Los dos hombres estaban sentados frente a frente, separados por una vieja mesa de bar, ambos sosteniendo una taza que llenaba sus cuerpos de calidez contra la nieve que caía fuera. Uno cargaba entre sus largos y venosos dedos una taza de café amargo; y el otro, con sus pequeñas y dulces manos, sostenía un tazón de chocolate caliente con crema. Cada uno era diferente y, sin embargo, sus miradas parecían conectarse a la perfección incluso entre la marea del silencio. Existía un hilo de timidez entre aquellos vistazos que se instaban de tanto en tanto, como si la ausencia de voces hiciera la situación incómoda, pero ambos, internamente, estaban de acuerdo de que la inexistencia de charla no era incómoda, sino que atraía un ambiente sosegado y agradable.
No obstante, el silencio nacido entre ellos no duró mucho, pues ambas presencias sabían a qué habían ido allí y la razón no era para sólo tomar y compartir una taza de líquido caliente. Fue JiMin, entonces, quien tomó la palabra después de su saludo y un rato de calma.
—Aurora... —comenzó el rubio, observando la tibia taza entre sus manos— ella era una amiga que tuve en mi infancia. Eso te lo conté.
YoonGi alzó la vista al contrario y oyó con atención las palabras que salían de sus abultados labios, sumergiéndose en la historia que pronto contaría.
—Sí... eso lo sé.
—Pues, Aurora Feraud... falleció a sus doce años. Vivía en un lugar un tanto alejado de la ciudad, fue adoptada por su madre en Francia cuandoteníasiete. Ella... era rubia, traje un montón de fotos para que puedas ver... —JiMin sacó de su mochila un pequeño libro donde había dejado enganchadas un par de polaroid y fotos viejas y gastadas con el pasar del tiempo. Se las entregó a YoonGi por encima de la mesa, observándolo esperanzado—. Siempre solía vestir ropa de niño... era una niña bastante única en aquellos tiempos.
YoonGi lo miró, un tanto extrañado a decir verdad, pero se mantuvo serio y le dedicó toda su atención mientras recibía las fotos de Aurora y JiMin juntos. Sostuvo una pequeña entre sus manos donde se notaba a la niña con una expresión seria, expresando toda esa rebeldía que cargaba encima y la seguridad en sus ojos. El pelinegro no supo distinguir el sentimiento que se recargó sobre su pecho y destiló en sus ojos un deje de melancolía.
—Era muy bonita... —musitó con la mirada puesta en las fotos.
—Lo era —aseguró JiMin—. Fue una niña grandiosa. Muy inteligente y amable con todos. Sabía sobre un montón de cosas y me enseñó muchas otras, también. Aprendí mucho de ella.—Él mantuvo la vista pegada a YoonGi en todo momento al hablar.
JiMin le habló sobre la llamada de la madre de Aurora en aquel día en el que su niñez se hizo un poco más oscura. Le contó sobre el misterio que ahondaba toda esa situación y la soledad que lo amparó los días que le siguieron a ese. Mencionó la casa donde antes vivía, el color blanco de la madera exterior y el campo de margaritas detrás de ésta.
YoonGi dejó las fotos sobre la mesa y se tocó las manos al sentirlas picar, asintiendo a cada palabra que dejaba salir JiMin de sus labios. Oía con sinceridad, pudiendo sentir el dolor ajeno en cada sílaba que se desprendía desde su lengua, entendiendo que aún todo ese misterio ardía en lo más profundo de su ser y que se reflejaba a través de sus pupilas. Sintió una puntada en el lado izquierdo de su pecho al ver una vasta esperanza en los irises brillantes de JiMin, como si aquellos ojos le estuviesen suplicando por algo que él no comprendía.
—Debió ser una gran chica y lamento muchísimo lo que ocurrió con ella... Pero, JiMin, yo... no estoy entendiendo —mencionó, apretando los labios y entrecerrando sus ojos en confusión—. No entiendo por qué... me has invitado a charlar sólo de ella. Comprendo que ella marcó una gran parte de tu vida y que tal vez hablar te haga bien o algo, pero, ¿por qué vienes a mí? No quiero sonar irrespetuoso, pero es un poco extraño, ya que no somos tan cercanos...
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Allergic to the arctic (CANCELADA)
أدب الهواةYoonGi es un joven agobiado por su propio inconsciente. JiMin es un hombre recién casado, obsesionado con el misterio de su pasado. Cuando ambos se encuentren, renacerán los temores y la frialdad que alguna vez existió en sus vidas e intentarán, a p...