My Angel

[Capítulo 9]

Cuando terminaron de limpiar los platos después del desayuno, decidieron ambos chicos irse al sofá a descansar un poco y ver la tele. Debido al ataque de Arthur, el americano decidió que se quedarían en casa todo el día. No quería arriesgarse, a pesar de que el día anterior hizo lo contrario y todo fue bien en el Empire State. Pero por si acaso prefería quedarse tranquilo en casa junto a Arthur, que podía controlarlo mejor.

- ¿Ocurre algo Alfred?

El ángel miró desde abajo a Alfred, quien llevaba todo el rato con la vista perdida en algún lugar del salón al estar pensando en sus cosas y problemas que le estaban surgiendo. El americano lo miró al sacarle de su trance y le sonrió un poco.

- No nada, me había quedado mirando a las musarañas hahaha~
- Mm... Okay...

El americano, con una leve sonrisa, llevó su mano al rostro de Arthur y acarició con suavidad su mejilla, mientras este no dejaba de mirarlo a los ojos con un leve sonrojo. Por un momento tuvo el instinto de besarlo, horrorizándose al pensarlo. Pero por el hecho de que estaría quebrantando una de las reglas más importantes de los ángeles. Debido a aquello, se incorporó apartándose de Alfred y se levantó del sofá algo nervioso. Ya se habían besado, sí, pero por problemas de salud por así decirlo. Esta vez Arthur quería besarlo simplemente por placer, o algo peor... Amor.

- ¿Pasa algo?
- V-voy a darme una ducha para despejarme.
- ¿Eh? Está bien... Si pasa algo grita.

El ángel asintió un poco y se fue rápidamente de allí, encerrándose en su cuarto para apoyarse en la puerta mientras el sonrojo se hacía mayor y su corazón latía con fuerza. No podía haberse enamorado de él, simplemente no podía. Es lo que no dejaba de repetirse en su cabeza. Pero sus dudas iban teniendo más sentido cada vez que recordaba todo el tiempo que había pasado con él, lo que habían hecho, sus reacciones y sentimientos. Acabó dejándose caer por la puerta hasta quedar sentado en el suelo y se llevó las manos a la cabeza.

- M-mierda... ¿Cómo ha pasado esto?...

Arthur seguía negando el hecho de que estuviera enamorado del humano. Después de todo no lo conocía ni de una semana. No podía gustarle solo porque fuera agradable, simpático, alegre, atento con él...

- ...esto no debería estar pasándome...

Unos segundos después se levantó decidiendo darse la ducha ya para despejarse y olvidarse de todo por un momento. Se quitó la ropa antes de entrar en el baño quedando desnudo y, cuando abrió el grifo, el agua no salió.

- Venga ya...

El ángel bufó algo molesto y se puso una toalla alrededor de la cintura antes de salir de aquel cuarto, asomándose por la puerta de la habitación.

- ¡Alfred! ¡Hay un problema con la ducha!
- ¿Ah? ¡Voy~!

En cuestión de segundos llegó Alfred al cuarto y nada más ver a Arthur con aquellas pintas, se sonrojó levemente. Ya lo había visto en bóxer, pero verlo solo con una toalla de alguna forma le ponía más nervioso. Se fue hacia el baño para ver el problema antes de que empeorara la cosa mientras el ángel lo seguía.

- ¿Q-qué es lo que pasa?
- No sale agua...

El americano se acercó a la bañera y abrió el grifo, confirmando lo que decía Arthur. Miró algo extrañado la zona y no sabía qué podía ser.

- Tal vez la tubería esté atascada...

Alfred decidió meterse dentro en la bañera para manejar mejor la situación, mientras que el ángel permanecía fuera a su lado observándole.

- Cuidado, vaya a ser que-

Ni pudo terminar de decir la frase cuando ocurrió lo que se imaginaba. El grifo se rompió dejando salir un montón de agua de golpe que le llegó de lleno a Alfred y un poco a Arthur.