The Promise

El plan del dragón.

DISCLAIMER: NADA ME PERTENECE SOLO MI CORAZÓN SHIPPER.

La noticia de que a Dragonstone había llegado Daenerys Targaryen junto a su sobrino Aegon había dejado sin palabras a los siete reinos. Ellos acababan de desembarcar, dejando sin casa a Stannis Baratheon, quien era el responsable de defenderlo para el Rey Robert, pero estando él en Desembarco del Rey para la coronación de su sobrino nada pudo hacer, por supuesto que fue muy fácil que su gente cayera sin él liderando. Eso y los supuestos tres dragones que la gente dice están volando en los alrededores. Robert estaba furioso, pero no se había dado por vencido, había pasado mucho tiempo pero el trono de hierro era algo que había ganado al matar al príncipe heredero Rhaegar, quien a su vez le había destrozado la vida secuestrando a su gran amor Lyanna. Después de todo lo pasado él no creía que regresar a un reinado de los dragones fuera lo que se necesitaba. Su gente amaba a su hijo mayor, era por eso que había apresurado su coronación, él siempre supo que no era un buen rey, pero su hijo Gendry, él era lo mejor de su esposa y el mismo. Se merecía ese trono y no dejaría que nadie le hiciera daño a su familia. Varios soldados Baratheon habían sido masacrados y quemados por dragones junto a un ciervo con las entrañas afuera, él lo supo de inmediato, querían terminar con su casa y estaría condenado si dejara que eso pase.

-Mi amor- La Reina regente, entró a su despacho- ¿Qué estás pensando?

-Estrategias de guerra querida. No dejaré que mi hijo vaya a pelar sin mí.

-Gendry es un excelente comandante, se ha ganado el respeto de su gente. Todo estará bien.

-Cersei-Robert agarró por las manos a su leona- Demonios eres condenadamente bella- ella le sonrió y lo besó dulcemente.

-Y tú eres muy galante mi amado ciervo.

-Si yo no regreso, tienes que prometerme correr al Norte, te diría que fueras con tu padre pero con todo lo que ha pasado no confío en él. Tú y Myrcella no estarán seguras con el león.

-Sé que no puedo pedirte que te quedes aquí. Nunca he podido retenerte a mi lado. Pero tienes que saber que siempre te he amado.

-Y yo a ti Cersei, jamás lo dudes. Estoy peleando por ti, por nuestros hijos y por lo que nos hemos ganado en estos años.

-Entonces querido, debo hacerte sentir bien antes de que te marches.

Robert sonrió y procedió a consumar una vez más el gran amor que sentía por su reina.

Mientras tanto en Winterfell, Ned estaba en el gran salón con sus hijos y demás señores del Norte.

-El Rey Gendry necesita nuestra ayuda- Jon Stark hablaba tranquilo. No dejaremos que esos Targaryen lastimen a la casa que ha sido siempre leal a la nuestra.

Lyanna cerró los ojos y una lágrima se le escapaba. Esos de los cuales hablaba eran su familia también, su sangre- pensó.

-El Norte no debería participar Lord Stark, siempre hemos sido independientes- Lord Karstark habló.

-Debería darte vergüenza Lord Karstark- esto no es una pregunta de tu Señor, es una orden, porque te recuerdo has decidido seguir a Casa Stark desde hace muchos años y debes lealtad. Pero sobre todo me parece muy cobarde tu argumento, ¿quieres esconderte mientras tus hermanos norteños y de Poniente mueren en batalla? Es una lástima que corra en ti sangre del Norte- Arya Stark estaba furiosa.

-Mi señora, eso no es lo que quise decir.

-Me importa un bledo lo que usted dice o piensa. Es su Rey el que nos necesita. Los Targaryen nos han hecho mucho daño a nosotros también, ¿no recuerdan lo de mi abuelo y mi tío?- se volteó a ver a su tía- Lo que le hizo Rhaegar Targaryen a mi tía Lyanna, le destrozó la vida.

-Arya- Ned empezó a intervenir.

-No padre, mi hermana tiene razón-Robb Stark había tenido suficiente- No te obligaré a que pelees con nosotros Lord Karstark, pero debes saber que esta guerra la ganaremos nosotros junto con los Baratheon como siempre ha sido. Pronto mi hermana será una más de ellos por lo que estamos comprometidos en sangre ya. Su dicho es fuego y sangre, pero no olviden que nosotros acabamos de sobrevivir a los muertos, podemos con esto.

-Además, el invierno está llegando- Arya terminó la frase y miró a sus hermanos. Lucharía contra quien sea para defender a su estúpido toro que ahora estaba tan lejos de ella.

-¿Qué piensas hacer tía?

-Necesitamos reunirnos con el usurpador, su hijo y los Stark, también sería bueno más casas importantes. Quiero verlos cara a cara y escupirles.

-Ellos no van a querer eso Khalessi- Jorah intentaba convencerla pero falló terriblemente.

-Voy a darles la oportunidad de retirarse, de permitirme matar al usurpador y a su recién coronado hijo, los demás tendrán que arrodillarse ante mi si quieren vivir.

-No lo aceptarán. Ned Stark tiene un gran ejército con él, los norteños saben lo que hacen.

-Sin mencionar que el ejército Tyrell está con ellos también, debido al matrimonio de Lady Sansa con el heredero Wilas, de hecho está por nacer su primer hijo- Aegon habló tranquilo.

-El Valle también, son leales a su casa. Y bueno Dorne, se dice que planean casar a la princesa Arianne Martell con Jon Stark y sin mencionar que Robb desposará a Myrcella Baratheon también. Ellos tienen aliados khalessi, nosotros no.

-Tenemos dragones. No dudaré en usarlos y quemarlos a todos.

-¿Dónde será la reunión entonces?

-En Harrenhall donde todo empezó.

-¡Está definitivamente loca como su padre!- la loba estaba furiosa.

-Es una trampa padre, nos quiere ahí para asesinarnos como lo hizo con nuestro abuelo y tío- Robb dijo.

-Probablemente sea una trampa pero debemos ir, bueno no todos- Jon razonó- Puedo ir yo en representación de casa Stark, si algo malo sucede ninguno de usted se puso en peligro.

-Jon no seas estúpido- Arya lo miró. Eres igual de importante que cualquiera de nosotros. Pero tienes razón el algo. No todos debemos ir, bueno no realmente, tengo un plan. Voy hablar con Jaqen, padre por favor confía en mí. Por favor habla con Robert dile que mantenga a mi toro en calma, nos veremos en la posada del camino del Rey, si Daenerys piensa que terminará con los Baratheon está muy equivocada. Se ha metido con el paquete erróneo.

Con eso salió al patio decidida a poner en marcha su plan. Ella podía jugar sucio también. 

Gracias a todos los que me leen.