[¿Habéis visto que foto más mona? xD Tenía que ponerla, me hacía gracia también JAJA *huyeh*]
Nuestro ángel había llegado sin problemas a la calle donde vivía Alfred, su objetivo. Más bien acabó en un callejón para que no levantara sospechas, y acto seguido salió de allí dirigiéndose hacia la casa del humano. Ver los edificios, las calles, las personas que andaban por estas... Le traía cierta nostalgia, aunque no pudiese recordar nada de su pasado. En parte le entristecía no saber nada, pero por otra lo comprendía. Si un ángel tenía esa información, querría regresar a la Tierra cuanto antes para volver a ver a sus familiares o amigos, y contarles que estaba bien. Pero eso es algo que está prohibido ya que la humanidad no debe saber sobre ellos. Solo hay una excepción, y es el caso de los ángeles de la guarda. El humano que está en manos de algún ángel sabe sobre su existencia, pero solo porque antes de regresar al cielo, el ángel le borra la memoria de todo lo ocurrido. Y otra norma fundamental de los ángeles de la guarda es que no pueden establecer ninguna clase de relación con esa persona. Si eso ocurre, otro ángel iría a por él y les borraría la memoria a ambos.
- Supongo que es aquí.
Arthur paró frente a una mansión de al menos tres pisos y rodeada con un gran jardín. Empujó un poco la puerta de la verja que protegía la casa del exterior y caminó hacia la puerta principal mientras observaba su alrededor. Aquella mansión destacaba mucho en mitad de la avenida llena de rascacielos. Cuando llegó finalmente a su destino, los nervios volvieron a su cuerpo poco a poco y se quedó unos minutos frente a la puerta pensando cómo le diría a aquel chico que iba a ser su ángel de la guarda.
- Tenía que haber pensado esto antes...
Suspiró un poco cruzándose de brazos mientras se calmaba lentamente, recordando las instrucciones que le dieron antes de llegar aquí. Pero una voz lo sacó de su trance sobresaltándolo y le hizo girarse.
- ¿Quería algo?
En cuanto vio el rostro de aquella persona supo de inmediato de que se trataba de su objetivo. Alto, rubio, de ojos azules, y con gafas. Intentó mantenerse sereno y serio mientras le extendía la mano como saludo. De alguna forma había que comenzar.
- Encantado, soy Arthur.
- Alfred...El americano le correspondió el saludo algo confuso y volvió a formularle otra pregunta mientras separaban sus manos.
- ¿Necesita algo?
- ¿Podríamos hablar dentro?Alfred lo miró desconfiado y se quedó mirándolo pensativo, haciendo impacientar un poco a Arthur a la vez que ponerlo nervioso. Sabía que era una pregunta arriesgada, pero no podía hablarle del tema fuera en la calle. Necesitaba un lugar más privado. Por suerte Alfred acabó accediendo y el ángel dejó salir un pequeño suspiro de alivio cuando le abrió la puerta y le dejó pasar.
- Gracias...
Una vez dentro observó todo rápidamente y se giró volviendo la vista al muchacho cuando escuchó la puerta cerrarse.
- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?
El chico americano se cruzó de brazos mientras lo miraba algo serio y curioso. Tener a un desconocido en su casa y sin saber aún el motivo le ponía a la defensiva. Arthur, en cambio, lo analizaba con la mirada imaginándose la reacción que tendría al escuchar lo que iba a decirle.
- A partir de hoy seré tu ángel de la guarda.
Hubo unos segundos de silencio mientras Alfred lo miraba sorprendido al escuchar eso, y Arthur esperando a ver su reacción. Al final el joven no aguantó más la risa y acabó riéndose a pleno pulmón.
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My Angel
Fanfiction[UsUk] Arthur, un reciente ángel en el cielo, tiene como misión ser el ángel de la guarda de un joven americano. Pero nadie pudo haber previsto lo que iba a pasar a partir de su encuentro.