Diabolik Lovers: ¿Me enseñas a amar?

CAPÍTULO 9: QUE PLAN, MÁS CLICHÉ

Una mirada pesada. Si las miradas se clasificaran en peso, esa mirada gris equivaldria a una tonelada de plomo.

"¿Porque?", se preguntaba internamente.

Desde cierto momento que no sabria definir, el mayor de los Mukami lo observaba constantemente, eran de esas miradas entrecerradas y de los cuentos mas vulgares en los que un villano aparece con planes malvados reflejados en sus irises.

"¿Porque tan cliché?, me acechan, no puedo conseguir a quien quiero...Una historia cliché, absurda.", tiró de sus rubios cabellos, haciendolos mas lacios para que luego reboten contra su cabeza y vuelvan a rizarse. Caminó unos pasos mas por el pasillo del prestigioso, aburrido y anti-siestas colegio al cual asistia y subió el volumen de la música. Esos pasos lo molestaban.

Frenó, una pelicula policial comenzaba en donde él era sin duda, la pobre victima.

¿Pobre?, simplemente volteó a ver hacia atras y con esa accion frenó el ruido de los pasos que pisaban sus huellas. Colocó una mano en su hombro y estiró su cuello a un costado, estaba cansado, ese mismo dia habia prestado atencion a clases debido a que si no lo hacia moriria a manos de Reiji, lidió con las molestas "travesuras" de Raito hacia Subaru, por ende lidió con separarlos en incontables ocasiones, tambien el profesor lo regañó por apoyar los pies sobre la mesa y recostarse muy campante sobre los muebles de la escuela. "Y yo que aun asi le estaba prestando atencion", se rindió, no iba a gastar mas de su vital energia de reserva en encarar al dueño de esos pies perseguidores. Volvió a caminar hacia su objetivo inicial y entró en el: El salón de música. Ahi seria su escenario, en el que el y solo el aprovecharia para tocarle a la nada, escucharse a si mismo y dejar el mp3 de lado al menos un tiempo.

Por un momento se sintió mas tranquilo, el silencio, su respiracion, la madera suave en su mano, en la otra el arco, la noche anunciando una tormenta que reflejaba una infima parte de aquella sala y el, solo el con su música. Debia calmarse y meditar como siempre que iba a hacer, como iba a encarar una vez mas al albino de su "hermano" ¿Como haria?, gastaria todo de si en su música y en Subaru, lo haria porque estaba decidido, porque era de las pocas cosas que mas deseaba en su vida, lo unico que le hacia querer despertar la mañana siguiente. Se quitó el reproductor de su cuello y lo dejó apartado delicadamente sobre una mesa cercana.

La primera cuerda sonó, y unos altos y bajos se acoplaban de a poco, hasta llegar a un ritmo veloz, bestial, un remolino de confusion, los sonidos se mezclaban a tal manera que era inentendiblemente hermoso. Aumentaban los compaces, los sonidos, el ritmo, la velocidad y la pasión del intérprete: El violin estaba reflejando sus sentimientos mas profundos, una confusion y pasion inigualables en aquel momento. La tranquilidad que mostraba en su dia a dia estaba siendo reemplazada por su verdadero ser, aquel motivado, aquel con sueños...La música hizo en un punto de ruptura tal eco en el que no oyó nada mas, nada podria detenerlo y asi fue, nada ni nadie lo hizo.

Un espectador se habia sumado, atónito, clavando esa tonelada de plomo sobre el, con una expresión algo maravillada e inmóvil. Apoyado sobre la puerta se encontraba Ruki, recostado al lado de la puerta semi abierta.

Nunca nadie, lo habia visto tocar el violin.

Quizas si fuera Subaru, se acercaria y le dedicaria una cancion, entera, la adaptacion de opera que dure mas tiempo a todo lo largo en la historia de la música. Quizá si fuera ese albino con la luna alumbrando su pálida piel, y que lo mire asi, que ese gris sea el rojo fuego que poseia el y solo el. Siguió, no es como si le hubieran robado algo muy preciado al presenciar uno de sus momentos mas intimos. La melodía se calmó, ya que no merecía ser la mas delicada a oidos de ese otro vampiro.

En descenso, el violín cesó.

-Es una muy hermosa pieza ¿Bach, verdad?

El sólo asintió y guardó el preciado instrumento en su correspondiente funda, luego lo observó.