la habitación.

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Narra Marshall:

Pasaron la semanas muy rápido y Gumball le faltaba solo otras mes más para tener los 8 meses cumplido,se me hacia una felicidad en tener a mi pequeño en mis brazos ya queria conocerlo pero Gumball parecía lo contrario tenía miedo y solo pensaba en lo que ocurriría en ese dia de que nazca mi pequeño,algunas veces lo veía dar vueltas en un solo lugar por tan solo pensar y pensar en ello.

-tengo miedo-dijo Gumball con un tono triste.

-no tienes por que tener miedo,eres un chico fuerte y lo sabes,además estare hay para ti ¿lo recuerdas?-tome sus manos y las bese,solo escuche un suspiro tranquilo de el.

-bien creo que tendre que relagarme un poco esto es estresante-camino hacia la cama y se sento en ella.

-hey por que no me ayudas en la habitación del bebé,hace días que termine de pintar las paredes de su habitación pero necesito de tus instintos maternos para acomodar sus cosas-dije sonrriente.

-bien,ire a ver que tal va-se levanto con cuidado de la cama pero estos meses se le dificulta.

-deja que te ayude amor,no es facil ahora que estas...mas grande-me miro con una seriedad y simplemente sonreí falso.

-no te pases de tus mamadas.

-jejeje sorry.

Nos dirigimos a la futura habitación del bebé donde solo faltaba a comodar los muebles y ropita de mi pequeño,en el transcurso del camino nos encontramos con Mentita,quien se veia feliz.

-buenos días rey Gumball y joven Marshall-dijo Mentita con su agradable sonrrisa.

-buenos días Mentita ¿feliz por casi la llegada del bebé?-dijo Gumball fingiendo felicidad.

-si estoy super emocionada,de hecho vengo a darle una sorpresa.

-¡¿ah si!? ¿Qué es?-pregunte confundido.

Mentita oculba algo detrás de ella y cuando nos mostró era un oso de peluche suave y demaciado bonito.

-!oh vaya que lindo! Va quedar muy bien en su habitación-dije mirando al osito regalado.

-tiene razón Marshall,es un detalle muy bonito de parte tuya Mentita,gracias-mire a Gumball y vi que ya no fingía su felicidad realmente se sentia feliz.

-por cierto la gente del dulce reino a querido verlo y entregarle ragalos.

Gumball quedo sorprendido al igual que yo,nunca pensamos que la dulce gente vendria con regalos para el bebé,era increíble,Gumball pidió que se retirará Mentita para poder hablar en privado.

-Marshall ¿y ahora que hacemos?-dijo algo preocupado.

-tuve atender a la dulce gente yo me ocupo del cuarto...-bese su frente y baje a su vientre grande-y tu portate bien no molestes mucho a papi se que estas emocionado por que ya estaras con nosotros pero bajale a tu emoción mientras tu padre el más genial de todo,osea yo,te hare la mejor habitación del mundo ¿te parece?-sonreí y solo note como se marcaban las manitas de mi hijo en el vientre de mi esposo.

-que lindo eres Marshall, serás un buen padre-dijo Gumball con radiante sonrrisa.

-si igual tu-lo tome de la barbilla y me acerqué a él  para besar sus labios.

Nos tomamos nuestro tiempo en esto ya que teniamos rato de no hacerlo o esa es mi excusa siempre,hasta que nos separamos por falta de aire.

-bien...creo que tengo que irme-y deje que su mano se alejara de la mia.

Me quedo sola en esta misión pero le prometi a mi hijo hacer la mejor habitación,fuy a la habitación que ya habiamos elegido y al entrar note que las compras ya habian llego en el pedido que hicimos,la cuna,los peluches la pintura,la ropita,cobijas y mucho más de ese dia que fuimos de compra.

Embarazado de mi VampiritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora