CAPÍTULO 6: TRAS LA PUERTA II: EL FLORERO

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 logrado descubrir sus pensamientos y sentimientos?

¿Le abriria la puerta de su corazon?

Los ojos se le hicieron acuosos, haciendo que Raito desde abajo pensara que no habia imagen mas irresistible que esa: Sus tiernos y rojos ojos adornados por lágrimas, el sonrojo en su pálida y suave piel, la remera levantada dejando ver sus esculturales absominales, su suave pelo blanco cayendo hacia abajo haciendo que el parezca la nieve misma y para cerrar con broche de oro hacia todos sus sentidos, olor a jazmin y miel, como el ataud emanaba de su cuerpo. ¿Porque no se habia dado cuenta antes de lo hermoso que podia ser el hermanito menor?

Pero esa imagen que dificilmente verias del testarudo, indecisio y golpeador frenetico de cosas terminò en unos minutos, cuando ambos abrieron los ojos sorprendidos y miraron hacia el lugar donde un florero carisimo, bien cuidado, brillante y de los favoritos de Reiji hacia un estruendo contra el suelo cayendo desde las manos de Shuu que tenía una mirada de lo mas glacial.

-Oh, interrumpí algo.

La puerta, no se abrió, es mas, estaba congelada por esa gélida mirada azul.

"¡¿SHUU?!" Se preguntó en un grito mental el menor de los tres alli presentes, haciendo que su cuerpo se sobresalte por su propia accion y en consecuencia exicitando aun mas -si es que eso era posible- con su movimiento a Raito quien debajo de el y a un costado de el rubio hermano mayor dió un gemido digno de las peliculas mas eróticas. Subaru tenia preguntas, ignorando por su salud mental, las descaradas acciones del otro; ¿Que hacia Shuu ahi? ¿Que hacia el mismo Subaru sobre Raito? "¿¡Se puede saber en que mierda estaba pensando?! ¡¿Y porque rayos el vago me mira asi?!", eso lo descolocaba mas que nada, en una situacion tan extraña como esa ya nada de dignidad o sorpresa quedaba por ende ni se podia perder, ya el juego era previsible y como mal augurio como cuando los humanos estan hastiados del dia y recurren a decir como ultimo aliento de optimismo: "solo falta que llueva" o "No creo que nada peor pueda suceder" el albino estaba asi, hasta que miró al vampiro parado en la puerta, con sus ojos azules simulando pozos oscuros que se lo iban a tragar. Parecia indiferencia, hielo, pero el pudo deducir que no, que era fuego, ira en esa mirada tan hipnotizante como la sangre mas exquisita. ¿Pero porque esa reaccion en el mayor? ¿Porque lo dejaba al menor petrificado? ¿Porque no se iba de alli y actuaba como siempre? ¿Que estaba esperando?. Y otra vez un divertido y pervertido pero perpicaz Raito Sakamaki le leyó los pensamientos. Le bajó la remera con suavidad, acariciando devuelta parte de su escultural cuerpo en provecho, lo sentó a los pies del ataud y el se colocó tambien sentado al otro extremo, tomando sus piernas gracilmente para que ambos quepen sentados alli. Luego con una parsimonia envidiable ya que la usaba hasta en las peores situaciones, vió a Shuu a los ojos, directo, como una espada, como el fuego que el era capaz de producir. Y le robó, al hermano, su pregunta, la exteriorizó como un mago develando un truco.

-¿Que estas esperando?, Shuu...Jejeje.- Rió suave, con malicia, como aquellos niños que son descubiertos en plena travesura y no se amedentran por el reto, niños rebeldes. Y asi se podia decir que eran los Sakamaki: Adolescentes rebeldes.

-Que salgas.

"Que salgas." dos simples palabras, pero con su voz, seriedad, postura y como recuadro su mirada decidida, esas "dos simples palabras" parecian bifurcar en miles de sentidos, que no solo querian decir un simple "Márchate".

-¿Porque?, ¡Si nos estabamos divirtiendo! ¿Deshoo, Su-chan?, vamos, dile a Shuucito que estabamos por hacer.

Su sonrisa era tan grande como la ira que casi imperceptible crecia en el rubio quien, pisando los trozos de porcelana francesa cruzó el umbral a paso fuerte, resonando como si un mosntruo gigante amenazara con destruir la mansion a cada pisada.

Diabolik Lovers: ¿Me enseñas a amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora