Reborn revisaba un par de papeles en su oficina, misiones completas con éxito e informes listos, todo para tener libre la siguiente semana en donde las cosas cambiarían.
El año había pasado y Luce debía volver a sus funciones como arcobaleno lo que significaba hacer un par de misiones al año y encargarse del papeleo, algo de lo que ella no quería volver a retomar ni en broma, por suerte había retrasado el hecho de volver a las misiones por otro mes más pero a cambio de tener más papeleo, así que mañana cuando ella se fuera temprano al aeropuerto sería todo un escándalo por no querer volver a trabajar y por dejar a su cachorra.
Sabía que su pareja había creado un lazo con la niña, lo supo cuando llegó a casa antes de lo previsto y las encontró durmiendo juntas en la cama matrimonial, lo particular de la escena era el sutil pero inconfundible olor que las madres usaban para calmar a sus cachorros, en el caso de Luce, se potenciaba su aroma característico entre Lemon Grass con un toque de té negro, algo que siempre le recordaba a una taza de té caliente en una noche muy fría. Un aroma que te hacía pensar en casa y el olor a leña en la estufa, algo que la pequeña parecía sentirse calmada.
Por si fuera poco, también se acostumbró a verla seguir a la mayor como una especie de patito o gato, que comenzaba a hablar más aunque a momentos se quedará callada y sobre todo se estaba acostumbrando a escucharla a llamarla "mamá".
La primera vez se sorprendió un poco en oírlo, una parte de sí estaba ya convencido de que nunca escucharía a alguien llamarla de esa manera, tristemente esa palabra también le hacía volver a la época más turbulenta de su vida como pareja.
Pero el ver la sonrisa cargada de amor en el rostro de Luce hacia que todo valiera la pena.
Volviendo al presente, esa semana se quedaría solo con la niña, lo que significaba además de llevarla a clases normales, a clases de patinaje artístico.
Aunque era un fastidio, la niña parecía disfrutar con eso además de mantener sus buenas calificaciones, aunque claro, también tenía que darle crédito a la condición que impuso su compañera para ser ellos quienes decidieran lo mejor para la niña. Tsuna tendría que volver a retomar más en serio el entrenamiento, pero por el momento dejaría que fuera feliz, estaba pensando en cómo usar la pista en un campo para su propio entrenamiento espartano.
El primer día, hubo gente que se le quedó mirando, pensando que era una especie de guardaespaldas de la niña en ese colegio privado, él solo los miró con odio mientras Tsuna intentaba captar su atención.
-¿Qué sucede? - preguntó una vez que estuvo a su altura
-¿Y mamá?-dijo en apenas un susurró, debido a la poco costumbre de hablar
-Volverá al final de la semana, a la tarde vendré a recogerte puntualmente.
-¿Lo prometes?
El mayor suspiró antes de darle unas palmaditas en la cabeza, cosa que la molesto. No pudo evitar sonreír ligeramente al ver su rostro indignado.
Esa tarde cumplió su promesa y la llevó de la mano hasta el coche, era lunes así que debían ir a la pista de patinaje.
Como el resto de los padres presentes, se quedó observando el entrenamiento de la menor, si bien no era la primera vez que venía había pasado mucho tiempo. Con cierto orgullo vio como ella lograba saltar con mayor fluidez y elegancia que el resto de sus compañeros, incluso logrando las bases del triple Axel a la primera, en poco tiempo a este ritmo lograría superar el salto y comenzar a subir la dificultad de sus rutinas.
Al final del entrenamiento era claro que ella estaba feliz con sus progresos, solo tenía que ver su rostro brillar... oh, mierda, ¿Eso era fiebre?
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Freedom (KHR)
Fanfiction"Un omega debe ser gentil y centrado en su familia, ha de escuchar a su alfa o su familia, porque estos tiene que velar por su seguridad cómo omega. Un omega debe aceptar su condición desde el momento de su primer celo y cumplir con las expectativas...