Ausente ¿aliviado o preocupado? el tiempo lo dirá

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El día de hoy llegó más temprano a la comisaria, en parte por querer dejar de pensar en todo lo que pensaba, atormentarse por lo que ese nuevo sentimiento podría ser y por otra parte, muy contrario a su pensar anterior, terminar cuanto antes con ese día de trabajo, porque ya sea para bien o para mal acepto los términos del sheriff de vivir en su casa, lo que le causaba gran incertidumbre era pensar cómo debería tratar a Stiles, era obvio que el sheriff esperaba que se trataran como familia, y él estaría encantado de ser parte de ella, de hecho es lo que quería, pero había algo en el chico que lo llamaba de otra forma, aunque pensó que lo mejor sería dejar las dudas para otro momento, aprendió a dejar pasar sus inseguridades y problemas para el momento en que pudiera hacer algo desde que decidió regresar a su casa, descubrió que lo mejor era centrarse en algo extra que calmara su pensar y acallara ese sentimiento de incertidumbre, no siempre podía lograrlo e inclusive admite que tomando en cuenta el momento actual, no fue lo mejor esperar tanto, se pregunta qué hubiera pasado de venir directo a Beacon Hills después de su experiencia en el ejército, tal vez se hubiera sentido cómodo desde mucho antes, pues el lugar, más específicamente una casa en particular, le traía un sentimiento de hogar que ni con sus padres logró, está seguro que sus padres están felices por él, ayer pudo sentir un poco de calor en su corazón cuando después de contarles todo con lujo de detalle sobre sus primeros dos días ellos terminaron felicitándolo y agradeciéndole por no haberlos olvidado y hacerlos parte de su vida pese a la distancia, aunque también noto un poco de pesar al principio de la conversación, esta fue dispersándose conforme iba contando lo sucedido en la casa del sheriff y sobre tan particulares personajes.

Mentiría si dijera que espera que esta nueva vida sea perfecta porque no puede olvidar que sigue en Beacon Hills, donde las personas pueden desaparecer un día para que cuando se las encuentre sea en un hospital con ellos en coma, donde hay una especie de energía que lo llama, pero tampoco puede negar que aquí se ha sentido más cómodo de lo que nunca logro después de su nueva vida una vez abandonó el ejército y con la familia que ahora tiene no dudará en dar la vida por ellos, Hayden como su hermana menor, Valeria como su hermana, lo que le hace preguntarse su edad, aunque algo le dice que terminaría arrepintiéndose y con un dolor muy bajo, pensándolo mejor, simplemente hermana, no importan las edades y el sheriff como su padre, aunque tampoco podría asegurarlo porque algo en Stiles hace quererle decir suegro, y ciertamente necesita conseguir un chaleco antibalas por si acaso en algún momento se le sale decir aquello, porque es obvio por la forma en que observa a su hijo de que es alguien sumamente protector, aunque no lo puede culpar, estando cerca de Stiles se siente una luz, alegría y sentimientos que está seguro que hasta las hermanas Romero sintieron, pese a su actitud fría y distante que se nota muestran a la sociedad como una medida de protección, lo que le hace plantearse en qué equipo bateará Stiles, todos esos pensamientos y más le están quitando la concentración hasta que un gran golpe resuena justo en frente de él, haciéndole saltar de su lugar y gritar de una forma muy varonil (para una niña en tutú rosa), lo que hace que todas las miradas de la estación se dirijan a él, incluyendo la de los detenidos y otros civiles, pero encima de todo aquello nota una sonrisa bastante fuerte justo a su lado, para que una vez se voltea, nota a su jefa suplente, que como no, es la misma hermana a quien desde este momento puede asegurar que sí, se llevaran como esos hermanos que se pelean pero se quieren, y no lo puede negar porque inclusive nota en su mirada la diversión y confianza con la que seguro lo tratará a partir de ahora, tal vez no hayan conversado mucho ayer, pero se conocieron mucho a partir de lo que se habló después de la cena, donde cada uno contó un poco sobre sí.

V-Cuidado oficial Parrish, debería mantener sus pensamientos tranquilos, especialmente los castaños,- y si antes se enojó con ella, ahora se asustó y está a punto de darle un ataque al corazón, espera no haber pensado en voz alta, aunque por la sorpresa que todos tienen, es seguro que no fue así, lo que le hace interrogarse sobre como Valeria lo supo- por si quieres que te lo diga, se nota en tu pequeño rubor, y si quieres más información estaré dispuesta a hacerlo en horas del almuerzo, que por cierto, no admito un no, por si no te has dado cuenta, cualquiera mataría por compartir mesa conmigo- y aunque sabe que en parte es broma por la forma en que cambió su voz para darle un toque más coqueto y su sonrisa, no puede evitar notar como algunos chicos e inclusive una chica terminan por sonrojarse, lo que le trae una nueva sonrisa.

A veces el karma no es tan maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora