cinco

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—Lamento haberte obligado a venir. Sé que no querías, pero... desde hace tiempo comencé a tener dudas y al parecer papá lo notó porque me grita todo el tiempo esperando que sea justo como él y la ceremonia de graduación se acerca y yo no sabía a quién ir —soltó rápidamente mientras su voz se achicaba con cada frase y su llanto se volvió más intenso haciendo sus hipidos más violentos—. Lo lamento, Chris. No quería arrastrarte conmigo.
—Está bien, ha sido divertido después de todo. Sólo... ¿estás pensando en renunciar? —ahora que lo pienso, soñaba bastante estúpido preguntarle eso.
—No, claro que no. Pero... no quiero guiar mi vida y la de los futuros Clayton en algo que no creo correcto.

Ella se separó con la respiración acelerada, sin dejar de llorar, y tomó aire intentando calmarse pero nada de lo que dijera parecía hacerla sentir mejor.

—¡No debes decidirlo justo ahora! Podrías pensarlo y esperar algo de tiempo para dar tu opinión final. —agregué nervioso, Leah asintió sin mirarme y se limpió la cara con la manga de su blusa.
—Tal vez debería relajarme, ¿no? Después de todo, aún tengo toda una vida —soltó una risa nerviosa antes de levantarse del suelo.

La seguí y antes de que bajara las escaleras, le dije:

—Creo que me gustas.

No alcancé a ver su reacción, sólo se detuvo pero no volteó, en su lugar dijo un "creo que tú también me gustas" y siguió su camino.

last damn night,                    CHRIS ARGENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora