Harrenhal.

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DISCLAIMER: NADA ME PERTENECE SOLO MI CORAZÓN SHIPPER.

Lo cierto era que la reunión con Daenerys y Aegon Targaryen era inevitable, tenían que asistir y conocer de primera mano sus intenciones. Las cuales Arya pensó que habían sido muy claras desde que dejó el ciervo con las entrañas en el suelo. Pero por supuesto todos los hombres de su vida se habían aferrado a que debían ir y si era necesario morir con honor- ella había rodado los ojos ante las brillantes ideas de sus hermanos y su padre. Estaban a dos días a lo mucho de reunirse con Gendry y Robert, ella tenía un plan bajo la manga, solo lo había comentado con su padre y pensó que era arriesgado pero le dio su voto de confianza, así que aquí estaba ella en el camino junto a la mitad del ejército del Norte, los demás se habían quedado defendiendo Winterfell y por supuesto Rickon y su tía Lyanna estaban allí. Al principio, ella había sido renuente a quedarse, quería ver a los Targaryen pero pronto su padre le había dicho que no era una buena idea. Después de todo había sido en Harrenhall donde todo había comenzado.

-¿Una chica está preparada para lo que quiere hacer?

-Una chica es una mujer ahora- ella dijo con orgullo.

-No, no lo es. Una chica está dejando que sus sentimientos la dominen. Una chica está poniendo a todos en riesgo con su plan.

-Decidiste ayudarme con esto Jaqen. ¿Acaso te arrepientes?

-No, es solo que siempre ha sido el destino de una chica pelear. Una chica nació para ser un hombre sin rostro. Una chica podría ser nadie, si quisiera.

-Sabes tan bien como yo que nunca podría separarme de mi familia, de Gendry- ella cerró los ojos un momento para pensar en ese estúpido Toro que había robado su corazón. En lo mucho que lo amaba y que lo protegería con su vida si era necesario.

-Una chica ama al ciervo.

-Creí que eso estaba claro.

-Los lobos se comen a los ciervos. Eso todo el mundo lo sabe.

-Es una suerte que él sea un Toro.

-Es una misión peligrosa la que una chica quiere hacer.

-Lo sé. Pero no tengo otra opción. Defenderé a mi paquete con todo lo que soy y lo que tengo.

-Tal vez una chica se equivoca y esa mujer no quiera asesinarlos. Tal vez el que quiera ver a su familia destruida sea otro.

-¿Qué diablos estas diciendo?

-Que una chica debe estar más atenta. Una chica debe ser fría si quiere ganar esta guerra.

Por supuesto Jaqen había dejado pensando a la loba, sus palabras tan crípticas solo la confundían, él había sido su maestro desde hace varios años y él le enseñó las técnicas de un hombre sin rostro a pesar de que jamás había podido convertirse en nadie debido a su amor por su familia. Pero ella era buena y había pedido ayuda para la misión de Harrenhall, por los viejos y nuevos dioses esperaba que funcionara.

Arya había decidido caminar con Nymeria, ellos se habían detenido a pasar la noche, su padre y sus hermanos estaban ayudando a los demás a instalarse en sus tiendas, ella decidió que necesitaba un tiempo a solas, prepararse para lo que estaba por venir. De repente escuchó unos ruidos detrás de los árboles, ella rápidamente sacó su espada y se preparó para la batalla, se maldijo en voz baja por no traer su daga también con ella pero no pensó que se encontraría emboscada antes de tiempo, por supuesto Jaqen le había dicho que estaba pensando demasiado con sus sentimientos y ella estaba siendo vulnerable, ella lo había mandado al infierno pero ahora estaba viendo que tenía razón, ella podía morir esta noche y nunca encontrarse con Gendry.

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