Capítulo IV: No puedo hacerlo...

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Gracias, por sus leídas, espero que les guste este nuevo capítulo :)

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Capítulo IV:

Decidí recluirme en uno de los vagones que tenía una enorme ventana que dejaba ver los hermosos paisajes de los límites del distrito.

Alcé la mirada, y supe que tenía que reflexionar un poco, ordenar mis pensamientos.

¿Cómo rayos pudo saberlo?, pensé por milésima vez.

Scorpius había sido demasiado perspicaz en todo este asunto.

A lo mejor, empezó a notarlo inclusive antes de los juegos... me dije intentando atar ideas.

A lo mejor, lo sabe desde siempre,  quizá James, ha sido muy obvio...

Mi cabeza estaba hecha un lío, y no tenía ganas de seguir pensando.

Miré una vez más a los paisajes, y supe que estábamos llegando al distrito once por los enormes campos de siembra. Según lo que había leído y aprendido en la escuela, este distrito tenía como industria principal, la agricultura, su clima era más cálido y las leyes solían ser aún más estrictas que en otros distritos. Recordé a Rue, y quise no haberlo hecho, pues sentí que una profunda tristeza, me invadía.

Llevé una mano a mis bolsillos y saqué el prendedor de sinsajo.

De inmediato, lo estreché contra mí pecho, y quise que mi madre estuviera ahí para reconfortarme, pero sabía que eso jamás ocurriría.

-Rose...-llamó Scorpius desde la puerta.

-No quiero hablar ahora...-le contesté sin mirarlo, aun estrechando el sinsajo.

-Effie quiere que nos reunamos de inmediato, ya casi llegamos... -me avisó con intenciones de irse y dejarme sola, pero frenó para luego voltearse y verme.-Escucha, lo de antes... Yo... estaba testarudo, molesto...

Aún no lo miraba, solo me limité a escuchar lo que decía. Prefería concentrarme en los paisajes.

-No es que dude de tus sentimientos, Rose... solo fue una estupidez del momento, no era mi intención herirte...-continuó diciendo.- Además, no podemos estar así de distanciados, ahora que ya empieza la gira... Fue una inmadurez.

Se acercó a donde estaba, y me pareció que esa disculpa no era suficiente. De hecho, la situación me pareció extraña, hacia solo un par de horas habíamos peleado y ahora venía arrepentido.

Rayos, parece bipolar, pensé con ironía.

-Déjame, Scorpius... -le respondí cansada.-No quiero hablar de eso... Por favor...

-Tú sabes que fui un idiota, no debí haber dicho lo de James, pero...-le costaba decirlo.

-¿Qué cosa?

Intentó cambiar de tema.

-... Fui un idiota, supongo que me equivoqué... Olvídalo, por favor...

-Dejémoslo ahí, luego hablaremos de eso... -comencé a decir mientras notaba que había algo de razón en sus palabras.-Vayamos con Effie... Veamos que quiere...-concluí poniéndome de pie.

Para ser la primera pelea que teníamos, no fue tan mala, pensé con algo de esfuerzo.

Pero, sabía que en el futuro, vendrían muchas peores.

-Es el distrito once... y deberán saber que a ese distrito pertenecieron Tresh y Rue...-nos decía Effie con cierta reserva al pronunciar el último nombre.

Scorpius, asintió con rapidez.

-Por lo tanto, deberán elogiar a los tributos caídos con un pequeño discurso...-finalizó dándonos una tarjeta a cada uno.

Miré lo que había escrito, y negué con la cabeza.

Esto no era lo que sentía. Palabras frías y banales, sin nada de sentimientos en ellas.

-¿Qué pasa, Rose?-me preguntó Haytmich, quien me observaba desde hacía rato y quien sabía que estaría disconforme con ello.

-No creo que pueda decir algo, no creo que pueda... -confesé, aún dolida por el desenlace fatal que había tenido  Rue.-No puedo hacerlo...

Esa niña, había dejado una profunda huella en mi interior, y el solo hablar de ella, me llenaba de pena.

Ambas habíamos sido amigas, ella fue mi única aliada, mi única compañía antes de encontrar a Scorpius.

Aún tenía pesadillas en las que su muerte se repetía una y otra vez. Y lo peor de todo, era la culpa que sentía por no haber actuado más rápido antes que la mataran. Yo le había prometido que me encargaría de que ella ganara los juegos, y no pude cumplir con eso.

Sentí una opresión en el pecho, y un nudo en la garganta.

Ni siquiera mi familia, se atrevió a preguntarme por Rue, sabían lo doloroso y traumático que había resultado ser para mí. Solo había hablado de eso con Lily.

-No hay problema...-comentó Scorpius quitándome la tarjeta de las manos.-Yo me encargaré de todo... Yo seré él que hable, no te preocupes...

Le miré completamente agradecida y aliviada.

-Gracias...-musité con ganas.

-Es mejor que nos vayamos preparando.-interrumpió Effie, frunciendo el ceño y en completo desacuerdo por mi decisión.-Ya casi llegamos... Así, que vamos, no se queden ahí, cámbiense y luzcan bien... Tenemos una gira que inaugurar...

De inmediato, Cinna se encargó de prepararnos, cambió nuestros vestuarios, y sus ayudantes, me dieron una última maquillada antes de bajar del tren.

Internamente, rogué porque todo empezara bien, debía ser positiva, pero otra vez, sentí un feo presentimiento. Una horrible sensación, como aquella que sentí cuando Lily fue cosechada.


En Llamas, por Rose Weasley. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora