2.1 : La falsa Pioggia

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Luego del viajecito a Italia, donde al contrario de lo que le sucede a ciertas protagonistas adolecentes que viajan al extranjero en las novelas, en vez de llegar con una bendición en el vientre, ella volvió a NY con un auto proclamado mano derecha.

Hana fue la menos feliz con la noticia, ella hubiera preferido a la bendición que al caniche.

Por otra parte, a espaldas del chico, Luce y Tsuna estaban seriamente planeando como domesticar al pequeño salvaje, por su parte, Luce le dejo muy en claro que le ocurriría al chico si deja que otro alfa (o él) se propasara con su hija, haciendo que el pobre tuviera pesadillas por un tiempo.

Fue entonces que le revelaron a Gokudera una verdad necesaria con respecto a Tsuna: ella era una Omega.

Como era de esperarse el pobre solo se quedó en blanco por un largo momento al revisar todos los momentos anteriores estando en Italia, sobre todo cuando el regaño de la chica le hizo sudar frío, no podía evitar sentirse un tanto humillado por que una Omega le hiciera esconder la cabeza bajo la tierra, pero tampoco era tan imbécil como para masticar el asunto más de lo necesario así que paso al otro punto crítico de todo esto y era el asunto de la sucesión.

Él se había criado en medio de este mundo por lo que no era necesario explicarle los enormes problemas que tendría Tsuna si por ABC motivo ella se convirtiera en la única heredera de Timoteo, sabía por las historias de otras familias lo que normalmente ocurría en estos casos y las perspectivas no eran nada buenas, ante eso pudo entender la necesidad del Hitman para encontrar rápidamente los guardianes adecuados para ella, porque independiente de lo que le sucediera ella eventualmente estaría frente al campo de batalla y lo que más necesitaría sería un grupo totalmente leal a ella.

Pero la felicidad duro poco cuando en un giro inesperado en los acontecimientos, Tsuna debió hacer las maletas para una nueva mudanza.

—¿Por qué tengo que volver a Namimori?

De todos los lugares del mundo definitivamente esa ciudad era la última a la cual quería volver, pero desgraciadamente eran órdenes de su padre.

Al parecer dos de los candidatos estaban en el sector y Reborn le recordó a su hija que no podía perder el tiempo en esperar a seleccionar a sus guardianes, habían ganado una ventaja cuando acepto a Gokudera pero no podían bajar la guardia hasta que ella los hubiera elegido a todos. Con eso en mente, Tsuna se resignó a volver al último lugar que planeaba ir en su vida.

Debido a las prisas por completar los papeles de traslado de instituto, los permisos y tramites con la federación americana de patinaje (que no estaban para nada contentos con el asunto) y en todos los demás arreglos, al final se decidió que solo Reborn (por motivos muy claros) a acompañaría a la chica durante el viaje mientras que su madre se quedaba en NY manejando el asunto de los negocios, Gokudera por ciertos motivos personales de los cuales no soltó nada a la castaña, debió volver a Italia para arreglar ciertos asuntos.

Cuando pudo pisar suelo Japonés, una ola de sentimientos encontrados la ataco salvajemente; la última vez que había estado en el área de vuelos internacionales de ese aeropuerto fue cuando se marchó a América junto a sus dos nuevos protectores, justo luego de... la masacre. Tal vez fuera que la tensión en sus hombros fuera muy evidente o tal vez porque él ya presentía que algo así pudiera ocurrir, la cosa es que un cálido brazo cubrió los hombros de la muchacha, esta al levantar la mirada se topó con un par de ojos color ónix que de alguna extraña manera la reconfortaron recordándole de que ella no estaba solo en ese minuto.

Mientras el coche se desplazaba por las calles de Manimori, los recuerdos de lo que ya parecía una vida anterior aparecían lentamente en forma de pequeños flash back, por suerte, el lugar había cambiado bastante como que pudiera volver a asociar los mismos lugares con otros recuerdos y de alguna manera dejar todo eso atrás en el fondo de su mente. Las casas que pasaban al lado suyo hicieron que se preguntara una vez más si su antigua casa estaría aun en el mismo lugar, si no la habían destruido o derribado por un complejo habitacional, si acaso vivía gente nueva en ese sitio, esperaba que sí, que hubiera gente nueva que llenara de nuevos recuerdos un lugar mancillado por la sangre inocente.

Freedom (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora