Era un gran día, al menos para el que se saludaba así mismo en el espejo de su habitación, de no ser por la incesante lluvia que repiqueteaba contra el vidrio dejando su estela de agua chorreando en la transparencia. La pálida mano bailaba juguetona hacia ese otro personaje carismático que igualaba el gesto con completa exactitud. Si. Él era él y eso no cambiaría. Quizá algún nuevo corte de cabello, crecer un poco mas para luego inmortalizarse con el paso del tiempo era lo único irregular que podría esperar al pasar las horas, meses, incluso algunos pocos años. Sonrió con sinceridad, quitándose el disfraz de idol que casi siempre llevaba consigo. Hoy era el día especial, su día, aquel que llevaba su nombre rumbo al éxito. Sus hermanos se quejaron al comienzo. Las quejas fueron debido a haber sido obligados a asistir sin siquiera preguntar antes si deseaban o no hacer tal cosa. Pero solo eso era, quejas por no tener en cuenta y decidir por su cuenta la opinión de esas especiales personas que componían su pequeña familia. Pero no solo ellos habían sido invitados, también el grupo adversario estaba en el extraño plan de engrosar la lista de asistencia. Los Sakamaki se podría decir que componían al listado VIP de personajes que verían el show. Kou no era tan rencoroso si no se metían con lo suyo, y esa otra familia de vampiros no le habían echo algo significativo. Aparte de que poseían a un miembro de la familia que era como una rosa, una rosa que quera arrancar del jardín y poseerla a como de lugar. Había que considerar como apartado, que últimamente las dos familias tenían un nexo en común: Reiji y Ruki. ¿Quien hubiera pensado que esos dos estarían juntos?. Nunca se hubiera enterado de no ser porque le dijo a Ruki que llegaría tarde a casa aquel día de Septiembre y ademas decir no lo esperara para cenar ya que tenia que cantar en un lugar. La cuestión fue que sus otros hermanos habían dicho algo similar respecto a llegar a tardes horas de la noche, entonces, se vio que Ruki aprovechó para invitar en la mansión al mas serio de los Sakamaki y no precisamente para charlar. La imagen de ambos en el baño follando como conejos no se le iba de la mente ni con cincuenta botellas de vodka llegando al coma etílico. Eran tan ardientes y fogosos que se quedó hasta sorprendido viendo mucho tiempo de mas la acción. Era casi como para tomar nota de algunos tips sobre sexo que le podrían ser útiles. Igual, lo peor para el fue que aunque ambos se dieron cuenta de la tercera presencia y lo único que hicieron fue calmar sus voces como si tuvieran control automático de su cuerpo y decirle lo mas gelidamente que se retirara por al menos una hora mas. Y así lo hizo ¿Que otra opción tenia?, algo shockeado por la naturaleza de la situación se retiró. Aun así no es como si el trauma le durara mucho, después de todo lo asimiló con mucha naturalidad y lo vió como una herramienta a su favor.
Las cartas habían sido enviadas para cada miembro de la prestigiosa familia Sakamaki con su correspondiente sobre de su color favorito, el rosa que tanto lo acompañaba. También tenia cierto aroma dulce que decidió impregnarle él personalmente para luego en caligrafía de oro y fondo blanco de la suavidad de papel fino, decir galantemente que estaban todos cordialmente invitados al show que presentaría su nuevo y sensacional disco. Para ellos, hubo en todas las cartas un apartado especial en el que decía:
"Reiji, Ruki asistirá, asi que creo que te interesará ir aunque los shows como los míos no sean lo tuyo.
Subaru: Necesito hablar contigo sobre algo.
¡Y Ayato-chan!, eres mi invitado de honor ¡No lo olvides!".
Nunca supo el revuelo que causó con aquello. De echo, uno bastante grande.
Todos habían bajado al living con prisa al oír de boca de Ayato como una orden directa del típico ore-sama que había una reunión de emergencia. Ni Reiji hacia reuniones de emergencia. La cuestión que cuando ya todos estuvieron situados en sus respectivos sillones, Ayato se dedicó a entregarle a Reiji los sobres y decirle que los reparta para tomar su lugar. El de anteojos soportó la altanería de su hermano y las repartió delicadamente, para luego volver a su asiento y abrir el sobre.
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Diabolik Lovers: ¿Me enseñas a amar?
RomanceEn un día molesto Subaru Sakamaki, deberá recurrir a la ayuda de un vago hermano mayor que le enseñará Matemática. ¿Es lo único que aprenderá?, quizá sea un buen dia para aprender sobre sus sentimientos, ¿Que siente? aunque hayan prejuicios y obstác...