A veces el karma no es tan malo

Especial Parrish, confusión, miedo, separaciones y un nuevo comienzo

Confusión es lo que principalmente siente, y toda ella comenzó en el día que murió o mejor dicho cuando debió morir porque hubo evidencia de que no fue un sueño o alucinación.

Cuando a la mañana siguiente del que creyó sería su último día de vida se levantó en el desierto completamente bien, saludable y sin ningún rasguño, quemadura o algo, solo se encontró con parte de su ropa carbonizada, pero por lo demás bien, inclusive en el piso había señales de la detonación de la bomba, y justo a algunos metros un compañero caído.

Pensando en lo que querría que hicieran si lo hubiesen encontrado en esa situación solo le quedo cavar un hoyo lo suficientemente grande para quien fue su compañero, trata de recordar su nombre y aunque le cuesta lo logra, era Camdem, y mientras cava el hoyo trata de recordar toda su vida, descubriendo que le cuesta un poco de trabajo, inclusive la que fue su casa durante años no lo parece, como si todo hubiera cambiado de un momento para otro, como si viera a través de los ojos de otro, los recuerdos de otro, y encima la vida de otro, no sabe si sigue siendo el mismo porque se siente diferente, en cierto punto mejor, especialmente cuando logra enterrar a su compañero, buscar unas ramas y hacerle una cruz, todo esto que duro lo que supone como 2 horas por la posición del sol y todo esto sin sentir fatiga, está bien que ya se haya acostumbrado hasta cierto punto a las altas temperaturas, pero a este nivel simplemente le parece imposible para un ser humano, lo que le lleva a descubrir que hay una señal, algo que le llama, así que una vez logra su objetivo no le queda más que seguir su instinto, caminando por horas hasta que se hace de noche, sin comer, beber y aún más desconcertado sin cansancio, pero a pesar de todo se dice que es un humano y como humano necesita descansar, se tumba en la tierra y observa las estrellas, empieza a contarlas hasta que termina dormido.

A la mañana siguiente se despierta cuando el sol apenas va notándose en el horizonte y sigue la misma trayectoria o por lo menos eso es lo que siente porque se da cuenta que la sensación sigue ahí y es bastante fuerte, lo que no le deja de otra que seguir, confiando en que podrá salir de ese lugar, encontrar una ciudad, reportarse y de paso descubrir cuanto tiempo ha pasado desde que fue su último reporte.

Ciertamente le sorprende el que sus suposiciones sean correctas cuando divisa una ciudad después de una colina, se dirige trotando aunque extrañamente piensa que correr sería más apropiado y no le costaría nada, todo esto termina por espantarlo aún más porque no puede ser posible después de que no ha comido ni bebido en lo que considera 2 días y medio y viendo el desierto a sus espaldas solo se aterroriza más.

Lo primero que hace al llegar al cuartel es comer y beber, descubriendo que aunque no lo sintió necesario, su cuerpo se lo agradeció, lo que termina por alegrarle porque eso ya es un avance con todas las dudas que le aquejaban pasando tantas horas en el desierto, lo siguiente que hace es reportarse e informar sobre la muerte de su compañero que aunque le pesa no lo siente por completo, como si un manto de indiferencia lo cubriera, y aunque se asusta, es aún más tranquilizador el saber que sus familiares le han mandado cartas y eso hasta cierto punto le alegra aunque igualmente reconoce cierta indiferencia, observa la dirección de las cartas y después de hablar con sus superiores para dejar el ejército, por suerte es fácil y rápido después de hablar con un psicólogo que determina que sufre de estrés postraumático, se decide por ir a visitarlos, esperando que eso sea lo que le haga falta para poder recuperarse, recuperar sus pensamientos que ahora principalmente están centrados en viajar hacia una dirección que no reconoce, sus sentimientos que parecen adormecidos y su vida, algunos gustos, hobbies o hasta alguna relación que le haga sentir pertenencia.