Capítulo 8

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Mil pensamientos se han alojado en mi mente, recostado en la mullida cama de Kendrick me he cubierto con las finas sabanas, soy incapaz de alejar las palabras que Sebastián me dijo en la mañana, aun cuando me irrita, mi enojo apenas y logra mantenerse a flote, sin importar cuanto me duelan sus palabras no logro odiarlo, únicamente logró recordar lo patético que mi vida ha sido, no puedo parar de pensar la basura de persona que soy.

Nuevamente mis lagrimas han decidido inundar mis ojos, pese a ser consciente del motivo por el cual fui traído a esta casa, que se me fue arrebatado mi nombre y mi cuerpo ha pasado a ser propiedad de alguien, soy tan patético como para aceptarlo todo con el único fin de satisfacer mis propios deseos, he aceptado ser uno con el amo Kendrick para seguir protegiéndome a mi mismo. El día ha transcurrido sin que pudiera darme cuenta, con pensamientos viniendo de aquí allá apenas pude notar como un vehículo ingresaba a la mansión.

—Amo Kendrick...

Aun si se que quien me compro ve a las personas como juguetes, que vive de tener el control, ¿Por qué? ¿Por qué sigo sintiendo a mi corazón acelerarse por él?, una noche, solo una noche hemos sentido a nuestros cuerpos sentirse, ha sido una única vez en que nos entregamos el uno al otro, ¿Realmente soy este tipo de persona? ¿Soy tan fácil de tentar?

Escuchando pasos aproximarse hacía la habitación he procurado fingir estar dormido, me ha costado no levantarme cuando escuche que se abría la puerta e ingresaba el dueño del lugar. Sus pisadas me hicieron saber que se hallaba frente a la cama, logrando mantener a duras penas mi tranquilidad era consciente del cuidado que tenía al recostarse a mi espalda.

—¿Adei, estas dormido? —no respondí, únicamente me mantuve en completo silencio, podía sentir como los brazos de Kendrick me rodeaban, ¿En dónde habrá estado?, su cuerpo se siente frío, es como si hubiera estado mucho tiempo expuesto a bajas tempe...

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—¿Adei, estas dormido? —no respondí, únicamente me mantuve en completo silencio, podía sentir como los brazos de Kendrick me rodeaban, ¿En dónde habrá estado?, su cuerpo se siente frío, es como si hubiera estado mucho tiempo expuesto a bajas temperaturas, abriendo ligeramente mis ojos pude ver que una pequeña tormenta se había desatado, mi sorpresa se vio interrumpida al sentir como el abrazo de Kendrick se apretaba un poco—. Adei... mi pequeño Adei, por favor promete no abandonarme... promete que estarás siempre a mi lado...

Este hombre que todo posee y gusta del control tener, le teme a algo, ¿Teme a la soledad? ¿Teme no tener el control?, sin abrir mis ojos, he girado mi cuerpo quedando de forma que podía escuchar los latidos del amo Kendrick, este adulto con actitud de niño me confunde, sus pensamientos son un misterio, sus explicaciones son contradictorias y su actuar solo causa confusión.

—Adei... Adei...

Sus labios no paran de repetir mi nombre, sus brazos se aprietan de forma que parecen querer evitar mi huida, como si temiera que me fuera, que me alejará, con ojos cerrados y recurriendo a la mayor tranquilidad posible he pronunciado una pequeña palabra—. Amo... Kendrick... —he podido sentir como las manos de Kendrick tomaban mi barbilla elevando mi rostro de forma que le permitiera juntar nuestros labios, aun si he podido percibir un intento por profundizar el beso, Kendrick se limitó a hacerlo sencillo.

Esclavo (YAOI R-18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora