Primeros pasos

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Casi cuatro meses desde el incidente del secuestro. Tres meses desde que Tsuna llevaba viviendo con ellos.
A estas alturas todos estaban preocupados por ella, tanto los arcobalenos como Nono, Tsuna al menos ya no parecía un robot sin alma, sonreía ligeramente, pero el resto del tiempo parecía distante y el mayor problema seguía ahí: ella seguía sin decir ninguna sola palabra.

Con la idea de mantener una cierta normalidad en la vida de la niña se había decidido que tomaría clases particulares en casa al menos en lo que restaba del año para no perder el curso, eso era lo único que tenía como clases ya que Luce prohibió tajantemente que Reborn comenzara con sus "tutorías" (diciendo que apenas tenía medio domesticado a su actual pupilo, menos podría con dos críos), así que en vez de él fue ella quien decidió la otra actividad que tomaría la niña para que se mantuviera activa y comenzara a sociabilizar.

Reborn sabía que a la menor le gustaba bailar, al menos cuando ella era muy feliz, así que le sugirió a su esposa llevarla a clases durante el tiempo que estaría en Italia "entrenando de forma más intensa" a su pupilo. Pero al contrario de lo que tenía en mente, ella la llevo a cierto lugar en particular: el Chelsea Piers, era la única pista de patinaje que conocía que sabía que estaba abierta todo el año además de contar con clases para los niños.

Al principio Tsuna lucía totalmente aterrada ante la idea, razón por la cual se aferró a la mano de Luce en todo momento, con patines puestos y una niña aterrada, Luce le ayudo a dar los primeros pasos en ese lugar frío, claro, le tomo muchas caídas y golpes lograr mantenerse en pie y moverse apegada a la mayor que en todo momento sonreía feliz de ver progresos en su primer día. Así fue que durante una semana las dos fueron por un par de horas diarias a jugar un poco, llegado en un punto, Luce noto el claro interés que Tsuna tenía al ver a un grupo de niños recibir clases de un instructor.

-¿Te gustaría probar Tsu-chan?-pregunto con una enorme sonrisa.

La castaña la miró asombrada y rápidamente movió su cabeza afirmativamente sacando una risita a la otra, así fue que desde esa semana Tsuna recibía clases de patinaje al menos unas tres veces por semana.

Mientras los mayores notaban que la niña mantenía su nivel académico alto y comenzaba a sociabilizar un poco con otros de su edad (aunque ella no hablara y se comunicara con gestos), también fue posible ver otros cambios pequeños en casa.

La pareja de adultos se dio cuenta de unos particulares detalles que antes no eran tan notorios, entre ellos estaba que él lugar donde ahora siempre encontraban a Tsuna durmiendo era en la cama del matrimonio, como también prefería estar cerca de alguno de ellos a estar sola; podía leer o hacer cualquier cosa mientras estuviera cerca de ellos, parecía relajarse al notar sus presencias. Hubo un día en particular alrededor del quinto mes de convivencia que se dio otro primer paso, Luce entró a su cuarto a dejar la colada cuando sin extrañarse, vio un bulto entre medió de las sábanas de su cama, Tsuna estaba dormida pero aferrada a ellas, con cuidado le acaricio sus cabellos rebeldes hasta despertarla.

-¿Pasó algo cariño?
La niña solo la miró y se aferró a las mantas, sin moverse un poco.
-¿Te sientes segura aquí?- se aventuró a preguntar de nuevo.
Ella movió su cabeza ligeramente mientras tímidamente extendía su manita hacía la manga de la blusa de la otra, como pidiendo silenciosamente que no dejara de hacerle mimos en la cabeza.
Luce contuvo su sorpresa y siguió con sus mimos a la menor. Era la primera vez en todo este tiempo que ella decía querer la presencia de alguno de los dos adultos cerca, ese realmente era un primer paso y por lo que había leído era necesario reforzar ese hecho como algo positivo, así que dejando la colada de lado, se acurruco al lado de ella; abrazándola sobre las mantas mientras liberaba sus feromonas para calmar a la pequeña.
Al ser una beta no podía liberar lo mismo que una omega, Tsuna se dio cuenta de ellos y se acurró la lado de ella, cerrando los ojos y disfrutando secretamente de esa sensación.

Freedom (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora