fecha de ayer.

Tomé de un solo trago lo que me quedaba en el vaso y salí a toda prisa. Necesitaba calmarme y una explicación, si bien Jay me había terminado, no podía ser que siguiera viviendo con Alexis y comportándose como pareja felíz.

Cuando llegué al departamento subí de prisa, toqué tiembre y fue Alan quién me abrió.

-Hola Tía ¿todo bien?-

-Hola Alan, si. Tengo que hablar con Jay algo ¿él está?-

-Si, en el cuarto. Le avisas enseguida que me voy. Ya llamé un Taxi.-

-Si Cielo, yo le aviso. Adiós.-

-Adíos Tía.-

Apenas se fue mi sobrino me dirigí al cuarto de Jay. Golpeé la puerta varias veces pero no salió, así que entré sin permiso, pero él no estaba ahí, la habitación estaba completamente vacía y ordenada.

Por un momento creí que talvez el ya no estaba ahí, que se había mudado al fin; pero descarté eso al oír su risa, su hermosa risa que sonaba muy fuerte en coordinación con la de mi sobrina. Ambas risas provenían de la habitación de Alexis, al ver la puerta abierta entré sin más llevándome la peor de las sorpresas; ambos en la cama, besándose desesperadamente.

-Desgraciados.-

Ambos se alarmaron al verme, sus estúpidas caras eran de preocupación y horror; se bajaron de la cama y se separaron al instante.

-Chienna ¿Qué haces aquí?-

-Tía, podemos explicarte.-

Ambos lucían aterrados, nerviosos e incluso desesperados; pero yo, estaba furiosa, decepcionada y despechada.

-¡¿Explicarme qué?! ¿Qué se rieron de mi a mis espaldas y me tomaron por idiota? ¿Qué fingían estar de mi lado, ser solamente "concubinos", y en realidad se revolcaban? ¡Seguro disfrutaban saber que yo no lo sabía!-

-No es así tía. Ésto fue complicado y se dio hace muy poco...-

-¡Qué hipócrita eres! Tú le hechaste el ojo apenas lo conociste, te propusiste quitármelo ¡¡Y lo lograste, zorra!!-

Quise acercarme y arrancarle pelo por pelo, pero Jay se interpuso en mi camino.

-No la trates así Chienna, estás muy alterada.-

-¡Y tú no la defiendas! Me das asco Alexis...-

-Lo siento.-

-¿Lo sientes? Hubieses pensado eso antes de acostarte con mi novio.-

-¿Tú novio? Jamás lo fui...solo era tu amante. A quién utilizabas, sólo cuando te cansabas de tu marido. ¡Admítelo!-

-Me duele que pienses así... Tú admite que te enredaste con ésta cualquiera sólo por calentura.-

-¡NO! Yo a Alexis...-

-¡No te atrevas a decirlo Jay!-

-¡LA AMO! MIERDA... LA AMO.-

Mis ojos ardían, y las lágrimas no tardaron nada en aparecer, pero el hombre que creí "el amor de mi vida" no se acercó a consolarme, para nada... Él fue hacia Alexis, quién lloraba como niña abandonada; se abrazaron sin importarles en lo más mínimo que yo siguiera allí.

-No quiero verlos nunca más en mi vida. Ustedes están muertos para mí.-

*-*

La captura que recibió Chienna en multimedia 📷🔥

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