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Jay

Sí me estaba comportando como un niño, sí era un orgulloso, y sí me pasaban cosas con Alexis.

Logré asimilar eso, al tardar sólo segundos en salir a buscarla. Luego de que su padre me dijera que había hablando con ella y sonaba rara, fui al departamento y ella no estaba ahí; no contestaba su celular, y su amigo Nathan me había dicho que salieron de clases hacía varias horas.

Estaba muy preocupado por ella, me sentía culpable, habíamos discutido hacía una semana y después de eso no volvimos a hablar; yo la ignoraba, y pude notar cómo esa alegría y efusividad que tanto la caracterizaban fueron desapareciendo. Y yo no hice nada para evitarlo, me sentía un idiota.

Mis ojos se iluminaron cuando por fin tuve en mi campo de visión a Alexis, estaba en una disco en la cual solía frecuentar junto con Nathan.

Grité su nombre para llamar su atención, la música estaba muy alta por lo que era difícil que me oyera, y cuando me vió su expresión cambió severamente. La vi pronunciar mi nombre, noté cómo sus piernas flaquearon y comencé a acercarme a ella; cuando llegué a su lado, se desvaneció sobre mí.

Corrí lo más rapido que pude hacia el auto, conduje hasta el departamento y la llevé a su cama, en todo el trayecto ella no despertaba; humedecí un paño y lo puse en su frente, luego me senté a su lado a esperar que reaccionara.

Se veía tan débil, cómo una niña pequeña, me daba ternura. Acaricie su mejilla suavemente, ella notó mi tacto y comenzó a moverse hasta despertar.

Me sentí feliz y aliviado de que estuviera despierta y bien, pero ella no me observaba de una forma muy amistosa.

-¿Estás bien?-

No dijo palabra, solo asintió.

-Estaba preocupado por tí, ¿qué consumiste?-

-Mucho alcohol.-

-¿Solo alcohol?-

-¿Desde cuándo te importo?-

-No digas eso, siempre me importaste.-

-Eso no pareció esta última semana.-

-Se que estuve mal, pero tienes que entenderme. Ésto no ah sido nada fácil.-

-¿A qué te refieres, a haberme besado o a estar evitandome?-

Ella sonaba molesta.

-Me refiero a todo. A estar tanto tiempo lejos de mi casa, de mis padres y de mis amigos, a no tener con quién hablar sobre cómo me siento, a jugarme tanto por una mujer a la que no amo, a tener en el cuarto de al lado a la persona que realmente quiero...-

-Si me querrías no hubieses sido tan idiota.-

-¡Es que me siento solo!-

Y esa era la verdad, desde que estaba en California con la única persona que me sentía cómodo era con Alexis, con ella era con quién podía ser yo sin miedo a hacer o decir algo equivocado; cuando nos besamos sentí que todo eso iba a cambiar, que la confianza iba a desaparecer y que ya no iba a tener a nadie con quién contar. Estaba equivocado.

-No estás solo, me tienes a mí.-

-Y eres a la única que necesito. Lamento ser un cobarde.-

-Demuestrame que no lo eres.-

Cómo una señal del universo, mi celular comenzó a sonar mostrando en la pantalla que Chienna estaba llamándome; Alexis miró el celular y luego a mi. En ese momento tomé una de las desiciones más importantes de mi vida, corté la llamada.

Sin poder resistirme la besé, ella me besó igual; esa fue la mejor noche de toda mi maldita vida.

*-*

Alexis en multimedia 👑

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