Valió la pena por ella

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Víctor siguió caminando un rato por el bosque hasta que salió de él al fin y se dirigió a su casa.
Al llegar estaba estacionado frente a ella el carruaje de su familia.
-Hola Mayhew- saludó al cochero que estaba quedándose dormido en su asiento arriba del carruaje- ¿Qué tal?
Ante sus palabras saltó asustado debido a que interrumpió su sueño, pero al verlo abrió los ojos en grande.
-Chico, que bueno que regresaste- le dijo a Víctor.
-¿Por qué?- le preguntó Víctor que ya estaba abriendo la puerta de su casa pero retrocedió un poco para escuchar- ¿qué pasa?
-Tus padres llegaron a la casa de tu prometida desde hace media hora porque la prueba del banquete terminó antes de lo que pensaban y ya saben que hoy no fuiste a tu prueba de traje y tu madre y los señores Everglot están furiosos.
Víctor entró en pánico, con toda la emoción en el mundo de los muertos había olvidado por completo las pruebas del traje, a sus padres y a la boda.
-Gracias Mayhew, te debo una- le dijo Víctor y sin perder más tiempo salió corriendo hacia la casa de Victoria.
En el camino incluso chocó con un hombre el cual le dio un bastonazo enojado pero Víctor sólo siguió corriendo gritando varias disculpas y evitando chocar con más gente.
Después de algunos minutos (menos de los que normalmente harías corriendo normal ya que iba corriendo muy rápido) al fin llegó a la casa de Victoria.
Al llegar chocó ligeramente con la puerta pero enseguida se despegó y tocó.
El mayordomo abrió la puerta.
-Hola, buenas tardes- dijo Víctor- ¿mis padres están aquí?
-Señor Víctor- dijo el mayordomo viéndolo desde arriba- me parece que llega un poco tarde.
-Sí- Víctor se aclaró la garganta- es que tuve problemas en el camino.
-Si usted lo dice- contestó el mayordomo igual- sólo espero que eso le sirva de excusa con las señoras y los señores- en esa parte sonrió por primera vez desde que Víctor lo conocía, pero no era una sonrisa agradable, sino una burlona y divertida por lo que le pasaba y que provocó escalofríos en Víctor- adelante, pase.
Se apartó y Víctor entró rápido pero dudando, no sabía lo que encontraría con su madre enojada, y si de algo estaba seguro es que prefería enfrentarse al jefe Peterson en ese momento.
-¡VÍCTOR!- gritó de pronto su madre bajando las escaleras con su padre, Victoria y los padres de ella siguiéndola, comprobando su teoría- ¡dónde rayos te habías metido! ¡Debías llegar a la prueba del traje a la hora de siempre!- cuando terminó de gritar ya estaban todos frente a él, su madre y los padres de Victoria con cara enojada, y su padre y ella tranquilos pero con cara un poco triste por que su madre lo estaba regañando.
-Lo siento madre, es sólo que...- dijo, sin saber qué excusa dar realmente, ya que obviamente no podía delatar nada sobre el mundo de los muertos y además, aunque lo hiciera no le creerían y probablemente su madre se enojaría más por pensar que inventaba cuentos para salir de lo que hizo.
-¡¿Que qué?!- le preguntó su madre.
En serio no sabía qué decirle, las otras opciones que tenía era decir que simplemente no había querido ir, pero eso sería llegar al tema de que no quería casarse y las cosas empeorarían para él.
-Esto es una total vergüenza- comenzó a decir la madre de Victoria caminando hacia él- el novio no muestra interés alguno por la boda, no hay compromiso ni responsabilidad, ¡ah! Que falta de honor más grave y vergonzosa...
-Pero si esto sólo ha sido una vez- se defendió Víctor, su tono de voz era normal pero sonó un poco alterado, ¿cómo se atrevía esa mujer a decir que no había responsabilidad ni compromiso en él cuando sin querer casarse había estado aprendiendo los votos, ensayándolos y prestándose para las medidas de un traje del cual había visto la foto y ni siquiera le gustaba?
-¿Una vez? ¿Más quieres?- siguió la madre de la prometida a la cual no quería- ¿cómo puedes decir eso así? Ni pensar que en menos de dos semanas vas a casarte con mi hija, y se los digo enserio- en esta parte se volteó de lado para ver a los padres de Víctor que estaban detrás de ella- si no fuera por las invitaciones que ya entregamos y que el nombre de su hijo va en ellas ya habríamos cancelado todo y casado a Victoria con alguien más, creíamos que su familia tenía decencia y era respetable, pero me equivoqué señores Van Dort.
-Por favor tranquila señora Everglot- comenzó a decir la madre de Víctor acercándose hasta estar frente a ella- yo sé que Víctor no está haciendo las cosas bien y que se ha visto desobligado pero le aseguro que será un digno esposo y que el matrimonio traerá el honor a nuestras familias.
-¿Será?- preguntó fríamente la madre de Victoria- si desaparece así nada mas qué le puede esperar a mi hija, además, ¿dónde estaba? Probablemente con algunos rufianes.
Víctor sabía que no se refería a los muertos y que ni siquiera sabía dónde había estado, pero aún así no pudo soportar que les llamara así, sabiendo él con quienes había estado, no podía soportar que los insultara a ellos, sobretodo a ella.
-Se equivoca señora- dijo muy serio- no estuve con ningunos rufianes.
-¿A no? ¿Y entonces en dónde muchacho?- preguntó esta vez el señor Everglot.
Nuevamente Víctor pensó en qué decir, y no teniendo más opción se le ocurrió otra cosa, decir la verdad, pero, no completamente.
-Estuve con unos amigos- respondió finalmente, sentía su cuerpo temblar un poco nervioso, pero al fin de cuenta no les decía que con unos muertos y eso era guardar el secreto ¿verdad?
-¿Con unos amigos? Entonces es justo lo que pensaba...- comenzó a decir la madre de Victoria.
-No, no es lo que piensa, ellos no son ningunos rufianes, son gente de bien, comprensiva... y sólo fue por esta ocasión que los vi, quiero decir que, hace tiempo que no los veía- terminó de decir.
-¿Pero de dónde los conoces? Porque yo no te conozco a ningunos amigos Víctor- le dijo su madre.
-Bueno... fue un poco reciente, un día que iba caminando conocí a una mujer, nos volvimos amigos y ella me presentó a los demás y como estoy a punto de casarme nos reunimos por última vez, un pequeño picnic en otro pueblo, creía que llegaría a tiempo pero se nos fue la hora- dijo Víctor, armando la historia como es pero sin contar todos los detalles, y pensó que eso lo salvaría, pero no contó con el único detalle en el que pusieron atención las dos matriarcas de las familias.
-Una mujer- dijo su madre en un susurro- ¿estás a punto de casarte y te ves con una mujer?
-¡¿Qué?! No, no es eso, nunca la había visto hasta ese día que paseaba y platicamos un poco, me agradó luego llegaron sus amigos y también me agradaron, nada más.
-¿Y sigues diciendo que es poco lo que haces?- dijo la señora Everglot- estás con una mujer, probablemente una rogona que se mete con hombres casados y...
-¡Un momento!- gritó Víctor, interrumpiéndola, que pensaran de él lo peor era una cosa, pero de Emily no pensaba permitirlo- ¡¿cómo puede decir eso si ni siquiera la conoce?! ¡Como siempre está haciendo un escándalo por nada porque no sabe hacer más que hablar y juzgar porque su vida es tan vacía que no...
Fue interrumpido, pero no porque se dio cuenta de lo que decía, no porque alguien le dijera algo para tranquilizarlo, tampoco porque lo interrumpieran a gritos también, sino porque en ese momento sintió la mano de su madre chocar contra su mejilla fuertemente.
-¡Basta ya Víctor! No quiero escuchar una palabra más, en este momento vas a disculparte con la señora Everglot y nos esperarás a tu padre y a mí en el carruaje (que según la hora ya había llegado).
Víctor miraba a su madre enojado, pero ¿qué más podía hacer? Caminó lentamente hacia la señora Everglot.
-Disculpe señora Everglot- recuperó su tono calmado, pero estaba lleno de frialdad.
Ella sólo le volteó la cara muy indignada.
Víctor se dio la vuelta para irse y su mirada se cruzó con la de Victoria, ella lo miró triste y apenada por lo que había pasado.
Luego Víctor salió y subió al carruaje, después escuchó algunos gritos procedentes de la casa, que poco a poco fueron bajando, aunque Víctor ya se hacía la idea de lo que le esperaba.

Horas más tarde en la noche Víctor estaba sentado a su escritorio, recostado sobre él.
Su madre había podido arreglar todo para que la boda siguiera en pie, aunque requirió un gran rato discutiendo con la señora Everglot, quien aceptó con una condición.
Víctor intentó sentarse pero las marcas de los latigazos en su espalda repartidos por su madre volvieron a causarle dolor e inmediatamente volvió a recargarse sobre el escritorio.
Comenzó a pensar que podría haberse ahorrado eso si no hubiera cuestionado a su madre, no hubiera gritado a la señora Everglot y no hubiera ido al picnic, pero se olvidaba en ese momento de alguien, hasta que por su ventana abierta entró una mariposa de alas color azul que le recordó a cierta mujer con el pelo del mismo color, y se dio cuenta de que esto fue por defenderla y por ir a verla.
Bueno- susurró Víctor con una pequeña sonrisa extendiéndose en su boca- valió la pena por ella.


Aquí está ya el nuevo capítulo que como siempre espero sea de su agrado, las cosas con Víctor fueron un poco fuertes (o yo lo considero así por ser algo sensible 😅) pero creo que demuestra que Víctor ya siente cosas por Emily y que está dispuesto a enfrentar a sus padres (o mejor dicho su madre) por ella.
El siguiente capítulo se titula "Sobras", por lo que supongo ya se imaginan lo que pasará pero tengo planeadas más cosas para esta parte, así que los espero, hasta la próxima.

                                      Yahaira D. G.

El Cadáver de la Novia                                  Un Amor (Im)Posible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora