244 días antes del reencuentro
Cuando el reloj marcó las seis y media de la mañana Guillermo salió de su departamento con la mirada en sus pies y con los pensamientos completamente alborotados a causa de la asquerosa noche que había tenido que atravesar, la cual se había repetido por tercera vez a lo largo de la semana y que ocasionó que sus ya pocas horas de sueño se redujeran todavía más. Lamentablemente, y a pesar de que se estaba esforzando verdaderamente para impedirlo, su cerebro no estaba dispuesto a dejar su pasado atrás, por lo que comenzaba a hacerse habitual tener que lidiar con la imagen de su ex repitiéndose entre sus sueños; no importaba cuanto se lo propusiese, siempre terminaba cayendo en las redes de aquellas imágenes que anhelaba repetir pero que, por motivos obvios, no podría hacerlo.
La distancia que había entre el hospital y el complejo de departamentos del mismo y donde él vivía era de veinte minutos andando, por lo que ocupó todo ese tiempo en intentar resetear a su mente y ponerla en blanco para poder comenzar su día de la forma más tranquila posible, y sobre todo porque no podía perder el tiempo (o energía) en intentar solucionar sus problemas cuando había varios pacientes que debían ser ayudados. Lamentablemente (o afortunadamente, en su caso) el hospital psiquiátrico en el que trabajaba contaba con varios pacientes que necesitaban de sus sesiones y tratamiento, por lo que eso lo mantenía ocupado la mayor parte del tiempo y llenaba a su cabeza de información alejada de la que invadía sus pensamientos durante la noche.
El hospital se había convertido en su nuevo centro de distracción de forma rápida.
-Hi, doctor Díaz- escuchó que una voz femenina con acento inglés lo saludaba, por lo que desvió los ojos de sus pies por primera vez y observó su panorama tras sacudir la cabeza.
Siempre pasaba lo mismo: salía hacia el hospital con los pensamientos revueltos y, por estar más concentrado en ignorarlos, llegaba sin siquiera darse cuenta y era devuelto a la realidad por la misma mujer, quien lo saludaba cada que lo veía entrar por la puerta; era como si sus músculos, conscientes de que debía ocupar su cerebro en otra cosa, se pusiesen en automático y lo condujesen hasta su destino sin tener él que pensarlo.
-Hi, Amy- respondió el nombrado –So much work?- preguntó haciendo uso de su fluido inglés y acercándose a la barra de la recepción.
-A little- la joven de ojos oscuros y cabellera castaña buscó por debajo de la mesa y sacó un abultado conjunto de hojas – Christian Jones is waiting for you since the night, he not slept- Guillermo tomó las hojas y frunció el ceño ante las palabras de la joven; Christian era un pequeño de quince años que sufría problemas con su ansiedad, por lo que estuviese esperándolo desde la noche solo podía significar que no estaba pudiendo controlarse –His anxiety is over the sky- Guillermo resopló cuando corroboró que la primera hoja del conjunto en sus manos llevaba el nombre del chico – Do you want I announce your arrival?
-No, please, I need fifteen minutes more and that will make his anxiety get worse...- aclaró, recalcando el hecho de la ansiedad en ascenso de su paciente.
Si llegaban a decirle a Christian que sería atendido en quince minutos y Guillermo tardaba uno más las cosas podían ponerse dramáticas (como ya había pasado por el mismo motivo).
-Tranquilo, Guille, lo tenemos controlado- dijo una segunda voz (también femenina) que lo hizo girar sobre sus talones para encontrar a quien le hablaba –Accedió a atenderse conmigo y ya está un poco más calmado- continuó en español, demostrando que Guillermo no era el único que podía manejar el idioma dentro del hospital –Sin embargo, te sigue esperando- se encogió de hombros –Y por cierto, buenos días- ambos sonrieron, Guillermo aliviado y ella en señal de saludo.
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Entre pensamientos y elementos [Wigetta]
Fanfiction//HISTORIA FINALIZADA// //"CONTINUACIÓN" DE 'TIERRA Y OTROS ELEMENTOS'// Samuel De Luque decide sacar a Guillermo Díaz de su vida, convencido de que de esa manera logrará olvidarse de todo lo que siente por él y recuperará su vida de antes de conoce...