CAPITULO 2: FAVOR CON FAVOR, SE PAGA

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Habían pasado ya dos días y Subaru molestaba cada vez que podía al hermano mayor, diciéndole "vago", rompiendo muebles donde el solía acostarse, gritando cuando trataba de dormir o clavándole la mirada, aunque esta última actividad la hacía sin intención de molestar o de que él se dé cuenta, era su "entretenimiento personal" según la clasificación de sus pensamientos. Con estas acciones en mente Shuu comenzaba un nuevo día en la escuela, algo agotado.

-Que molestia, no dejan de perseguirme...

-¡Shuu-sempai!- Exclamaron cuatro jóvenes vampiras que iban tras de el en los pasillos del prestigioso colegio, pagado obviamente por Karl Heinz.

-Vuelvan de donde vienen, me molestan- El rubio buscando alguna manera de huir uso sus pocas energías de reserva para caminar más rápido.

-Solo... ¡Queríamos hablar contigo!

-¿Que desean decirme?- Preguntó secamente.

-Q-queríamos saber si aceptarías salir con una de nosotras- Sugirió la más valiente de las cuatro algo nerviosa.

-No necesito nadie cerca ahora...-Susurró subiéndole el volumen a la música en los auriculares y dejando a las cuatro sorprendidas. Mientras el seguía caminando, ya había tocado el timbre que daba fin al recreo y el en vez de volver al aula planeaba saltearse clases para "casualmente", dormir.

-A ver, a ver... ¿Dónde podría ir?, quizá al jardín, nadie pasa por allí...

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Subaru quien vio entrar al mayor en el pequeño jardín que se encontraba algo oculto en el colegio aparte del enorme jardín central.

-Tu qué haces aquí...

-¡No te importa! ¡Vete!

-Voy a dormir, préstame tus piernas.

-¿¡Que!? ¡Déjate de bromas!

-No bromeo.- Aseguró acostándose en el césped y apoyando su cabeza en las estiradas piernas de su hermano quien ya estaba sentado desde antes.

-Q-quítate...

-¿Estas nervioso?

-¡No! ¡Solo que eres molesto y pesas!

-Eso debería decir yo, gritando tanto...

-Tsk, haz lo que quieras, tonto.

-¿Mmm? Estas colorado...-Susurro mirándolo desde abajo y extendiendo una mano hacia su mejilla la tocó sintiendo lo cálida que era esta.

-Q-que rayos!?...- Subaru rápidamente apartó su mano. -Duérmete de una maldita vez...Vago.

-¿No era con que no podía quedarme aquí?

-¡Ya cállate y duerme!

-Si...- El rubio hizo un astisbo de sonrisa y quedo dormido en el regazo del peliblanco quien sin hablar lo observaba atento, con la brisa moviendo sus rubios cabellos.

-Oí, levántate, ya debemos irnos...- Dijo despertándolo al cabo de unas horas con una voz suave.

-Mmhp no...

-Vamos, levántate...- Susurrándole al oido movio un poco las piernas para que este se levante.

-Suena bien...

-¿Eh?

-Nada...- Y se levantó bruscamente, quedando a centimetros del rostro de su hermano.

Diabolik Lovers: ¿Me enseñas a amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora