Prepararse para su futuro

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Realmente no se esperaba que las cosas ocurrieran tan pronto, pero al menos pudo conocer el perfil a sus futuros guardianes, o como ella les dice burlonamente: sus perros guardianes.

Aún faltaba un par de años para que llegará su primer celo, pero todos sospechaban cuál sería su verdadera naturaleza, bueno, también tenían en cuenta ese dichoso examen de sangre con cierto margen considerable de error, era por eso que estaban ya comenzando los preparativos, ella por su parte seguía firmemente creyendo que no sería así, que por una vez podría al menos ganarle al maldito destino o a la naturaleza, creía firmemente que podía confiar en ese margen de error.

Por eso entrenaba tan duramente todos los días, tanto mente como cuerpo; un verdadero guerrero debía ser integro en todo lo posible, así decía su maestro, así que ella lo cumpliría: sería un guerrero lo más integró en lo posible, porque esta princesa intentaría salvarse sola de su cruel destino.

A sus escasos 7 años ya comprendía mejor las circunstancias que rodeaban su vida: porque debió mudarse y cambiarse su nombre, porque debía pasar desapercibida a tal punto que estaba ya acostumbrada a usar nombres falsos y crear con igual facilidad vidas falsas; desde temprana edad debió aprender el arte de mentir.

Comprendía que la vida la estaba empujando sin remedio a un futuro sombrío en el peor de los casos: vivir como una frágil y exótica ave en una jaula de oro.

A la mañana siguiente ya en el colegio no pudo evitar darle la vuelta a las cosas una vez más, acomodando los planes en mente, a la hora del almuerzo hablo con Hana al respecto: su única amiga sabía la verdad de todo eso, realmente nadie más fuera de los implicados sabía tanto del asunto y menos lo que ella pensaba, si no fuera por Hana de seguro hubiera perdido la cordura mientras se enfrentaba a las cosas día a día.

Esa tarde luego de su "tarde de amigas" en la casa de la otra castaña, Tsuna debió volver ir a su clase semanal de protocolos y etiqueta. Una Donna de una famiglia debía seguir un cierto protocolo acorde a su posición y dependiendo de su linaje, el plan era que ella se acostumbrara lo más rápido posible a sus deberes lo que para muchos significaba que debía comenzar desde muy niña, una clase a la semana de modales, deberes y demás: básicamente ser una señorita de alta sociedad.

Esas clases semanales también eran acompañadas de otras que en general se podrían resumir como más escuela, pero esta vez centrado a reforzar lo que ya aprendía en el colegio y si podía avanzar más del nivel. Clases de piano, idiomas, baile de salón e incluso unas de cocina: esta última fue a petición personal de ella, al menos quería disfrutar de algo entre tantas cosas.

Esos días llegaba a su casa muy tarde, por lo cual cenaba generalmente en el estudio donde se llevaba a cabo esas clases, así que como siempre subía a dormir directamente. Pero entre su rutina a momentos inhumana para alguien de su edad, había encontrado un espacio para romper todas las reglas.

Su oasis.

Luego de una semana exacta en que le informaron sobre sus futuros perros guardianes, llegó una sorpresa a la casa.

Un hombre alto, de un perfecto traje negro a la medida, zapatos bien lustrados y una feadora que ocultaba su mirada, y lo particular de él era ese par de patillas rizadas que enmarcaban su rostro.

-Así que esta es la niña-dijo con cierto tono indiferente

Reborn oculto su mirada de burla mientras observaba a la que sería temporalmente (en el sentido de comenzar con el entrenamiento básico) su nueva pupila, Nono casi le había rogado que aceptara el trabajo, aunque la verdad era que Reborn no tenía muchas opciones más que dar un sí.

La niña era más pequeña que los niños de su edad y de un cuerpo muy delgado, de rostro suave y delicado como todo pequeño cachorro, pero si había algo en particular en ella era esa mirada que solo hablaba de rebeldía y desafío. Esa niña al aparecer tenía sus pequeñas garritas de gato bien ocultas.

Tsuna observó al hombre en cuestión; no necesitaba pedir muchas explicaciones, era el hitman número uno al que tenía frente sí: el sería su nuevo tutor en el siguiente pasó del plan.

Una futura Donna debía ser capaz de defender a su familia.

Esa misma tarde luego del colegio ambos fueron a las afueras de la ciudad para comenzar el entrenamiento, pero...

En cuanto sus sentidos les advirtieron que estaban completamente solos por fin pudieron bajar las falsas apariencias, Tsuna comenzó a reír con una dulce voz infantil mientras daba saltos de alegría de que por fin fuera oficial ese hecho: Reborn era su tutor al menos temporalmente.

Me imagino que a esas alturas se preguntarán: ¿cómo diablos una niña de siete años puede ser feliz de tener al espartano como tutor?, ¿acaso no sabía que era un maldito sádico que disfrutaba del dolor ajeno y sobre todo si era provocado por él? pues fácil: dicho espartano llevaba entrenándola desde hace un tiempo atrás.

-No te emociones tanto Dame-Tsuna-dijo el mayor mientras tomaba asiento en un árbol caído- esto solo es una mera formalidad, no pienso cambiar mis métodos de enseñanza.

-Eso significa que yo aún...- respondió ella dejando al aire la pregunta no formulada.

-Aún creo que tienes que recibir un mejor entrenamiento del que se espera para una futura Donna.

Sip, esa una de las razones por las cuales a Tsuna no le molestaba para nada tenerlo como tutor: él era la única persona del mundo que veía más allá de lo que se suponía que debía ser; él no la trataba como una estatua frágil, no la trataba como como su fuera un pájaro enjaulado, cantando y actuando solo cuando se lo piden, Reborn tenía el gran presentimiento que si lograba recibir el entrenamiento adecuado, podría descubrir que bajo esa dulce carita de niña inocente se ocultaba todo el potencial de ser una de las mejores Hitman del bajo mundo.

Claro, después de él.

Y por eso se tomaba tan a pecho el deber de pulir ese diamante en bruto ignorado y por la misma razón no se negaba en ayudar a ocultar los otros secretos que esa niña ocultaba de todo el mundo.



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Holi, ¡al fin hace su aparición el tutor espartano número 1 del mundo!


Freedom (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora