Bonus Track: Dudas

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ALERTA:

 ESTE EXTRA (CRONOLÓGICAMENTE HABLANDO) ES EL QUE LE SIGUE A  "UN TANGO AÑEJO", SI USTED, SI TÚ,  QUE HAS LLEGADO AQUÍ QUIERES SABER QUE OCURRIÓ ESE DÍA, TE SUGIERO QUE VISITES "LA PEQUEÑA DÉCIMA VONGOLA" .

Eso queso

*Lina*










Un mes, un mes desde la cita y habían progresado aunque sea un poco, ahora ella lo había renombrado de "piedra" a "arena de gato", porque esta era maleable y neutralizaba los malos olores.

Él no se lo tomo bien.

Mientras esperaba a que llegará el tren, ella volvió a recapitular algunas cosas; en primer lugar el chico podía tener algo de emociones, no era frío como las piedras de río ni tampoco suave, pero le gustaba que él pudiera hablar de cualquier tema, de cada cosa surgía un nuevo tema de conversación y por eso ambos se quedaban hasta tarde enviándose mensajes entre ellos, se había vuelto rutina que al menos todas las noches conversaran de esa manera un par de horas, desde hace unos dos días ella había comenzado a enviarle mensajes de buenos días, para su sorpresa era él quien comenzó con los mensajes de buenas noches.

¿Era estúpido estar feliz por algo tan simple?, tal vez.

Mientras se sentaba en el asiento del vagón pensó que tal vez ese viaje le serviría para poner las cosas de otra perspectiva, porque después de todo iría a visitar a sus padres.

Cuando llegó a ese pequeño pueblo rural, el aire limpio le golpeo de lleno y no pudo evitar sonreír un poco, extrañaba esa calma que había siempre en ese lugar, mientras caminaba por las calles desde la estación hasta la casa de sus padres recordó todos los lugares que antes frecuentaba mucho siendo cachorra, como estas habían cambiado pero algunas cosas seguían como siempre, como la señora que siempre estaba sentada en el porche en su mecedora fumando tabaco o los niños corriendo para gastar su dinero en la tienda de dulces artesanales.

Luego de unos minutos llego a esa vieja casa de dos plantas con cerca de ladrillo y hierro, su casa de infancia, en el antejardín estaba su mamá, arreglando algunos arbustos y peleando con otros por dios sabe que, la mujer al escuchar el familiar chirrido de la puerta giró para ver quién era y con una sonrisa enorme corrió a recibir a su hija adorada.

-Luce, mi vida, bienvenida a casa- dijo mientras estrechaba entre sus brazos a su hija.

-Hola mamá, también te extrañe-le devolvió el abrazo mientras recibía con gusto el aroma particular de su madre- ¿y papá?

-En la cocina, de seguro peleando con tu hermana por teléfono... de nuevo- soltó un suspiro cansado, las peleas entre ellos eras frecuentes como estúpidas.

Cuando entro en casa el olor a pan recién horneado y lasaña fresca le recibió como siempre, dejo sus cosas en las sala antes de ir a ver a su padre que colgaba el teléfono molesto.

Freedom (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora