CAPÍTULO 7; "EL MÉDICO..."

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Maratón 3/3

Creo que nunca he querido tanto a Emma y Emily como ahora.

—¿Hache?¿Estás bien?.—dicen acercándose a la camilla donde me encuentro. El médico que me dejó aquí me dijo que volvería dentro de poco, pero estoy comenzando a dudar del significado de "poco".

—Si, de momento estoy entero.— digo, mientras una sonrisa comienza a formarse en mi rostro.

—Dios,que sustos nos das niño.—La voz de Em no podía salir más temblorosa. Sus brazos no tardan en hacerse aparcer por mi costados.Le correspondo al abrazo como puedo. Mi respiración ya se torna normal, pero tenemos que esperar a que el médico nos diga que podemos irnos.

—A sí me queréis.

—¿Hijo...?.—Una voz que no me suena para nada irrumpe en la tranquilidad de lasala. Emily se aleja de mí, dejandome ver al dueño de esa voz, es un médico, o al menos lleva bata de tal. Tiene más o menos la edadde Emma, aunque nunca e sido bueno adivinando edades. El médico nome aparta la mirada.

—Perdone,pero creo que se a equivocado de persona...— le digo confuso, y rezando por que se haya equivocado. Empezar una nueva vida en el pueblo de mi padre no era para nada mi idea.

—¿Qué? Claro que no, hijo.... Hadriel....Yo....Lo siento tanto....—dijo rompiendo en llanto.

—Mira,quiero decirte algo y espero que te quede bien claro. Yo. No. Tengo.Padres. Quienes tenían ese derecho, lo perdieron en el momento en elque me dejaron. Solo. En un orfanato, como si no fuera nada. Como si no mereciera el mismo amor que los bebés reciben de sus padres. Podría comprender si me hubieras dejado por falta de recursos, pero sé que teníais dinero. Me abandonasteis como quien lanza una lata vacía a la papelera. Y lo siento mucho, pero eso no se arregla con un estúpido "lo siento". No tengo ni quiero padres, no quiero que me vuelvan a dejar abandonado, y por lo que veo tú y la mujer que me dió a luz son muy propensos a ello.

Mis palabras paracen causar el efecto deseado, porque me mira con mucha más lástima que cuando fijo su vista en mi por primera vez.. No sé como demonios pudo averiguar quien soy, aunque ahora que lo pienso, tuve que dar mis datos, y no creo que hayan muchos Hadriel Smith, que probablemente se parezcan a alguien de su familia.

—Hijo, de verdad que...

—A menos que Kilian sea tu hijo también, no veo a nadie en esta habitación que lo sea. Yo desde luego que no soy tu hijo. Y no quiero tus disculpas, para ser sincero no quiero absolutamente nada de tí. Haz como que no existo, justo como llevas haciendo todos estos años, que to haré lo mismo.

—Emma, Emily ¿No le habeis dicho...?.—dijo ahora más confuso que otra cosa. No me gusta nada por donde va esta conversación. Ellas son como mis madres, son incapaces de ocultarme nada...

—¿Qué no me han dicho?Emma Wilston. Emily Scart. Que no me habeis dicho.— dije completamente furioso. Mis manos se hicieron puños, y si no hubiese dirigido mi mirada hacia mi costado, habria olvidado por completo la presencia de Kilian. Él solo observa. Callado. Sé que cuando acabe esta discusion me tocará darle explicaciones, pero espero por su jodido bien que mantenga la boca cerrada.

—Hadriel...—comenzó Emma

—Hache, joder, H-A-C-H-E. Hadriel no existe.

—Hache, tranquilo...Lo que Emily queria decirte ayer fue qué... Tus padres siempre han vivido aquí. Seis años después de abandonarte, volvieron pidiendo recuperarte. Le explicamos que tu no podías irte, que además de que odiabas a tus padres ya con solo 6 años. Nos ayudabas muchísimo y no podiamos permitirnos perderte. Ellos después de muchas disputas lo comprendieron, y todo los meses preguntaban por tí...

—No. No... ¿Porqué no me lo dijisteis?.— mis ojos picaban, las lágrimas estaban a punto de salir. Pero ¿como no iban a estar a punto de salir? Mis padres han estado siempre en el pueblo de al lado. Siempre que me despertaba llorando, ellos solo estaban en el pueblo de al lado. Pero aun así, no lucharon una mierda por mí. Se conformaron con un simple y escueto "No" del orfanato. Si pensaban que con esto los perdonaria estan justo en lo contrario. Ahora mismo ni siquiera quiero saber nada de Em ni Ema, ni siquiera del orfanato o mucho menos de mis padres.

Salí corriendo. Como el completo cobarde que soy. Me separé de la camilla, pasé junto al lado de mi progenitor y comencé a correr como si no hubiera un mañana. Escuché sus gritos, rogandome que me quedara, que aun no tenía el alta médica y debia esperar. Pero los ignoré. Como Emily y Emma llevan todos estos años ignorando mis lágrimas por lo solo que me encontraba, por lo mierda que me sentía, por lo poco que me quería y por lo poco que me valoraba.

Me senté en un banco, ya fuera del hospital, que había en una plaza cercana. No conozco bien estas calles, por lo que sentarme en la plaza me pareció lo más lógico. Al sentarme en el banco, subí los pies, pasé mis brazos por ellos, de manera que los abrazaba, y hundí mi cabeza entre ellas. Lloré, lloré por mis padres, el orfanato y por todo. Porqué sabía que a mis padres no los iba a perdonar, ni siquiera quería. Y porque sabía que ahora mismo estaba muy enfadado con Em y Ema, y no me gustaba eso.

Alguien me tocó el hombro...

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⏰ Última actualización: May 15, 2018 ⏰

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