2.3 : No existen las coincidencias

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Al cabo de los tres días de competencia, una ardua preparación mental y física, una ardua lucha de miradas entre ella y las demás chicas de la sección femenina de la competencia, pero al final todo valió la pena cuando se alzó en el podio con una dulce sonrisa mientras mostraba la medalla de Oro colgando de sus delicados dedos haciéndola lucir más linda y adorable de lo que ya era.

Si bien estaba rendida, no podía quejarse, estaba un pasó más cerca del GPJ y eso significa un pasó más cerca del GPS, durante el vuelo rumbo a Japón, se acurrucó junto a su madre que se había escapado del trabajo para verla, para hablar sobre temas banales y el asuntó del otro suicida.

—¿En serio tengo que hacerlo? —murmuró ella molesta.

—Es una buena opción, claro, mientras él acepte —Luce le respondió mientras terminaba de trenzarle el cabello a su hija.

—Dame-Tsuna, el chico esta fichado, por lo que tienes que decidir rápidamente antes de que la Vongola lo haga —le recordó su padre.

Era otro punto que a ella le fastidiaba del todo el asunto: tener que elegir gente rápidamente antes de que no pudiera hacerlo libremente, con semejante presión ella realmente no quería luchar, pero tenía que darle la razón en algo: el joven Alfa era bastante interesante como para ser otro de sus perros guardianes, pero todo dependía si aceptaba o no. Pero hablando de dicho muchacho de ojos oscuros, su fiel autoproclamada mano derecha (que dicho sea de paso estaba ligeramente molesto por ser dejado de lado), le estaba informando que el chico no había dejado de preguntar por ella hasta el punto de casi explotar el salón, por suerte había encontrado oportuno decirle que estaba de viaje y nada más, así que tenía que estar preparada para lo que sucediera una vez llegara a casa.

Como había predicho, lo primero que ocurrió fue ser perseguida por el otro suicida apenas llegó de vuelta a clases, provocando no tan solo las múltiples amenazas de muerte por la joven tormenta sino que además el aumento del odio por parte del club de fans del segundo suicida. Cuando Tsu comprendió que eso sucedía a sus espaldas debió de dejar de lado su aversión a involucrarse más de lo necesario con esa gente y tomar el toro por los cuernos.

—¿se puede saber qué diablos quieres de mí?

En esos precisos instantes estaba comenzando a relatarle sobre su viaje a su amigo que estaba bastante curioso con respecto al tema, el chico había visto la transmisión por internet y estaba interesado sobre el sistema de la competencia, la verdad es que dado el buen comportamiento del chico, Tsuna estaba considerando llevarlo a su próxima competencia como recompensa por no meterse en líos últimamente, por suerte cuando su otro acosador había llegado ella había guardado silencio.

—Yo, esto... —comenzó el otro chico claramente nervioso.

Tsuna lo miraba como quien mira algo totalmente molesto en ese instante y es que luego de todo el lío provocado por el otro ella no tenía mucha paciencia que digamos.

—¿es sobre lo que hablamos?

En cuanto dijo eso los ojos de Yamamoto brillaron con cierto alivio porque ella intuyera bien sobre el problema que tenía él.

—Exactamente, Synclair-san —sí, la chica lo intimidaba de tal manera que no podía utilizar un honorifico más suave —la verdad es que me quede pensando sobre lo que dijiste...

—¿y que dicen tus amigos? —preguntó ella con burla mientras comía de su almuerzo.

Con esa pregunta todo el buen humor de Yamamoto se fue al traste, la verdad es que luego del incidente y que fuera enviado a casa, había tenido que enfrentar a su padre y prometerle ir seriamente a un terapeuta a causa de todo eso, esa noche antes de dormir, volvió a masticar las palabras de la castaña y debió admitir que estaba demasiado cegado con la promesa de un futuro esplendoroso en el béisbol como para no ver a su alrededor.

Freedom (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora