Capítulo 13

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—Au.—Me quejé.
—No te he tirado, no seas quejica.—Yo bufé. Misako me estaba haciendo unas trenzas de raíz. En realidad, me obligó. Nori nos miraba atenta desde la cama mientras soltaba alguna risa y Hayashi estaba recostada a su lado.
—Eres muy buena peluquera.—Dijo Nori y sentí la sonrisa de Misako detrás mía.
—Ya está.—Yo me separé y me miré al espejo.
—Gracias.
—Denada.—A los segundos se oyen unos golpes en la puerta.
—Chicas.—Era Kouki.
—Vamos a cenar todos juntos, ¿venís?—Preguntó desde el otro lado.
—Sí. Ahora vamos.—Todas nos levantamos y salimos camino a la cafetería.
—Y... Hayashi... no nos has contado que tal con Kouki.—Dejó caer Nori. Hayashi se rió nerviosa.
—Estamos bien, supongo.
—¿Os habéis vuelto a besar?—Pregunto Misako dándole un suave golpe en el hombro.
—Bueno... hace semanas que no. Últimamente solo nos decimos hola y adiós.—Todas nos quedamos calladas.
—Seguro que todo se arregla.—Comentó Nori.
—Eso, que necesitamos al menos una pareja aquí.—Hayashi rió.
—Bueno... ¿os puedo contar un secreto? Me dijo que iba a venir esta noche a visitarme.—Todas nos miramos alzando las cejas.
—Uhhhhh. Que bonito.—Reímos hasta llegar a la cafetería donde estaban los chicos.
—La comida está en el horno.—No me había dado cuenta ni de que había horno.
—Yo la saco.—Me ofrecí ya que nadie decía nada.
Caminé hasta el horno y esperé paciente.
—Te queda bien.—Me giré, era Dustin.
—¿El qué?
—Las trenzas. Pareces buena y todo.—Yo reí sarcásticamente. El reloj del horno se paró y me dispuse a abrir.
Cogí un trapo y me lo puse en las manos para después coger la bandeja. Al sacarla el trapo se resbaló haciendo que tocara la bandeja. Un destello de calor recorrió todo mi cuerpo. Yo ahogué un pequeño grito de dolor y por un segundo estuve a punto de dejar caer la bandeja pero Dustin lo impidió, con su mano desnuda agarro el lado de la bandeja y la subió colocándola en la mesa para después soltarla y agitar la mano rápidamente.
—Lo siento...—Dije. El frunció el ceño de dolor.
—Enserio lo siento.—Agarré su muñeca y metí su mano debajo del chorro del agua.
—Estoy bien.
—No te intentes hacer el macho. Acabas de agarrar una bandeja ardiendo.—Objeté.
—¿Que ha pasado?—Preguntó Hayashi acercándose a nosotros.
—Se ha quemado.—Ella se acercó y observó la quemadura. Cogió algunos trapos de la cocina, los empapó en agua fría y le rodeó la mano con eso. Mientras ella se ocupaba yo llevé la comida  a la mesa donde todos esperaban ansiosos. Yo me senté al lado de Nori y Ryu.
Un silencio consumió la sala hasta que Dustin y Hayashi vinieron de vuelta. Dustin se sentó delante mia y Hayashi a su lado.
—Que silencio.—Sentí como todos se comunicaban por las miradas.
—¿Pretendéis pasaros toda la cena echándoos miraditas?—Preguntó Dustin.
—Por que no... hablamos de los asesinatos.—Dijo Dustin. Todos nos quedamos perplejos, sentía que esto no iba a terminar bien.
—Hace mucho que nadie hace nada.
—Me pregunto quién será el siguiente.—Continuó.
—No me miréis así. Sabéis tanto como yo que no vamos a vivir aquí en paz y armonia durante el resto de nuestras vidas.—¿Por que no se callaba?
—Y...¿echáis de menos a Hatate? Yo un poco. Aunque esa manera... fue muy cruel. Os acordáis... cada interminable segundo en el que veías como la vida se le escapaba de sus manos.
—Cállate.—Le ordené mientras seguía mirando la comida.
—Vamos Aika. Que más te da a ti. Todos sabemos que no tienes sentimientos. Eres fría como el hielo.—En ese momento me levanté dando un golpe en la mesa. Sentí el brazo de Misako tranquilizándome.
—¿Se puede saber que coño te pasa?¡No, enserio!¡Cuéntame!¿Cual es tu puto problema?¿Acaso... acaso tus padre no te hacían caso de pequeño?¿Tu madre no fue a tu graduación y tu padre no admiraba tus dibujos? Podrías dejar de ir dando puto asco y hacer algo aceptable por una vez en tu vida, hasta a lo mejor llegas a algo.—Lo único en lo que me pude fijar fue en su sonrisa, esbozó una sonrisa pícara que realmente me desgarró por dentro. Me dio tanta rabia, tantísima. Pero me la tragué, y me fui de ese lugar dando golpes fuertes contra el suelo. Odiando cada centímetro de ese chaval, que tanto me ponía  de los nervios, que tanto me sacaba de quicio.

Kazuo's POV:

—Wow.—Comentó Kouki.
—Explotó.—Objetó Shin. Todos nos habíamos quedado bastante anonadados con lo que había pasado. Obviamente Dustin se lo merecía, por imbecil, pero al parecer no le afectó mucho que se dijera.
—Si me disculpáis.—Dijo Dustin levantándose de la silla con una sonrisa pícara.
En cuanto salió por la puerta todos nos miramos perplejos.
—Después iré a hablar con ella.—Habló Misako.
—Bueno, si Dustin aparece muerto ya sabemos quién fue.—Dijo Shin. Yo lo maté con la mirada.
—Lo siento, lo siento.—Se disculpó.
—Bueno, creo que esta cena ha sido un fracaso total.—Comenté y todos afirmaron con la mirada.
—Yo me voy.—Dijo Hayashi. Los demás también lo hicieron y se levantaron de manera rápida. Bueno. Otra cena arruinada gracias a Dustin. No entiendo por qué le encanta tanto picar. Me ofrecí para recoger y me quedé de los últimos. Solo faltaba yo en irme. Agarré los platos que faltaban y caminé hacia la cocina. Los dejé en el fregadero y suspiré profundamente. Volteé la cabeza y vi los cuchillos. Faltaba uno. En ese momento un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Fregué los platos y rebusqué intentando encontrarlo. No estaba.

Alguien va a matar esta noche.

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