Lo que no se contó de la cena y conexión

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No sabe cómo sentirse al respecto, bueno, en definitiva se sintió bien en su momento, está bien, se sintió maravilloso, obviamente antes de dormirse necesito relajarse completamente, eso significo dejar toda la tensión de la que sufrió justo durante el postre, y es que los gemidos que soltó Parrish fueron increíbles, lo calentaron desde antes de que fuera capaz de producirlos, simplemente ver como sus ojos tenían un brillo salvaje y su boca se abría de una forma que era tan obscena aun cuando tuviera el brownie dentro, le hizo querer ofrecerle leche para pasárselo, lo que solo lo llevó a pensamientos más pecaminosos, por suerte los gemidos de su propio padre y las que ahora considera sus hermanas evitaron que llegara mucho más lejos, y les agradecería si no fuera tan incómodo el silencio que se produjo justo después de terminar sus porciones de brownie, lo que por un lado fue bueno y a la vez malo, pero como todo no duro mucho.

H- Ok, eso fue muy...-se atrevió a levantar la vista para observarla mejor, notando como seguía con la cabeza gacha y un gran rubor que le llegaba hasta las puntas de las orejas y el cuello, incapaz de definir la experiencia, o tal vez queriéndola pasar por alto para aparentar que nada había pasado.

J- Incomodo- al final resulto que su papá fue el más valiente para culminar con la frase que ya todos tenían muy bien definida en sus mentes, lo que ciertamente le parece muy gracioso considerando que un día antes estaba desesperado con un mandil y esperando que todo saliera bien, así que no pudo evitar soltar una fuerte carcajada a la que enseguida se le unió Valeria, seguida de unas sonrisas por parte de todos los demás por unos segundos hasta que Valeria soltó una carcajada que sonó especialmente... notoria, sonando como puerco, a lo que todos los demás ahora si no pudieron evitar reírse, aunque Valeria paró y les dio una mirada de advertencia al final de cuentas sus ojos mostraban la alegría que sentía por lo que nadie se sintió intimidado para dejar de reír hasta que les dolió el estómago, momento para hacer la pregunta más importante.

S- ¿Les gustó el postre?- a lo que rápidamente observo como todos tenían miradas confusas, tal vez sin saber cómo definirlo.

H- ¿Estás loco?- Tal vez se ofendería si no fuera por la sonrisa que le soltó, pero sinceramente quiso seguirle el juego.

S- Ok, entonces me desharé de todos los brownies que quedaron.

Todos- ¡Nooooo!- Lo que solo le hizo mostrar su sonrisa más radiante, los tenía donde quería.

S- Esta bien,-colocando su mano debajo de su cabeza haciendo como si pensará sus opciones- entonces ¿Qué proponen?- Quería ver con qué le salían y como lo manejaban entre ellos, lo que solo logró que su sonrisa creciera mucho más.

J- Yo los tomaré, esos brownies definitivamente deberían ser ilegales- Iba a responderle algo, pero por la mirada que tenían todos considero que lo mejor era que ellos mismos lo debatieran.

H- Pero si esos brownies son celestiales, si algo deberían ser serían sagrados- ok, eso ya le gusto más, definitivamente era su hermana favorita, cómo le gustaría tener un hermano, y no, Jordan no contaba, con lo vivido hace poco se dio cuenta que no podría verlo así, en estos momentos por lo menos, teniendo el recuerdo tan fresco.

V- Considero que Hayden tiene parte de la razón, pero también son peligrosos, menos mal que nadie lo grabó- Y ahí fue donde su padre le dirigió una mirada, rayos, ¿qué o quién lo delato?, definitivamente debería descubrir cuanto antes sobre el regalo que tiene, seguramente le ayudaría con sus travesuras como mínimo, aprovecharía al máximo su recuperada juventud.

P- Yo considero que deberíamos repartirlos, es obvio que todos los queremos volver a probar... en privado- y el sonrojo que le apareció fue sencillamente adorable, dios, lo que daría por tocarle esos cachetes y darle un beso, ok no, por suerte fue sacado de la espiral de pensamientos indecentes que amenazaba con atacarlo al escuchar su nombre seguido de un pellizco que le dolió bastante- ¡STILES!- para enseguida notar como todos tenían sus ojos encima de su persona, los adultos de forma analítica y Hayden con un toque de diversión, notando como regresaba su mano a su lugar, pequeña traidora.

A veces el karma no es tan maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora