My Angel

[Epílogo]

[Me encanta esta canción <3 -c vah-]

- Oye Gilbert, ¿sabes dónde está-?
- Donde siempre. ¿Dónde va a estar si no?

Gilbert no levantó la vista de sus papeles para responderle, ya que sabía perfectamente por quién preguntaba.

- Era por asegurarme... Gracias.

El otro ángel le agradeció junto con una sonrisa que Gilbert no vio al estar demasiado ocupado con sus cosas. Se alejó de él, dejándolo andar solo de nuevo por las calles del cielo, y fue en busca de la persona a la que quería ver. Sabía que lo encontraría allí, siempre estaba cerca de esa zona, pero al no estar muy seguro prefirió preguntar primero. Llegó a su destino pocos minutos después y encontró a su objetivo donde siempre, sentado en la frontera del cielo y el infierno, observando el abismo melancólico.

- ¡Alfred! Te estaba buscando.

El susodicho desvió su atención a la persona que lo había llamado y se giró un poco para poder verle, aunque ya sabía quién era al haber reconocido su voz de inmediato. Sonrió levemente y se levantó para ponerse a su altura.

- ¿Querías algo Matt?
- Solo avisarte de que esta noche va a haber una fiesta. Feliciano me pidió que te avisara.
- Oh bueno... Gracias por avisarme, pero creo que no iré.

A Alfred se le notaba en el rostro que no le gustaban mucho las fiestas, a pesar de que intentaba disimularlo con una sonrisa, y a Matthew tampoco es que le entusiasmasen. Pero una de vez en cuando no hacía mal a nadie. Al escuchar su respuesta suspiró un poco y lo miró esta vez con cierta comprensión y una leve sonrisa.

- Había que intentarlo... Sabía que no querrías venir.
- ¿Tú vas a ir?
- Un poco de diversión nunca viene mal~ Y tú deberías hacer lo mismo.

Su respuesta tuvo cierto tono de autoridad, pero los pucheros que la acompañaron hicieron que no tuviera el mismo efecto. Alfred dejó salir una pequeña risa y desvió su mirada de nuevo al abismo.

- Quizá otro día hermano.

Hubo un breve instante en el cual ninguno de los dos habló. Decidieron dejar que el silencio tomara acto de presencia antes de que Matthew decidiera contestarle.

- Vas a quedarte aquí esta noche también ¿verdad?

Alfred lo miró de reojo con una sonrisa sincera, pero a la vez llena de una inmensa tristeza. Matthew aún no lograba entender cómo era capaz de soportar tal cantidad de sufrimiento.

- Es lo menos que puedo hacer por él.
- ...Alfred...

Se acercó a él, a su hermano, y lo atrapó en sus brazos para darle un fuerte abrazo. Alfred le correspondió el abrazo sabiendo muy bien a qué venía, y segundos después se separaron. Matthew lo miró con esa seriedad que caracteriza a todo hermano mayor y lo cogió suavemente de las mejillas.

- Aún así... Sabes muy bien que ya es feliz tal y como están las cosas. Él no querría que te martirizaras tanto...
- Lo sé... Pero no puedo evitarlo.

Alfred cogió las manos de su hermano y las apartó, bajándolas junto con su mirada y apretándolas un poco.

- Ya hice lo que me pidió... Te conté nuestra historia, y aún no me creo que todo saliera bien, que recordaras el pasado. Ni que acabara aquí como un ángel. Pero aún así no puedo dejar de venir aquí...
- Te entiendo... Y es normal que estés aquí, no te merecías estar en el infierno...

Matthew sonrió levemente y se acercó para darle un corto beso en la mejilla a su hermano, quien lo miró de reojo al notar que tiraba de sus manos.

- Vamos... Ven conmigo a la fiesta y despéjate un poco. No puedes estar otro año más cabizbajo por él. No le gustaría verte así.

Alfred se lo pensó unos segundos, pero al final acabó rindiéndose a las súplicas de su hermano. Dejó salir un largo suspiro y volvió a desviar la mirada mientras soltaba sus manos.

- Está bien, ahora iré... Solo déjame unos minutos más aquí.
- De acuerdo... Nos vemos luego.

Le dedicó una última sonrisa a Alfred antes de marcharse y dejarle solo en aquel lugar. La mirada del ángel volvió a centrarse en el abismo, en aquella oscuridad que conoció tan bien. Se miró la mano derecha y sonrió mientras se limpiaba rápidamente una lágrima que amenazaba con salir. Se acercó aquella mano a sus labios y depositó un leve beso sobre el anillo, el anillo que le regaló a Arthur hace mucho tiempo y que ahora era lo único que le quedaba de él.

- Yo también te quiero Arthur...

[Aleeh ahí lleváis el epílogo to bonicoh :) FELIZ NAVIDAH xD Sentía que debía hacerlo o si no me acribillaríais a preguntas sobre cómo había acabado Alfred y blablabla xD -huyeh- Espero que os haya gustado esta historia :D Nos vemos~ -porque mi mente nunca descansa y tengo muchas más historias que publicar- *Eva out*]

[Tenía que poner una foto de Alfred como ángel :) -huyeh por millonésima vez-]

[Yyy encontré esta foto en mi galería y no podía seguir viviendo sin subirla <3]